Megafábrica de almacenamiento de energía de Tesla en Shanghai comienza producción de prueba

Vista aérea tomada con un dron el 15 de diciembre de 2024 de la megafábrica de Tesla, en Shanghai, en el este de China. La megafábrica en Shanghai del fabricante estadounidense de automóviles Tesla inició la fase de pruebas de su producción, informó el martes Tesla China. (Xinhua)

La megafábrica de almacenamiento de energía en Shanghai del fabricante de automóviles estadounidense Tesla comenzó la producción de prueba, lo que constituye un buen ejemplo de la cooperación entre China y Estados Unidos para abordar los desafíos climáticos.

La compañía afirmó a Xinhua hoy que la nueva fábrica se dedica a fabricar las baterías de almacenamiento de energía de Tesla, Megapacks, cuya producción en masa comenzará por completo en el primer trimestre de 2025.

La instalación fue construida con una capacidad de producción anual inicial de 10.000 unidades, lo que equivale a unos 40 gigavatios-hora de almacenamiento de energía, según la empresa.

El proyecto, la segunda planta de Tesla en Shanghai, subraya el compromiso de la compañía estadounidense de invertir en la segunda mayor economía del mundo, su confianza en las capacidades de fabricación de China y los lazos económicos fortalecidos entre los dos países en el sector de nuevas energías, dijo a Xinhua Wu Qisheng, investigador de la Academia de Ciencias Sociales de Shanghai.

La producción de prueba empezó justo siete meses después de que comenzara la construcción, estableciendo un nuevo récord de "velocidad de Tesla" en China, ya que la Gigafactoría de Shanghai, la primera planta de Tesla en ese centro financiero chino, se construyó e inauguró en un año en 2019.

Con una superficie aproximada de 200.000 metros cuadrados, la nueva planta representa una inversión total de unos 1.450 millones de yuanes (unos 201,7 millones de dólares), según la administración de la Zona Piloto de Libre Comercio del Área Especial de Lin-gang de China (Shanghai).

La Megafábrica es la primera de su tipo que Tesla ha construido fuera de los Estados Unidos. En la ceremonia de lanzamiento de la megafábrica en mayo, Tesla firmó un acuerdo con la compañía Shanghai Lingang Economic Development (Group) Co., Ltd., lo que asegura el primer lote de pedidos de sus Megapacks en China.

Elogiando los esfuerzos de China para desarrollar la nueva industria energética, incluido el sector de almacenamiento de energía, el vicepresidente de Tesla, Tao Lin, dijo en mayo a Xinhua que el país ofrece una cadena industrial completa, un vasto potencial de mercado y un entorno de producción y negocios crucial para el crecimiento empresarial.

Como potencia mundial en energías renovables, China es un importante mercado para el almacenamiento de energía. En 2023, su capacidad instalada de energía renovable superó por primera vez a su capacidad de energía térmica, lo que representa aproximadamente el 50 por ciento de todas las incorporaciones a la capacidad mundial de energía renovable.

La tecnología de almacenamiento de energía de Tesla ya ha alcanzado un alto nivel de comercialización y éxito en el mercado en Estados Unidos, afirmó Liu Qing, vicepresidente del Instituto de Estudios Internacionales de China. Aún queda margen para una cooperación impulsada por el mercado entre China y Estados Unidos para abordar los desafíos climáticos, en particular en el avance del almacenamiento de energía y las tecnologías de ahorro energético.

Wu Xinbo, director del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Fudan, atribuyó la rápida construcción de la nueva fábrica de Tesla a las capacidades de infraestructura de clase mundial de China y al excepcional entorno empresarial que ofrecen Shanghai y el mercado chino en general.

Tesla no ha sido la única que ha reforzado su compromiso con el mercado chino este año. En los primeros 11 meses se establecieron en China un récord de 52.379 empresas con inversión extranjera, un aumento de 8,9 por ciento respecto al año anterior. En noviembre, la inversión extranjera directa en la parte continental de China en uso real también registró un aumento interanual de 6 por ciento, muestran datos del Ministerio de Comercio.

En un intento por ayudar a los inversionistas extranjeros a aprovechar su cadena de suministro, su potencial de mercado y sus fortalezas en innovación, China ha logrado avances significativos en su apertura.

A lo largo de 2024, el Gobierno chino ha puesto en marcha una serie de medidas clave para fomentar un entorno más favorable para los inversionistas internacionales, entre ellas están la ampliación del acceso a industrias clave y el lanzamiento de programas piloto para facilitar la inversión extranjera.

Una medida clave fue el establecimiento de la lista negativa nacional de 2024 para la inversión extranjera, que entró en vigencia el 1 de noviembre y eliminó todas las restricciones de acceso al mercado para los inversionistas extranjeros en la industria manufacturera de China. Este avance sin precedentes superó los últimos obstáculos que enfrentan los fabricantes globales al ingresar a una industria pilar en China.

En octubre de 2024, salió de la línea de montaje el vehículo número 3 millones producido por la Gigafactoría de Tesla en Shanghai. De ese total, un tercio se ha vendido a mercados fuera de la parte continental china, incluidas Europa y Asia-Pacífico, informó la empresa.

En los primeros tres trimestres de este año, la fábrica de Shanghai entregó 675.000 vehículos, lo que representa más de la mitad de las entregas globales de la compañía durante el período.

"Las relaciones económicas y comerciales entre China y Estados Unidos son de forma fundamental mutuamente beneficiosas. Los intentos de 'desacoplar' o romper las cadenas industriales y de suministros perjudicarán a las industrias estadounidenses", comentó Wu Xinbo, subrayando que la mitad de la capacidad de producción global de vehículos de Tesla se encuentra en Shanghai, y que China desempeña un papel dominante en la cadena de suministro de vehículos de nueva energía.

Las dos fábricas de Tesla en Shanghai son una muestra de los beneficios mutuos de la cooperación entre China y Estados Unidos, y demuestran que el desacoplamiento es poco práctico, ya que los inversionistas estadounidenses no pueden darse el lujo de renunciar a las enormes oportunidades que ofrece el mercado chino, señaló.