Retiro de equipos de telecomunicaciones chinos por EE.UU. solo aumenta costos y perjudica al usuario

Una votación prevista en la Cámara de Representantes para destinar más de 3000 millones de dólares al retiro de equipos de telecomunicaciones chinos de las redes estadounidenses contradice la lógica del mercado y, al final, solo aumentará los costes para los operadores locales y afectará la experiencia de los usuarios, indicó Ma Jihua, experto del rubro, el domingo.

Ya en 2019, el Congreso exigió a los operadores beneficiarios de subsidios federales quitar estos dispositivos de sus redes. En julio de 2021, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) aprobó un programa de 1900 millones de dólares para reemplazar los equipos de firmas chinas. Un lustro después, el esfuerzo progresa lentamente, lo que subraya los considerables desafíos que encaran los operadores estadounidenses, acotó.

Agregó que el principal reto es que los equipos están muy sistematizados e interconectados. «Una vez que estos dispositivos son de uso general, su sustitución requiere un aumento significativo de los costos en diversos ámbitos, incluido el mantenimiento posterior. Su retiro forzado también afectaría la experiencia del usuario».

Estos aparatos chinos no solo son muy asequibles, sino que también poseen un bajo costo de mantenimiento, lo que los hace muy competitivos en el mundo. En Estados Unidos, los principales usuarios de los equipos de Huawei y ZTE son pequeños operadores rurales, que enfrentan una gran presión para controlar sus egresos. Si Washington impone el no uso de equipos chinos, muchos de ellos tendrán que soportar un incremento en sus costos, completó Ma.

Tres años después de aprobar una financiación de 1900 millones de dólares, la FCC publicó en julio un informe en el que se señalaba que aún se requería unos 3080 millones para sustituir los equipos chinos.

Solo alrededor del 12 % de las compañías han realizado el cambio. «Aproximadamente el 64 % de los receptores apuntaron en sus actualizaciones de estado más recientes que la falta de recursos sigue siendo un obstáculo para completar la medida de manera permanente, el reemplazo y eliminación de dispositivos y servicios cubiertos en sus redes en su totalidad», rezaba el informe.

Los operadores «prestan servicio en muchas áreas rurales y remotas del país donde pueden ser el único proveedor de banda ancha móvil, un cierre total o parcial de sus redes podría dejarlo fuera del mercado en algunas regiones», escribió la presidenta de la FCC, Jessica Rosenworcel, en una carta presentada al Congreso en mayo.

Ma anotó que las medidas adoptadas durante años por Estados Unidos contra las firmas de telecomunicaciones chinas no han logrado los resultados esperados. Huawei, ZTE y otras siguen manteniendo una fuerte competitividad en el mercado internacional, e incluso los operadores estadounidenses tienen dificultades para cambiar sus equipos.

El enfoque estadounidense es una forma de autoaislamiento que perjudica el sano desarrollo de la industria mundial de las telecomunicaciones, declaró el domingo Zhang Xiaorong, director del Instituto de Investigación sobre Tecnología de Vanguardia, con sede en Beijing.