spanish.china.org.cn | 30. 12. 2024 | Editor:Elena Yang | [A A A] |
China y América Latina rumbo a un nuevo orden internacional bajo el espíritu de una comunidad de futuro compartido
Por Jorge Fernández
En este mundo que clama por una apertura que responda a la emancipación de la mente y a la búsqueda de nuevos esquemas del desarrollo, estas relaciones se destacan ante la mirada del mundo por su compromiso con el respeto, la igualdad, el entendimiento mutuo y el deseo por superar conjuntamente los desafíos.
El mundo da testimonio a una transformación geopolítica en donde el campo de la paz pende de un hilo. El Sur Global desempeña un papel preponderante en la configuración de un nuevo orden internacional. De cara a un sistema global en donde el beneficio llega a través de mayores intercambios, una multipolaridad con justicia y equidad y desarrollo equitativo, China y América Latina están destacando por sus acciones. A una década del establecimiento del Foro China-CELAC y la propuesta de una comunidad de futuro compartido China-América Latina, las relaciones establecidas entre ambas orillas del Pacífico constituyen un nuevo paradigma en un mundo turbulento y cambiante.
La paz pende un hilo en medio de guerras en algunas partes del mundo, estancamiento económico y debilidad en las instituciones internacionales. En oposición a esta extraña normalidad, China y América Latina han declarado abierta oposición al unilateralismo, el proteccionismo, y han elevado su voz, como integrantes del Sur Global, de la urgente necesidad de cesar las hostilidades bélicas en el mundo. El diálogo y la negociación, el respeto al derecho de los demás y un mundo de paz son las bases del desarrollo. Es ahí en donde la cooperación chino-latinoamericana se torna inclusiva, abierta y compartida.
Este 2024 la relación entre China y América Latina contó con un poderoso impulso de la mano de importantes reuniones. El presidente de China, Xi Jinping, visitó tierras latinoamericanas del 13 al 23 de noviembre y ahí, respaldado por el Sur Global, reiteró la visión china por un nuevo paradigma que permita la transición hacia un nuevo orden mundial. En plataformas como la XXXI Reunión Informal de Líderes de APEC y la XIX Cumbre de Líderes del Grupo del G20, y al margen de estos encuentros, Xi Jinping reiteró al mundo que China salvaguardará el multilateralismo, promoverá el desarrollo para todos, respetará bajo un concepto de equidad y beneficio compartido las relaciones entre Estados y trabajará con un Sur Globalunido en aras de la construcción de una comunidad de futuro compartido para la humanidad.
En estos 10 años transcurridos desde el establecimiento del Foro China-CELAC y desde la propuesta extendida a la región latinoamericana para la construcción de una comunidad de futuro compartido,el espíritu de los discursosse ha materializado con hechos y acciones. La cooperación ha sorteado los golpes que incitan a la fragmentación económica mundial y, al hacerlo, ha recogido frutos en terrenos tan disímiles como la agricultura, la sanidad, la industria aeroespacial y la energía. La red de vinculaciones tejida por los jefes de Estado ha permitido que empresas, laboratorios de ideas, medios de comunicación, universidades e institutos estrechen sus relaciones, de tal suerte que, además de los intercambios a nivel oficial, China y América Latina cuentan con estrechas relaciones a nivel público.
Entre los proyectos emblemáticos que han rebasado positivamente su campo de acción está el aeroespacial. El programa de cooperación aeroespacial entre China y Brasil, fortalecido este 2024 con una declaración conjunta, ha permitido bajo el marco del CBERS (por sus siglas en inglés), el desarrollo de seis satélites que ofrecen información crucial para la agricultura, la gestión de los recursos hídricos y el monitoreo del medio ambiente. Esta cooperación va más allá de la región latinoamericana, puesto que se ha consolidado como una herramienta de intercambio de datos de acceso abierto para países de África y el sureste asiático. A esto se suma la cooperación con otros países del cono sur: mientras que con Argentina ha establecido una estación de exploración aeroespacial profunda,con Venezuela y Bolivia ha trabajado para lanzar satélites de teledetección y de comunicaciones respectivamente.
Los ejemplos que se desprenden de las bases construidas entre China y América Latina abundan. Todos ellos son concepciones de un espíritu que busca la cohesión y una globalización económica inclusiva. El Sur Global al que China y América Latina pertenecen busca la construcción de un orden mundial justo y sostenible, y en medio de la fragmentación, mecanismos como China-CELAC o el Foro de la APEC apuntan a redoblar esfuerzos por una integración económica. Las grandes iniciativas impulsadas por China refuerzan el andamiaje que sostiene la construcción de una globalización equitativa y sostenible.
Haciendo eco a las posturas de China difundidas por Xi Jinping, la APEC celebrada en Lima adoptó un documento orientado a la construcción del Área de Libre Comercio Asia-Pacífico. Esto eleva el ímpetu por la consolidación de una economía chino-latinoamericana centrada en el bienestar de las familias. El nuevo orden mundial exige un sistema de intercambio comercial sostenido en la defensa del multilateralismo, donde se asegure que los beneficios cosechados repercutan directamente en el bienestar de las personas. En la Cumbre del G20, celebrada en Río, el presidente Xi Jinping hizo un llamamiento a conducir por el camino correcto la gobernanza mundial, toda vez que, bajo una democracia genuina en las relaciones internacionales, se hace factible la multipolaridad equitativa y ordenada del sistema mundial. El Sur Global es clave en este proceso y el cambio ofrecería entornos más saludables en áreas como la economía, las finanzas, el comercio, el desarrollo digital y la ecología.
Han transcurrido solo 10 años desde la propuesta de una comunidad de futuro compartido China-América Latina. Los éxitos alcanzados dan testimonio de la maduración de las relaciones, sustentadas en intereses comunes, en la confianza, en la complementariedad y en el aprendizaje mutuo. En este mundo que clama por una apertura que responda a la emancipación de la mente y a la búsqueda de nuevos esquemas del desarrollo, estas relaciones se destacan ante la mirada del mundo por su compromiso con el respeto, la igualdad, el entendimiento mutuo y el deseo por superar conjuntamente los desafíos. La visita del presidente de China, Xi Jinping, a América Latina en 2024, cierra con broche de oro 10 años de trabajos y anuncia el interés de China por avanzar codo a codo rumbo a la consolidación de un modelo de relaciones internacionales entre países del Sur que sea bastión en el orden internacional que ahora se está definiendo.