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spanish.china.org.cn | 10. 01. 2025 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

En el tema de antidopaje, EE.UU. vuelve a chocar contra el muro

Palabras clave: EE.UU., antidopaje, AMA
Spanish.china.org.cn | 10. 01. 2025

El miércoles, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) confirmó que no ha recibido el aporte acordado de Estados Unidos a su presupuesto 2024. Según sus estatutos, esto significa que a partir del 1 de enero de este año, sus cualificaciones en el Comité Ejecutivo quedan revocadas automáticamente. El no pago conduce a la pérdida de voz, y esta decisión es totalmente razonable. De ser en su día el mayor contribuyente individual de la agencia a ser «expulsado» del Comité Ejecutivo, Estados Unidos recibe lo que cosecha

El país tiene fama de «incumplidor de normas» en el ámbito de la lucha contra el dopaje. Aunque es signatario del Código Mundial Antidopaje, el 90 % de sus deportistas no se adhieren a él. Existen sendas lagunas normativas. El sector se ha visto salpicado por diversos escándalos hasta llegar a convertirse en el epítome de «el ladrón que grita “¡alto ladrón!”». Su «Ley Antidopaje Rodchenkov», en vigor desde 2020, permite una «jurisdicción de brazo largo» sobre los deportistas extranjeros. La AMA, cuyo coste lo cubre más de 180 países, ostenta la máxima autoridad en este campo, pero Estados Unidos intenta crear un «mundo paralelo» o incluso superior, haciendo caso omiso a dicha autoridad y a la opinión pública mundial en favor de su «jurisdicción extraterritorial». Esta arrogancia y extralimitación manchan la pureza e imparcialidad del deporte.

Funcionarios públicos estadounidenses han atacado hace poco al regulador internacional y algunos medios locales avivan el fuego, centrándose en el tema del «uso de drogas para un mejor rendimiento por atletas chinos». A pesar de que la AMA ha aclarado en repetidas ocasiones la no vulneración de normas, Washington insiste en esta narrativa con la esperanza de utilizar el asunto para acusar a la agencia de injusticia procesal, amenazando con no pagar las cuotas de afiliación a menos que se solucione el impase. Los deportistas chinos están siendo utilizados como excusa, y el sistema de aportes de la AMA como herramienta. Si alguien se desvía del «guion» estadounidense, su «látigo» lo alcanzará, como si mientras él domine el espacio de la opinión pública internacional, pudiera desprestigiar a China y a la AMA.

Su actitud intimidatoria en el rubro ha suscitado desde hace tiempo la indignación pública. Durante los Juegos Olímpicos de París, los representantes chinos se sometieron a controles antidopaje a un ritmo muchas veces superior al de deportistas de otros países, a todas luces una repercusión de la «Ley Antidopaje Rodchenkov».

Tras la justa, la AMA informó a la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) de la recepción de una carta de la Organización Antidopaje de Europa Central, en nombre de 32 organizaciones nacionales y regionales de Europa, Asia y África, en la que expresaban su preocupación por la participación de atletas estadounidenses en las Olimpiadas y otros grandes eventos sin los suficientes controles. El deporte mundial exige una «norma de limpieza» unificada y autorizada, que no deje lugar a un doble rasero en el arbitraje. En primer lugar, el planteamiento estadounidense de restringir y criticar a otras naciones mientras niega una regulación a sí mismo carece de justicia. En segundo lugar, las operaciones de la USADA han rebasado el ámbito del deporte, deviniendo una herramienta geopolítica de Washington. De lo contrario, sería difícil explicar el excesivo entusiasmo que algunos políticos del Capitolio han mostrado por este asunto.

Politizar el deporte va en contra del espíritu olímpico. La descalificación de los representantes estadounidenses en la junta ejecutiva de la AMA no es ninguna sorpresa. Estados Unidos está obligado a pagar puntualmente su contribución y no tiene derecho a «excepciones». No tiene derecho a utilizar sus obligaciones como moneda de cambio para negociar.

El presidente de la AMA, Witold Banka, ya ha declarado claramente: «Nunca permitiré que los atletas limpios devengan rehenes de juegos políticos». Mientras Estados Unidos utilice sus aportes y las amenazas de «retiro» como palanca contra la comunidad internacional, socavará el equilibrio de equidad y la confianza pública. En última instancia, daña su propia reputación e imagen internacionales.

La decisión de revocar su representación en el Comité Ejecutivo de la AMA es una medida necesaria para mantener el marco mundial antidopaje y acertada para proteger la integridad del deporte mundial. Al despojar a Estados Unidos de dicha condición, la AMA garantiza mejor los derechos de los países miembros cumplidores de sus contribuciones.

Al final, Estados Unidos no solo no consiguió las concesiones que buscaba, sino que perdió su importante puesto en la AMA. Además, ahora enfrenta el posible impacto en el derecho de acogida de los Juegos Olímpicos de Invierno de Salt Lake City en 2034 y en sus mejores atletas olímpicos y en otras grandes competiciones.

Su intento de aprovechar las cuotas de afiliación para imponer exigencias hegemónicas y manipular la equidad deportiva ha resultado contraproducente. Esta vez se ha dado contra el muro.

Las normas que rigen la comunidad internacional deben decidirse colectivamente, y ningún país puede actuar como «infractor» y simultáneamente como «legislador» y «ejecutor». Tal comportamiento no será aceptado. Para Estados Unidos, la pérdida de su condición de miembro de la AMA le sirve de recordatorio de cómo relacionarse con la comunidad internacional de forma respetuosa y constructiva y, al mismo tiempo, cumplir con las responsabilidades acordes con su estatus de gran potencia.