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spanish.china.org.cn | 09. 10. 2024 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

Confianza y trabajo duro son las claves para la economía china

Palabras clave: economía, confianza, estabilidad
Spanish.china.org.cn | 09. 10. 2024

El martes, la Oficina de Información del Consejo de Estado celebró una rueda de prensa para presentar la aplicación progresiva de un paquete de políticas, centradas en 5 áreas principales: reforzar los ajustes anticíclicos en macroeconomía, ampliar la demanda interna efectiva, aumentar el apoyo a las empresas, estabilizar el mercado inmobiliario e impulsar el sector de capitales. Se trata de un «plan» de ejecución sistemática por parte del Consejo de Estado, después de que el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China tuviera una reunión el 26 de septiembre en la que se propuso «redoblar esfuerzos para desplegar políticas graduales». Así también es la guía de otro departamento de control esencial de instituciones como el Banco Central.

Como declaró la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma en el encuentro con la prensa, la situación económica actual de China puede resumirse como «estable» y «continua». Por un lado, tanto la oferta de producción como la demanda del mercado son estables, y la labor en curso sobre las «dos nuevas» organizaciones (económica y social) ha logrado resultados notables. Por otro lado, los nuevos motores han acelerado su crecimiento, y las tres grandes estructuras de demanda de inversión, consumo y exportación se han optimizado. Además, la urbanización y el desarrollo regional coordinado han avanzado, y las principales provincias económicas han asumido un rol protagónico. Todos estos signos exudan estabilidad y progreso.

Durante el feriado por el Día Nacional, las expectativas sobre la economía china crecieron a diario, dentro y fuera del país. Esto es normal. Desde finales de septiembre, una serie de políticas económicas intensivas introducidas por los dirigentes chinos y las instituciones pertinentes han enfatizado su vitalidad y resistencia. El avance de los ramos bursátil e inmobiliario es un ejemplo visible y tangible de ello.

Sin duda, el entusiasmo por «invertir más en China» se ha visto estimulado por «políticas graduales». Es importante señalar que la lógica subyacente de «invertir más en China» se deriva de los fundamentos de la economía china y de los frutos en diversos campos. En la actualidad, estos cimientos y las condiciones favorables, aunadas a un vasto mercado, resistencia económica y gran potencial, permanecen inalterados. La economía china ha registrado este año resultados estables, ha avanzado con estabilidad, hecho plenamente reconocido. La producción agrícola proporciona una sólida garantía para la seguridad alimentaria, la inversión manufacturera sigue por la senda del rápido crecimiento, el nuevo impulso de desarrollo y el crecimiento de alta calidad marchan a paso acelerado. La economía china infunde una gran confianza en todos los aspectos, sentando bases sólidas para la aplicación de diversas políticas paulatinas y la consecución de la siguiente fase de la reforma.

Cabe añadir que su complejidad significa que muchos efectos de estas políticas tardarán en manifestarse, especialmente en el actual contexto de presiones internas y externas entrelazadas. Para que obtengan logros, requieren no solo el impulso gubernamental, sino también el esfuerzo colectivo continuo de la sociedad. «Es imperativo contemplar con serenidad y objetividad la situación económica actual desde una perspectiva global, afrontar las dificultades, tener mayor confianza y reforzar el sentido de responsabilidad y urgencia para hacer un buen trabajo económico». Ese es el enfoque más objetivo y racional en el tema y sirve de proclama a quienes se esfuerzan en diversos campos económicos y sociales en el país.

La economía china es como un océano enorme; experimenta olas turbulentas y tormentas, pero sigue creciendo y fortaleciéndose. Para transformar los efectos a corto plazo de las políticas en un impulso a largo plazo, se necesita el respaldo de reformas profundas, y superar los crecientes obstáculos de entrar en la etapa más difícil de la reforma. Esta fase está llena de esperanzas, pero también de retos. Desde la dificultad y volatilidad del entorno exterior hasta la presión de los ajustes estructurales internos, desde los cuellos de botella de la innovación tecnológica hasta las incertidumbres del mercado, es preciso demostrar valor, sabiduría, unidad y determinación para un trabajo duro y sostenido.

Cualquiera que haya participado personalmente en el desarrollo de China y haya sido testigo de él comprende que el espíritu de ardua labor siempre ha sido esencial en la forma en que el pueblo chino afronta los desafíos. Detrás de cada gran cambio y fruto está el esfuerzo colectivo de la nación. Con un mayor fortalecimiento y optimización de las macropolíticas, se irá configurando gradualmente una mejora industrial, mayor empleo e interacción positiva entre la inversión financiera y la economía real. La historia de la economía china está lejos de su fin, y el espíritu de trabajo duro la seguirá apoyando hacia una nueva etapa de desarrollo de alta calidad.

El avance de la economía y la sociedad chinas gira en torno a las personas, con el objetivo último de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Más allá del rendimiento del mercado a corto plazo, lo que más se requiere es una firme confianza en las perspectivas económicas a largo plazo y una búsqueda continua del desarrollo de alta calidad. Mantener la determinación estratégica y la confianza a futuro, esforzarse desde cada puesto de trabajo para hacer bien las cosas prácticas, es la mejor inversión en el futuro de la economía china.

Todavía faltan más de 80 días para que termine el 2024. Lo que se busca es que la sociedad se una en torno a las políticas de regulación macroeconómica, fortalezca la confianza y emprenda acciones prácticas. Se debe cultivar un sentido de la responsabilidad y la urgencia para alcanzar los objetivos económicos anuales y superar los retos que encara el progreso económico.

Al mismo tiempo, se debe adoptar un enfoque sistemático para contemplar la economía china en el contexto de un desarrollo de alta calidad y de cambios estructurales. Mantener la confianza y la paciencia en las políticas de regulación macroeconómica, estar preparados para las dificultades y los retos de la transformación y la modernización de la economía china, y tener miras a largo plazo que aprecien su panorama general.