spanish.china.org.cn | 22. 10. 2024 | Editor:Eva Yu | [A A A] |
Cosechas optimistas, pero retos vigentes: La economía china en su último trimestre
Por Jorge Fernández
China está recuperando espacios como un destino de inversión financiera global y el capital circula con mayor velocidad, medidas diseñadas por la dirigencia que han permitido mayor eficiencia, fortalecimiento y capacidades de un sistema financiero chino moderno y vibrante.
Como regla general, China experimenta una presión inusitada en el último trimestre del año, cuando corresponde a las instituciones del país materializar los últimos trabajos para cumplir con los objetivos económicos. Aunque el tercer trimestre de este año arroja resultados optimistas, lo cierto es que aún es pronto para corear victoria. Las políticas y los estímulos económicos han creado un entorno óptimo para cosechar frutos positivos. Pero por muy halagadores que sean los dígitos, habrá de recordarse como axioma universal que el último tramo siempre es el más difícil.
La semana pasada, China anunció los datos sobre el desempeño del país en el periodo julio-septiembre, que registró una expansión económica del 4,6 por ciento. Contrario a las previsiones iniciales, el resultado se presentó como una cosecha exitosa, por encima de los dígitos esperados. Y ello, en consecuencia, generó gran entusiasmo entre estrategas nacionales y extranjeros, quienes comienzan a proyectar que los objetivos para este año están prácticamente ya cumplidos o que incluso pueden ser mejores. Septiembre figuró como un periodo clave, puesto que la producción industrial arrojó un crecimiento del 5,4 por ciento, cifra 0,9 puntos superior al 4,5 del mes de agosto.
Ahora más que nunca en este cuarto trimestre, la sobriedad debe imperar para cerrar el año con los resultados proyectados. La realidad revela que la economía registra estabilidad, resiliencia y, además de estas variables, una gran vitalidad. Ello, no obstante, no borra y no oculta que hay dificultades y retos en proceso de solución. El país atestigua una situación en la que las empresas presentan problemas de financiación y en la que los bancos tienen algunas debilidades en la emisión de préstamos. Urge reforzar la capacidad crediticia e iniciar transformaciones valientes en otros frentes, a saber, la cooperación internacional orientada al comercio y la inversión.
La sobriedad y cientificidad que el país requiere, en este momento crucial del año, están depositados en el espíritu creado por la tercera sesión plenaria del XX Comité Central del Partido Comunista de China. La profundización integral de la reforma para impulsar la modernización de China está desplegándose teniendo presentes dos objetivos, concretamente el desarrollo equilibrado y la seguridad. Solo así es posible reducir los riesgos a su mínima expresión, garantizar la seguridad del desarrollo de alta calidad y conseguir la tan anhelada meta popular, entendida como la gran modernización socialista de China en todos los aspectos. Y ahí entran en juego enfoques graduales y sistemáticos para encarar los grandes problemas que ralentizan el crecimiento acelerado.
El tercer pleno abordó temas que van desde el político hasta el ecológico, sin dejar a un lado otros más como el social o el cultural. El tema económico, al igual que otras áreas, requiere la aplicación de políticas y estímulos para abordar temas ampliamente conocidos por la sociedad china. La dirigencia al igual que la población sabe que asuntos pendientes como las deudas locales, los riesgos que acechan a las instituciones financieras o la salud fiscal demandan reformas meditadas y constantes. Aquellas destinadas a ajustar la emisión de bonos gubernamentales o para hacer frente a los déficits nunca serán superfluos o innecesarios, y están siempre supeditados a las exigencias de los tiempos. Un sector más, que merece una mención especial por su trascendencia en el crecimiento, es el sector de los bienes inmuebles, el cual no ha dejado de estimularse con políticas orientadas a los créditos y a la propiedad.
Recientemente, funcionarios chinos hicieron del conocimiento público que, de cara a un entorno de recuperación en el sector de los bienes raíces, se desplegarían nuevas medidas para cimentar los cambios positivos presentes ya en el mercado. El mercado inmobiliario cuenta un nuevo paquete de estímulos los cuales, en combinación con las políticas aplicadas recientemente, apuntan a revertir fuerzas contrarias y garantizar una mayor estabilidad. La llamada “lista blanca” en el sector, diseñada como una estrategia para orientar la financiación de proyectos inmobiliarios, forma parte de los trabajos para estabilizar la industria inmobiliaria, la cual ha recibido el embate, a su vez, de problemas causados por las deudas y la baja confianza.
Es así en un entorno lleno de retos que China emprende la marcha de su último tramo para materializar la meta de crecimiento anual. Los éxitos saltan a la vista, pero no por ello es posible subvalorar la importancia de las tareas pendientes o ignorar que las fuerzas endógenas podrían alterar las expectativas finales para este año. Los trabajos emprendidos por el país han arrojado frutos para avanzar por la senda del crecimiento. China está recuperando espacios como un destino de inversión financiera global y el capital circula con mayor velocidad, medidas diseñadas por la dirigencia que han permitido mayor eficiencia, fortalecimiento y capacidades de un sistema financiero chino moderno y vibrante.
El desempeño de la economía de China en los último tres trimestres resulta de los trabajos desplegados para revitalizar sectores económicos clave que han generado incertidumbre, entre ellos el inmobiliario, ligado estrechamente a los dictámenes abordados en la tercera sesión plenaria del XX Comité Central del Partido Comunista de China. La meta es la modernización integral del Estado chino, y para lograrlo, es primordial mantener en todo momento presente los retos estructurales y aprovechar momentos positivos del desarrollo con enfoques equilibrados y escenarios con altos niveles de seguridad. El país ha demostrado pese a entornos adversos una enorme resiliencia y un compromiso con el desarrollo de alto calidad. Ello, hay que decirlo, genera oportunidades brillantes y sostenibles para el futuro, pero no por esto, por muy alcanzable que se presente el futuro, se puede bajar la guardia en el último trimestre del año.