Colaboración con Asia beneficia al sector europeo de baterías para VE

La batería, uno de los componentes esenciales de los vehículos eléctricos (VE), es clave en la ambición europea de acelerar la transición. Sin embargo, dado que los productores nacionales enfrentan ciertos retos, una forma prometedora de avanzar consiste en fomentar la colaboración en la cadena de suministro y adoptar una mayor apertura a las asociaciones externas. Una estrategia de este tipo permitiría a Europa acelerar el crecimiento del rubro, concretizando sus deseos en muy poco tiempo.

Es innegable que las empresas europeas han avanzado lentamente en el campo. Según Bloomberg, 11 de las 16 plantas de baterías previstas se han retrasado o cancelado. En marcado contraste, «10 de los 13 proyectos de firmas asiáticas como la china Contemporary Amperex Technology Co y la surcoreana Samsung SDI van por buen camino». Estas cifras sirven de recordatorio a los europeos de que, si dejan a un lado los argumentos erróneos de algunos medios occidentales sobre una supuesta competencia de suma cero con China, y se centran en el potencial de cooperación de mutuo beneficioen la cadena de suministro, podrían descubrir la clave para desbloquear el avance del ramo y, por extensión, del ecosistema de VE en general.

En la última década, las compañíasasiáticas, en particular las chinas y surcoreanas, han devenido actores competitivos en el sector de baterías para VE. Frente a la rivalidad internacional, han conseguido ventajas impresionantes y polifacéticas. Impulsadas por una incesante innovación tecnológica, han dominado un amplio espectro de adelantos básicos y han perfeccionado el rendimiento de las baterías mediante la optimización de los procesos. Al mismo tiempo, su capacidad para una mayor producción ha reducido los costes unitarios, lo que les otorga una ventaja decisiva en materia de precios.

Cuando estos fabricantes asiáticos ponen sus miras en Europa, el potencial de colaboración de mutuo beneficio es colosal. Aprovechando sus puntos fuertes, están preparados para cumplir un rol vital en el refuerzo europeo del rubro, contribuyendo así al crecimiento regional y al desarrollo industrial.

Para Europa, mejorar la capacidad de producción de baterías es relevante para acelerar el crecimiento de su industria. Visto desde la perspectiva de su cadena de suministro, el origen geográfico de las instalaciones, extranjeras o nacionales, pierde sustancia. Las empresas, independientemente de su país de origen, pueden aportar inversiones y crear puestos de trabajo dentro del continente, convirtiéndose así en una parte positiva de su panorama manufacturero. El verdadero reto no reside en la nacionalidad de las compañías, sino en escalar la producción y optimizar los procesos. Al establecer instalaciones en Europa, los fabricantes internacionales pueden incrementar la capacidad de producción de baterías. Esto, a su vez, no solo fortalecerá la industria europea, sino que potenciará el crecimiento de todo el sector.

Uno de los principales desafíos que encara Europa en este tema es crear un clima de inversión que inspire confianza y atraiga capital mundial. Alineando los intereses mutuos y fomentando las sinergias entre las empresas europeas y asiáticas, ambas partes pueden beneficiarse de asociaciones que abran nuevas vías de crecimiento. Este planteamiento no solo propiciaría la innovación, sino que también contribuiría a la estabilidad a largo plazo del sector mundial de VE, permitiendo a las compañías europeas y asiáticas prosperar juntas.

El ramo de VE funciona como un ecosistema muy interconectado, en el que la producción de baterías está estrechamente ligada a otros segmentos de la cadena de suministro. El mercado chino se expande rápidamente, con esfuerzos continuos para abrir aún más su cadena industrial, lo que ofrece oportunidades para las marcas internacionales. Su continua apertura ha sido un motor clave de la colaboración dentro de la cadena de suministro de VE entre Europa y los países asiáticos.

Para aprovechar plenamente el potencial de cooperación en el rubro de las baterías, es necesaria una mayor integración del mercado y de la cadena de suministro entre Europa, China y otros países asiáticos. La comunicación y la negociación sobre políticas comerciales son básicas para resolver fricciones, lo que a su vez favorece la inversión recíproca, elimina barreras y prácticas discriminatorias, y agiliza el acceso al mercado y la facilitación de la inversión.