spanish.china.org.cn | 06. 11. 2024 | Editor:Lety Du | [A A A] |
Las carreras de bote del dragón cruzan fronteras
En el mismo barco
Sería optimista decir que las carreras de botes de dragón son un deporte dominado por los chinos debido a su origen y amplio desarrollo en el país.
En Miluo, cuna de las competiciones, en la provincia central de Hunan, China cosechó 4 medallas de oro y 5 de plata en la última Copa del Mundo de la Federación Internacional de Botes de Dragón, celebrada a finales de octubre.
Indonesia fue la única selección que logró doblegar el poderío chino al imponerse en la prueba de 200 metros. Junto con Canadá, han supuesto un formidable desafío al reinado del país del centro.
«Desde el punto de vista del rendimiento, aunque no conseguir una presea dorada nos deja un mal sabor de boca, en realidad creo que es una buena noticia», dijo He Yi, jefe de la Asociación China de Botes de Dragón, refiriéndose a la victoria indonesia.
«Es un ejemplo perfecto de cómo las carreras cruzan fronteras. Gente de todo el mundo abraza el bote de dragón no solo por su carácter cultural, sino como un deporte moderno de competición global».
Por ello espera que más países avancen en su práctica para que cada continente pueda contar con equipos de primer orden que reflejen la emoción de la prueba.
«Esta es la visión que tenemos de la cultura deportiva china: afianzarnos más rápido en la escena mundial», apuntó.
Orígenes ancestrales
La Copa Mundial de Botes de Dragón, iniciada en Miluo en 2020, representa uno de los niveles más altos de la regata a nivel internacional, con participantes de los 12 países y regiones mejor clasificados.
Fuera de la élite, el evento atrajo a más de 30 000 aficionados a su sesión matinal de apertura en el Centro Internacional de Botes de Dragón del río Miluo, en esta ciudad de solo 670 000 habitantes.
«Este deporte es un puente de amistad, paz y valores reales», manifestó Claudio Schermi, presidente de la federación internacional.
Miluo es conocido en China como el lugar donde el antiguo poeta chino Qu Yuan, también ministro del Estado Chu durante el Periodo de los Estados Combatientes (475 a.C.-221 a.C.), se ahogó tras ser acusado de traición y desterrado por ofrecer consejos bienintencionados al monarca quien desatendió sus propuestas.
«Todos los amantes de botes de dragón del mundo deberían venir al menos una vez en su vida. Para ellos venir es algo muy importante porque le da energía extra y pasión por esta disciplina», destacó Schermi.
Cuenta la leyenda que, al enterarse de la muerte de Qu, los lugareños se subieron a los botes de dragón para buscar su cuerpo en el río, lo que inspiró las competiciones.
«La historia de Qu, al ser real, es ampliamente conocida en el mundo gracias a la federación», dijo Schermi, y agregó que está estudiando su famosa obra, «Li Sao» (saliendo del caos y el dolor), para entender cómo después de 2000 años «sigue en el corazón de la gente».
«Esto es vital para el deporte de botes de dragón, para la cultura y para nuestra amistad; esto nos une», acotó.
Una prueba mundial
La popularidad de las carreras ha crecido en todo el mundo, pasando de ser un deporte tradicional chino a un fenómeno internacional.
La disciplina, con candidatura para los Juegos Olímpicos, es especialmente popular en regiones con comunidades asiáticas, pero también atrae a un público diferente por su énfasis en el trabajo en equipo, la resistencia y el simbolismo cultural.
Cada año, grandes ciudades como Vancouver, Nueva York y Londres organizan festivales con miles de espectadores y participantes internacionales.
En el Reino Unido, la Asociación Británica de Carreras de Botes de Dragón agrupa más de 30 clubes repartidos en todo el país, con una serie de pruebas anuales de la Liga Nacional, precisó David Bangs, quien visitó China en 1988 como miembro del equipo británico y ahora dirige a la escuadra nacional que acaba de competir en Miluo.
«El bote de dragón abarca escenarios y personas distintas. No es solo para gente muy atlética, está al alcance de todos, diferentes edades y capacidades», anotó.
Su popularidad también es grande en Estados Unidos.
«Tenemos más de 30 clubes que participan en los campeonatos mundiales en Italia [en septiembre], más que ningún otro país. Se ha convertido en un deporte muy aceptado», resaltó Tommy Leonardi, jefe del equipo.
«Lo bonito de esta disciplina es que, como en todos los países, los desacuerdos en política parecen quedar de lado, y solo quedan las personas», puntualizó.
Leonardi recordó que un día antes de la prueba, cuando paseaba por Miluo con la camiseta estadounidense, los lugareños lo paraban para pedirle fotos.
«Me mi cuenta que el pueblo chino quiere ser amigo del estadounidense y viceversa. Queremos ser amigos de todos», dijo.
«No tenemos que decir nada, no tenemos que hacer nada. Podemos ser amigos inmediatamente. Es lo bonito de este deporte».