Desarrollo positivo potencial de la prórroga de TikTok

El viernes, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, solicitó a la Corte Suprema de Estados Unidos que suspenda la posible prohibición de TikTok hasta que su administración asuma el cargo y pueda buscar una "resolución política" al problema.

Hay quienes afirman que Trump está brindando ayuda a TikTok porque la plataforma le permitió obtener el apoyo de los votantes jóvenes durante su campaña presidencial. Sin embargo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, registró una cuenta de TikTok en febrero, unos cuatro meses antes que Trump, mientras que la vicepresidenta Kamala Harris lo hizo antes de convertirse en la candidata presidencial. De hecho, Trump presionó activamente para prohibir TikTok durante su último mandato, de 2016 a 2020.

TikTok es solo una plataforma, y lo que realmente importa es que TikTok ya se ha convertido en parte de la vida diaria y en un canal esencial de expresión para más de 170 millones de usuarios en Estados Unidos. Cualquier intento de prohibirla corre el riesgo de violar su libertad de expresión constitucional.

Los datos muestran que, desde 2020, el volumen de descargas trimestrales de TikTok en Estados Unidos ha superado al de otras aplicaciones de redes sociales nativas, como X (antes Twitter), YouTube, Facebook, Instagram y Snapchat. Según Statista, en abril, o cuando Biden firmó la ley de "prohibición o venta" dirigida a TikTok, su número de usuarios activos mensuales ya había superado los 1.580 millones a nivel mundial, lo que la convierte en la quinta aplicación social más popular.

En un comunicado, TikTok también señaló que, si no se congela la orden de "prohibición o venta", en un mes las pequeñas empresas en TikTok perderían más de mil millones de dólares en ingresos. Esa pérdida es el verdadero desafío para la seguridad nacional de Estados Unidos, ya que podría aumentar la tasa de desempleo, estrechamente asociada con el crimen y el desorden social.

Otro golpe que supondrá la prohibición de TikTok es la credibilidad del gobierno de Estados Unidos. TikTok está completamente registrada de acuerdo con las leyes estadounidenses, opera legalmente y conforme a las normativas, y está sujeta a la supervisión regulatoria de Estados Unidos. Al intentar suprimir una empresa legal con poder político, el gobierno de Estados Unidos pone en duda su propia fiabilidad y la de sus leyes. Esto resulta particularmente irónico para un país que defiende la "libertad de expresión" y una economía de mercado libre.

El 19 de enero será la fecha límite para la orden de "vender o prohibir". También será el último día de la administración Biden. A partir del 20 de enero, la administración Trump se enfrentará a todos los problemas de Estados Unidos. Al intentar suspender la orden, ha tomado una decisión racional para proteger los intereses a largo plazo de Estados Unidos.