spanish.china.org.cn | 14. 10. 2024 | Editor:Eva Yu | [A A A] |
Avanzando hacia el futuro: La modernización al estilo chino escribe un nuevo capítulo en la práctica en el desarrollo de Xinjiang
Por Jorge Fernández
¡Xinjiang es grande por su riqueza multicultural y multiétnica!
Recomienda un viejo refrán que, “cuando se bebe el agua del pozo, no se debe olvidar a aquellos que cavaron la fuente”. El proverbio, aunque breve, posee una profunda reflexión: alienta a los jóvenes a rendir homenajes y a albergar sentimientos de gratitud por aquellas generaciones que con sus desinteresados esfuerzos contribuyeron a generarles bienestar en sus vidas. La semana pasada, en la parte noroccidental de China, donde se asienta la región autónoma uigur de Xinjiang, instituciones locales y patriotas del país celebraron con diferentes actividades el 70 aniversario de la fundación del Cuerpo de Producción y Construcción, una organización crucial en el progreso, desarrollo y bienestar del pueblo de Xinjiang.
Desde su establecimiento en octubre de 1954, el Cuerpo de Producción y Construcción ha emprendido tareas que han permitido el desarrollo incesante y pacífico de una de las regiones más alejadas de la capital china. Sus trabajos son reconocidos como el elemento causal para que, a lo largo de los años, un numeroso contingente de soldados, estacionados en los primeros años de la fundación de la Nueva China, atestiguara la reconversión castrense en unidades civiles de producción; para que las actividades orientadas a la gestión de tierras y la vida en zonas rurales se enriquecieran con la protección y salvaguarda de más de 2. 000 km en la línea fronteriza; para que la unidad étnica y la estabilidad social se vieran reforzadas; y para que una población en situación de pobreza en la década de los 50 alcanzara en 2023 un producto interior bruto cercano a los 370. 000 millones de yuanes.
En consideración a los devotos trabajos hechos por los grupos étnicos que componen el Cuerpo de Producción y Construcción de Xinjiang, el Comité Central del PCCh, el Consejo de Estado y la Comisión Militar Central de China, junto con altos mandos de la vida política nacional, se hicieron presentes a través de cartas y felicitaciones en las celebraciones que conmemoraron esta efeméride en la capital regional, Urumuchi. Los festejos, que incluyeron espectáculos artísticos, contaron con la participación del vice primer ministro chino, He Lifeng, quien pronunció un discurso el 7 de octubre en el marco de la celebración. Ahí, por encomienda del secretario general del Comité Central del PCCh, Xi Jinping, transmitió felicitaciones y saludos en nombre de las autoridades centrales.
Y de la misma forma en la que el mundo ha cambiado en los últimos 70 años, también lo ha hecho la región autónoma uigur de Xinjiang, que bajo el sistema del socialismo con peculiaridades chinas, ha construido bases sólidas sobre las cuales tanto el mundo como el mismo pueblo multiétnico de Xinjiang atestiguan un acelerado desarrollo en la región. El Cuerpo de Producción y Construcción ha sido un elemento clave en la creación de un entorno regional que facilita ya sea la construcción de nuevos e inéditos motores de desarrollo industrial, ya sea el progreso acelerado en terrenos como el de la ciencia y la tecnología, o ya sea en el mantenimiento de la estabilidad de un vasto territorio. Si bien esta región es una de las más alejadas de Beijing, lo cierto es que, ahora, con las bases con las que cuenta y el entorno que la componen, está más cerca de convertirse en un puente de vinculaciones entre Asia y Europa y en la punta de lanza en la apertura de China hacia el oeste.
Si no fuera por las contribuciones hechas por el Cuerpo de Producción y Construcción, la región autónoma uigur de Xinjiang no destacaría a nivel nacional ni internacional como un motor en el terreno agrícola e industrial, y ya ni qué decir del desarrollo alcanzado en materia de defensa fronteriza. El pueblo de Xinjiang reconoce las aportaciones de esta organización social, por la cual se siente orgulloso y agradecido, y por la cual, hay que enfatizarlo, está dispuesto a defender frente a calumnias vertidas desde el exterior, que tienden no solo a desprestigiar el trabajo de una región multiétnica pacífica y trabajadora, sino que apuntan a demeritar los logos alcanzados por el pueblo chino, una nación multiétnica fuerte, próspera y unida.
Es por ello que la prohibición de las importaciones de Estados Unidos, a ojos de los habitantes de esta región, resulta no solo desconcertante sino irrisoria a la vez. El pueblo de Xinjiang es testigo viviente que da testimonio de primera mano de los cambios drásticos en la mejora de vida popular. Resulta ofensivo que Washington, quien desvirtúa el concepto de los derechos humanos, arguya que ahí se violan los derechos de las personas. El mismo pueblo multiétnico de Xinjiang demuestra lo contrario con la calidad de vida que posee, la cual, a su vez, resulta de la voluntad de todos por mejorar, por ser felices y por participar en la construcción socialista del Estado chino. ¡Xinjiang es grande por su riqueza multicultural y multiétnica!
Resulta lamentable que Estados Unidos, quien se vende a sí mismo como el mayor defensor de la democracia y los derechos humanos, sea un obstáculo en un derecho inamovible del pueblo chino que habita en Xinjiang: el derecho a progresar, a desarrollarse, a tener una vida digna y estar unidos en un entorno de paz y armonía multiétnica. El Cuerpo de Producción y Construcción es un ejemplo viviente de cómo una región trabajando codo a codo puede alcanzar altos niveles de desarrollo de cara a adversidades geográficas y climáticas, y de ataques que vienen del exterior. Estados Unidos debe dejar de usar a Xinjiang para injerirse en los asuntos internos de China y respetar los derechos humanos, la dignidad y el deseo de la región autónoma uigur de Xinjiang de ser mejor, de ser más grande y de mostrarle al mundo todo aquello que tiene por ofrecerle.