Se enviarán "ladrillos de suelo lunar" a la estación espacial china para realizar experimentos

Se probarán sus propiedades mecánicas, térmicas y de resistencia a la radiación

Los ladrillos elaborados con suelo lunar simulado, material con valor potencial para la construcción en futuros entornos lunares, se enviarán a la estación espacial de China para someterlos a experimentos según está programado, y volverán a la Tierra a finales de 2025.

Los ladrillos fabricados con suelo lunar simulado tienen una densidad comparable a la de los ladrillos ordinarios, pero su resistencia a la compresión es más de tres veces superior a la de los ladrillos rojos estándar y a la de los ladrillos de hormigón, siendo capaces de soportar más de una tonelada de peso por centímetro cuadrado, según la Televisión Central de China (CCTV, por sus siglas en inglés).

La combinación de estos ladrillos duraderos utiliza técnicas de mortaja y espiga, lo que los hace más adecuados para el diseño estructural de futuras bases lunares, explicó Zhou Cheng, profesor del Centro Nacional de Innovación Tecnológica para la Construcción Digital, en declaraciones recogidas por CCTV.

Sin embargo, construir una vivienda en la superficie lunar podría presentar desafíos debido a los drásticos cambios de temperatura en la Luna, donde las temperaturas superan los 180 °C durante el día lunar y descienden hasta los -190 °C en la noche lunar.

A medida que la Luna rota y orbita, el día y la noche ocurren en diferentes partes de su superficie, y tanto el día como la noche lunar duran aproximadamente dos semanas terrestres.

Sin la protección de una atmósfera, la superficie de la Luna también estaría expuesta a niveles significativos de radiación cósmica y numerosos micrometeoritos, además de una frecuente actividad sísmica. Todos estos factores impondrán exigentes requisitos a las propiedades mecánicas, térmicas y de resistencia a la radiación de los materiales de construcción utilizados en la superficie lunar.

Estos ladrillos viajarán a la Estación Espacial Tiangong a bordo de la nave de carga Tianzhou-8 para probar su idoneidad para construir hábitats en la Luna. Según Zhou, se verificarán tres propiedades clave de los ladrillos: la posible degradación de sus propiedades mecánicas, su capacidad de conservación térmica y su efectividad en el aislamiento, así como su resistencia a la radiación cósmica en la Luna.

Zhou explicó que el proceso de fabricación de estos ladrillos mediante prensado en caliente al vacío y sinterización se divide en tres etapas. Los investigadores deben pesar el suelo lunar simulado y colocarlo en el molde según su peso. Luego, deben presionarlo en el recipiente del molde, ya que el suelo lunar es muy suelto.

A continuación, el investigador introduce el molde en el horno de prensado en caliente al vacío. Tras cerrar herméticamente el dispositivo experimental de vacío, se puede proceder a calentar y sinterizar, explicó Zhou.

El material de suelo lunar que los investigadores modelaron en el laboratorio es similar al suelo de la Tierra, que está disperso. Para procesarlo, es necesario someterlo a altas temperaturas.

Zhou destacó que el proceso no requiere aditivos adicionales, lo que lo convierte en un método de construcción muy prometedor para el desarrollo futuro de bases lunares, ya que permite utilizar recursos in situ en la Luna, como el suelo lunar, la energía solar y los minerales, para construir una vivienda, eliminando la necesidad de transportar componentes prefabricados desde la Tierra.

Este enfoque podría reducir considerablemente los costos de construcción en la superficie lunar. Estos ladrillos simulados serán expuestos a experimentos en el espacio para recopilar datos científicos destinados a la construcción de futuras casas en la Luna, con el objetivo de optimizar los esquemas constructivos, informó CCTV.

Tanto para la investigación científica como para la construcción en la Luna, el transporte de materiales desde la Tierra es impracticable, declaró Wang Yanan, editor en jefe de la revista Aerospace Knowledge con sede en Beijing, al periódico Global Times el domingo. Dada la capacidad actual de los cohetes, el valioso espacio de cada lanzamiento debe reservarse para el personal, equipos esenciales y suministros.

Por lo tanto, el suelo lunar es un material de construcción abundante y fácilmente accesible, lo que resuelve el problema de obtener materias primas in situ en la Luna, añadió Wang.

El periodo total de exposición planeado para estos ladrillos es de tres años, por lo que cada año los investigadores traerán a la Tierra un panel de muestra expuesto en la estación espacial para realizar experimentos relacionados, indicó Zhou.

El equipo de investigación también diseñó los ladrillos en dos formas: columnares y escamosos. Los ladrillos de suelo lunar en forma de pilar están destinados principalmente a pruebas mecánicas, mientras que los paneles escamosos más grandes se utilizarán para evaluar los efectos térmicos y de radiación, según CCTV.

Además de las diversas formas, estos ladrillos están hechos con cinco composiciones simuladas de suelo lunar y se someten a tres procesos distintos de sinterización, proporcionando así datos científicos más precisos para la construcción de futuras bases lunares.

El programa de exploración lunar de China llevará a cabo dos misiones adicionales para sentar las bases de la Estación Internacional de Investigación Lunar (ILRS, por sus siglas en inglés), y se espera que el primer lanzamiento se realice en 2026, según informó la Administración Nacional del Espacio de China en septiembre.

El equipo de investigación también diseñó los ladrillos en dos formas: columnares y escamosos. Los ladrillos de suelo lunar en forma de pilar están destinados principalmente a pruebas mecánicas, mientras que los ladrillos en forma de escama, con mayor superficie expuesta, se utilizan para evaluar los efectos térmicos y de radiación, según CCTV.

Además de sus diversas formas, estos ladrillos están compuestos por cinco mezclas simuladas de suelo lunar y se someten a tres procesos de sinterización distintos, lo que permite obtener datos científicos más precisos para la construcción de futuras bases lunares.

El programa de exploración lunar de China llevará a cabo dos misiones adicionales para sentar las bases de la Estación Internacional de Investigación Lunar (ILRS, por sus siglas en inglés), y se espera que el primer lanzamiento se realice tan pronto como en 2026, según anunció la Administración Nacional del Espacio de China en septiembre.