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spanish.china.org.cn | 11. 11. 2024 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

"De Chancay a Shanghai": una revelación de los tiempos

Palabras clave: Chancay, APEC, cooperación
Spanish.china.org.cn | 11. 11. 2024

Durante la 31.ª Reunión de Líderes Económicos de APEC, que se celebrará esta semana en Lima (Perú), se alcanzará un hito: el puerto de Chancay, controlado por empresas chinas gracias a sus inversiones, celebrará su ceremonia de inauguración. Se trata de un nuevo proyecto emblemático en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR) a través del Océano Pacífico, que no sólo ayudará a profundizar la relación entre China y Perú, sino que también abrirá una nueva «autopista marítima» para la integración de la economía de Asia-Pacífico. Cabe mencionar que mientras las economías de los miembros de APEC representan más del 60 por ciento del PIB mundial, el Puerto de Chancay, como bien público que acerca a las dos orillas del Pacífico, marcará una nueva cota de contribución de la cooperación Sur-Sur a la economía de la región.

Situado a unos 80 kilómetros al norte de Lima, el Puerto de Chancay, con su singular ubicación geográfica, se convertirá pronto en un nuevo hub en América Latina y puerta de entrada al Océano Pacífico. El impulso para la construcción del Puerto de Chancay proviene principalmente del deseo de Perú y de los países sudamericanos de lograr su propio desarrollo. Actualmente, la mayor parte de la carga peruana con destino a Asia y Oceanía debe transitar por América Central o América del Norte, y el tráfico no puede satisfacer las necesidades de mejora del comercio exterior.

Chancay es un puerto natural de aguas profundas en el que pueden atracar los mayores cargueros del mundo. Una vez terminado el puerto de Chancay, el tiempo de transporte de las mercancías exportadas desde Sudamérica al mercado asiático se acortará de 35 a 25 días, y el coste logístico se reducirá considerablemente. Se ha pronosticado que el Puerto de Chancay se convertirá en el «Puerto de Singapur en América Latina», de modo que inyectará una nueva vitalidad al desarrollo económico y comercial a ambos lados del Océano Pacífico.

El lanzamiento oficial del Puerto de Chancay está en línea con las crecientes necesidades comerciales de China y América Latina y creará nuevas oportunidades para el desarrollo de Perú y América Latina en su conjunto. Se espera que el puerto genere un beneficio económico anual de 4.500 millones de dólares para Perú, equivalente al 1,8 % del PIB del país, y cree miles de puestos de trabajo directos e indirectos, aportando beneficios tangibles a la población local.

Como primera escala de la «autopista marítima» hacia América Latina, los arándanos y aguacates de Perú se enviarán por el Pacífico más rápidamente y a menor coste. Perú ha puesto en marcha un plan de construcción de una red ferroviaria y de carreteras para conectar las principales ciudades del país con el puerto de Chancay, y se espera conectar con la red de otros países de la región.

En el futuro, productos como la soja de Brasil, el mineral de hierro, la carne congelada, el café de Colombia, el aguacate también podrán ser enviados continuamente a Asia a través de este nuevo canal. Este cómodo canal de exportación abrirá la puerta a toda América Latina, integrando la región en el nuevo pulso de integración económica Asia-Pacífico.

Aparte de eso, el puerto de Chancay representa la apertura y la cooperación beneficiosa para todos, con un radio que se extiende mucho más allá de China y América Latina. A través de Shanghai, Japón y Corea del Sur, en la costa occidental del Océano Pacífico, pueden disfrutar de esta «autopista marítima», que abarca los hemisferios oriental y occidental, así como los hemisferios norte y sur. Estados Unidos, en la costa oriental del Pacífico, también podría aprovechar esta nueva vía marítima para llegar a Asia.

En medio de las actuales turbulencias en algunas regiones, la crisis de la cadena de suministro mundial y el creciente riesgo logístico, la finalización del puerto de Chancay ofrece una nueva opción para el transporte por el Océano Pacífico. Por lo tanto, el puerto no sólo será testigo de la cooperación de ganancia mutua entre China y América Latina, sino que también logrará una situación de ganancia mutua para los países a lo largo del Océano Pacífico, promoviendo la optimización del sistema de comercio mundial.

Es inevitable que la cooperación de China con América Latina enfrente críticas. La obsesión por la «Doctrina Monroe» hace que algunos políticos de Washington se pongan en contra del Puerto de Chancay, inventando calumnias, como «uso militar del puerto», «coerción económica» y «daño ecológico», exagerando la «creciente influencia» de China en América Latina.

En realidad, el desarrollo de China con los países del Sur Global es sincero, y el puerto de Chancay es un punto de referencia. En el proyecto portuario, China exportó la más avanzada tecnología de construcción y gestión portuaria, llevó a cabo una cooperación basada en el concepto de construcción ecológica y de bajas emisiones de carbono y en el principio de apertura, inclusión y no exclusión de terceros países. Se trata de un puente para la cooperación práctica entre China y América Latina y no es en absoluto un instrumento de competencia geopolítica. Los países latinoamericanos, como Estados independientes y soberanos, son plenamente capaces y sabios a la hora de elegir socios en su propio interés. Una América Latina más estable y próspera es, sin duda, una bendición para China, Estados Unidos, Asia-Pacífico y el mundo.

El puerto de Chancay es el mayor proyecto de infraestructuras y logística en el que ha invertido China en América Latina en los últimos años. «De Chancay a Shanghai» se ha convertido en un eslogan en Perú. Señala un momento de auge del transporte marítimo entre China y América Latina, lo que significa que China puede compartir los frutos de la modernización china y el desarrollo de alta calidad con la gente del otro lado del globo, y llevar saludos y prácticas de construcción de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad. La frase «De Chancay a Shanghai» escribe un nuevo capítulo para la «Ruta Marítima de la Seda», impulsando a una nueva altura la contribución de la cooperación China-América Latina a la integración económica de Asia-Pacífico. También establece un nuevo modelo de competencia abierta, desarrollo integrador y cooperación beneficiosa para todos entre los países en desarrollo en un momento en que las corrientes subterráneas de antiglobalización son abrumadoras.

Lo que un proyecto emblemático como el puerto de Chancay nos ha enseñado es que el deseo de desarrollo no puede bloquearse artificialmente y que la cooperación siempre acelerará el ritmo del desarrollo. La capacidad de China para promover la cooperación en muchas partes del mundo ha estado en el candelero, y no hay ningún secreto en ello: sólo el espíritu de respeto mutuo y beneficio recíproco. Creemos que el futuro de la región Asia-Pacífico también será más abierto, inclusivo y próspero con más solidaridad y cooperación de este tipo.