Los agricultores encuentran una gran fortuna en las trufas de Yunnan, suroeste de China

Con su exuberante vegetación, el municipio de Majie ofrece un entorno ideal para el crecimiento de las trufas. (Diario del Pueblo Online/Cheng Hao.)

A primera hora de la mañana, Li Xuejun, miembro de la etnia yi, se dirigió al pinar en busca de trufas. Conocidas como los «diamantes negros del bosque», los europeos las consideran uno de los tres grandes manjares del mundo, junto con el caviar y el foie-gras.

Li, natural del municipio de Majie, en el distrito de Nanhua, prefectura autónoma de la etnia yi de Chuxiong, provincia suroccidental china de Yunnan, se adentra en las montañas de Ailao para recoger trufas desde el Festival de Medio Otoño hasta marzo del año siguiente. El clima y la abundante vegetación del municipio crean un hábitat perfecto para las trufas. Con la venta de sus hallazgos, obtiene unos ingresos anuales de entre 40.000 y 50.000 yuanes (unos 7.077 dólares).

Li, con más de una década de experiencia en la caza de trufas, mencionó que éstas suelen prosperar en suelos que contienen piedra caliza o en zonas con hierba marchita de forma natural, cerca de las raíces de los pinos de Yunnan y los pinos blancos chinos.

Tras desenterrar las trufas, Li cubrió las manchas con agujas de pino y tierra para proteger las hifas y asegurar el crecimiento de nuevas trufas al año siguiente.

Se trata de una práctica adoptada por los lugareños para proteger las trufas, el medio ambiente y la biodiversidad.

«Cuando yo era joven, las trufas no se comercializaban y se utilizaban como condimento para hervir pollo o para remojar en licor. Más tarde, cuando las trufas se empezaron a vender a un precio más alto, buscarlas se convirtió en un trabajo agrícola para muchos», recuerda Li, quien añade que al principio faltaba concienciación por parte de la gente sobre la protección del medio ambiente, lo que provocaba un descenso de la producción de trufas año tras año.

Para salvaguardar los recursos únicos de trufas de la destrucción, el Gobierno local ha puesto en marcha normativas que prohíben el pastoreo y la tala en los bosques montañosos, mientras que la concienciación medioambiental de la comunidad local también ha experimentado una mejora significativa.

Durante la temporada de recolección, Li puede desenterrar más de 200 kilos de trufas. Entre el 16 y el 22 de septiembre de este año, el volumen de distribución y venta de trufas en el distrito de Nanhua ascendió a 32 toneladas, con un valor de transacción superior a los 15 millones de yuanes.