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spanish.china.org.cn | 20. 11. 2024 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

Los VE chinos ganan adeptos en América Latina

Palabras clave: vehículos eléctricos, América Latina
Spanish.china.org.cn | 20. 11. 2024

Los vehículos eléctricos (VE) chinos conquistan a los consumidores latinoamericanos y las opiniones sobre los productos del país asiático van cambiando.

La tecnología avanzada y los precios competitivos de las unidades -tanto VE como coches tradicionales- dan paso rápidamente a un aumento de la cuota de mercado para los fabricantes chinos en América Latina.

En 2019, sus ventas sumaron 2200 millones de dólares, según el Centro de Comercio Internacional. El año pasado, el valor casi se cuadruplicó a 8,56 mil millones de dólares, lo que representa aproximadamente el 20 % del mercado regional de automóviles.

Su calidad y precio llamaron la atención de compradores como Florencio Pérez. Este piloto mexicano adquirió recientemente un MG RX5 por sus características que incluye una gran consola con pantalla táctil, innumerables sensores e iluminación LED, así como un atractivo techo solar panorámico.

«Son componentes geniales. Comparado con otros SUV similares del mercado, como Toyota, Volkswagen, Ford y Chevrolet, me pareció una buena oferta», afirmó.

El precio fue otro factor esencial para Romero, que señaló que, al fin y al cabo, los vehículos chinos acaban siendo más baratos que otras marcas.

Los productores chinos de VE han avanzado mucho en el mundo. BYD, por ejemplo, ha superado a Tesla, que también fabrica muchos de sus coches en China, como principal proveedor en el extranjero. Sin embargo, enfrentan importantes obstáculos en Estados Unidos y Europa, destinos que han incrementado sus controles y aranceles, señaló Oxford Economics en un informe.


A pasos agigantados

Estados Unidos subió los aranceles a los vehículos chinos del 27,5% al 100% en mayo, y Canadá hizo lo propio a finales de agosto. En junio, la Comisión Europea anunció planes para imponer dichos gravámenes y los ajustó en agosto. Por ejemplo, los aranceles sobre las unidades eléctricas de Tesla, fabricadas en China, bajaron del 20,8 % al 9 %, mientras que los impuestos a BYD descendieron solo del 17,4 % al 17 %.

En América Latina, mientras tanto, las ventas florecen desde México hasta la ciudad argentina de Ushuaia, la más meridional del mundo. En muchos mercados, como Colombia, Brasil, Perú, Bolivia y otros, donde los compradores son muy conscientes del precio, el ahorro que supone comprar un coche chino marca la diferencia.

En Chile, en particular, los fabricantes chinos han cosechado un éxito especial en la venta a particulares y a instituciones, en respaldo al desarrollo de infraestructuras, como el transporte público. Los chilenos están cada vez más dispuestos a comprar coches tradiciones y eléctricos chinos.

«Marcas como MG, Maxus, Great Wall y Chery dominan las calles con las ventas más altas entre las marcas chinas, lo que sugiere un avance de su popularidad entre los chilenos a la hora de comprar un vehículo nuevo», dijo Renzo Burotto, historiador de la Universidad de Chile.

Según la Asociación Nacional Automotriz de Chile, en 2023 se importaron 111 108 autos chinos, para una cuota de mercado del 39,4 %.

Burotto atribuyó el crecimiento en parte al acuerdo de libre comercio y a los fuertes lazos comerciales entre ambas naciones.

Los VE chinos también son cada vez más visibles en el transporte público. Burotto señaló que Santiago, la capital chilena, utiliza más de 2000 autobuses eléctricos chinos. La ciudad, con la segunda mayor flota de este tipo en el mundo, fuera de China, ha sustituido más de 1000 unidades diesel.

Hay pocas razones para pensar que los consumidores de América Latina no seguirán adquiriendo vehículos chinos. Cualquier preocupación sobre su calidad, tecnología o seguridad se desvanece rápidamente.

«China ya no solo produce planchas y batidoras», apuntó Burotto. «Ahora no solo fabrica, sino que también lidera en innovación, con vistas al desarrollo sostenible, y pone su incomparable capacidad de producción al servicio de los países del Sur Global que tanto necesitan salir de su déficit crónico en infraestructura».