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spanish.china.org.cn | 10. 12. 2024 | Editor:Elena Yang [A A A]

Robots, plantas y paneles fotovoltaicos -- China fortifica la "Gran Muralla Verde" para contener el desierto

Palabras clave: desierto, China
Spanish.china.org.cn | 10. 12. 2024

Para Saydi Emin, un campesino que vive en el extremo sur del desierto de Taklimakan, conocido como el "Mar de la Muerte", las tormentas de arena solían ser una amenaza constante.

Ellas arrancaban las membranas de plástico que cubrían sus campos y destruían las plántulas del algodón, lo que a menudo conducía a una reducción, e incluso a la nulidad, de los rendimientos. Estos desafíos constituían para él un temor persistente. Pero ahora, con la reciente finalización de un proyecto de control del desierto en la región autónoma uygur de Xinjiang, en el noroeste de China, Saydi Emin ve esperanzas de un futuro libre de tales riesgos.

El Taklimakan, el desierto más grande de China, está ahora completamente rodeado por un cinturón verde que hasta el final de noviembre se extendía por 3.046 kilómetros, gracias a más de cuatro décadas de esfuerzos como parte del Programa de la Franja Forestal Protectora de los Tres Nortes, el programa de forestación más grande del mundo para enfrentar la desertificación.

El programa se puso en marcha en 1978 y está previsto que concluya en 2050. En junio de 2023, China propuso convertir el programa en una "Gran Muralla Verde" totalmente funcional e infranqueable, así como en una barrera de seguridad ecológica en el norte del país.

A lo largo de los últimos 46 años, China ha ampliado su superficie de forestación en 32 millones de hectáreas en el marco del programa. Se prevé que la superficie de forestación del programa abarque más de 4 millones de kilómetros cuadrados en 13 regiones de nivel provincial para 2050, lo que representa el 42,4 por ciento de la superficie terrestre total del país.

Además, la tasa de cobertura forestal de las zonas incluidas en el programa ha aumentado del 5,05 por ciento al 13,84 por ciento. Se han logrado avances significativos en el control de la desertificación y la erosión del suelo, al tiempo que se ha garantizado la protección de unos 30 millones de hectáreas de tierras agrícolas.

UNA BARRERA ECOLÓGICA

Con una superficie de 337.600 kilómetros cuadrados y una circunferencia de 3.046 kilómetros, el desierto de Taklimakan es también el segundo desierto flotante más grande del mundo.

El desierto plantea importantes amenazas al entorno ecológico que lo rodea. A lo largo de los años, ha sepultado carreteras, cauces fluviales y tierras de cultivo, y algunas dunas están invadiendo los oasis a un ritmo de dos a tres metros al año.

Desde el lanzamiento del Programa de la Franja Forestal Protectora de los Tres Nortes (en referencia al norte, el noroeste y el noreste del país), se han producido transformaciones significativas. A lo largo de más de 40 años, el desierto fue rodeado gradualmente por un cinturón verde. Para el final de 2023, un tramo de 2.761 kilómetros de dicho cinturón había conectado los oasis dispersos por Xinjiang, dejando por completar solo una sección, la más difícil.

El tramo final, de aproximadamente 285 kilómetros de largo, atraviesa las áreas a lo largo del borde sur del desierto, donde el viento y la arena presentan los peligros más graves. Desde este año, Xinjiang ha implementado medidas específicas y científicas para cerrar esta brecha.

Tuhti Rahman, director de la oficina regional de silvicultura y praderas de Xinjiang, asegura que la franja verde garantizará la estabilidad de la producción agrícola, mejorará el entorno urbano y promoverá el desarrollo económico y social de la región autónoma.

El proyecto demuestra plenamente el enfoque innovador de China para la construcción ecológica y ofrece una valiosa experiencia para los esfuerzos globales en la lucha contra la desertificación, según el funcionario.

UNA INNOVACIÓN TECNOLÓGICA

Controlar la desertificación en el borde de Taklimakan es un desafío formidable, lo que impulsa a explorar medidas hechas a la medida en diversas áreas para combatir su ocupación.

Por ejemplo, en estos días, varias excavadoras se desplazan de un lado a otro en las áreas propensas a las tormentas de arena en el distrito de Minfeng de la prefectura de Hotan. Una vez que la tierra esté nivelada, se colocarán cintas de riego por goteo y se sembrarán plantas como el tamarisco, método que se conoce como control del desierto a través de medidas biológicas.

El distrito de Pishan de Hotan, en el extremo sur del desierto, es una de las zonas más afectadas por el clima arenoso y polvoriento. Para combatir dicha condición, el distrito ha implementado una serie de medidas de ingeniería con las cuales busca contener la expansión del desierto.

Según Zhang Peiji, subdirector de la oficina de silvicultura y praderas de Pishan, las dunas de una zona del distrito están muy espaciadas y las barreras de paja tradicionales (estrategia que consiste en colocar paja en un patrón de tablero de ajedrez sobre la superficie del desierto para fijar las dunas) son fácilmente enterradas por la arena cambiante.

Por ello, tras la planificación "in situ" por parte de expertos forestales de Xinjiang, se instalaron barreras verticales con una altura de más de un metro, que evitan eficazmente el paso del viento y la arena.

Luo Aike, subdirector de la oficina de silvicultura y praderas de Hotan, explica que la combinación de energía fotovoltaica y agricultura ofrece un nuevo modelo para el control y la fijación del desierto en la prefectura, principalmente en las zonas alejadas de los oasis. Este enfoque innovador genera energía mientras reduce la velocidad del viento en la parte superior y favorece el crecimiento de plantas tolerantes a la sequía en la parte inferior, lo que proporciona múltiples beneficios simultáneos.

Además, en el distrito de Qiemo se ha puesto en funcionamiento un robot inteligente desarrollado nacionalmente para trasplantar la vegetación en el desierto. El robot recorre la zona siguiendo rutas preestablecidas, sobre las cuales cava hoyos y siembra plántulas, logrando una eficiencia mucho mayor que la de la plantación manual tradicional.

IMPULSANDO LOS MEDIOS DE VIDA

Luo afirma que la franja verde se consolidará y ampliará aún más, y señala que se deben hacer esfuerzos para promover el desarrollo de las industrias relacionadas con el desierto para beneficiar a los habitantes locales.

En una zona adyacente al desierto, en el distrito de Minfeng, se han sembrado varios tipos de plantas, entre ellos el tamarisco, en tableros de paja, creando una densa franja verde. Los lugareños también injertan el cistanche, una hierba medicinal tradicional china que crece en los desiertos, en los árboles de tamarisco, para obtener ingresos adicionales.

En el distrito de Lop, en Hotan, las autoridades locales vienen alentando y guiando a múltiples fuerzas sociales para que participen en la prevención y el control de la desertificación. Como resultado, se han establecido tres empresas para ayudar a restaurar 170.300 mu (11.353 hectáreas) de tierra desertificada.

En Lop, un total de 690 familias han contratado tierras arenosas para su recuperación y plantación, y cada hogar gestiona una superficie de entre 30 y 50 mu. El Gobierno ofrece subvenciones tras verificar la tasa de supervivencia de las plantas.

Para diversificar las industrias relacionadas con las arenas del desierto, Hotan promueve más de 20 variedades de cultivos que son económicamente valiosas y se adaptan bien a las condiciones locales, incluidas hierbas medicinales chinas y forraje. Esta iniciativa ayuda a los agricultores a aumentar sus ingresos mediante el control del desierto. Actualmente, se están probando más de 30 variedades vegetales para su cultivo en la prefectura.

"El medio ambiente ha mejorado significativamente en comparación con el pasado, lo que contribuye a que haya menos tormentas de arena y mayores rendimientos del algodón. Gracias a la gestión del desierto, el cultivo de las hierbas medicinales chinas se ha hecho posible", dice Saydi Emin, y añade: "Creo que ahora mi vida será mejor".