75 años de compromiso con el desarrollo común mundial

‘¿Hacia dónde se dirige la humanidad?’ La nación anhela una respuesta

La influencia de China en el mundo nunca ha sido tan profunda y duradera como lo es hoy; y la atención de este último hacia el país nunca ha sido tan fuerte y centrada como lo es ahora.

A medida que avanza la globalización, las naciones ganan en interdependencia, mientras que sigue surgiendo diversos desafíos globales. La humanidad enfrenta retos naturales como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, así como amenazas comunes como la pobreza extrema, la proliferación nuclear, el extremismo político, la hegemonía y la escalada de conflictos geopolíticos. La necesidad de cooperación nunca ha sido más urgente o importante que hoy, dijeron los expertos.

"¿Hacia dónde se dirige la humanidad?" es una pregunta esencial sobre el futuro y el destino de todos.

Para responderla, el presidente chino Xi Jinping presentó la visión de construir una comunidad de futuro compartido para la humanidad en 2013. Es la solución de China para abordar los desafíos y crear un futuro mejor a través de esfuerzos concertados de la comunidad internacional. "El interés común de la humanidad es un mundo unido y pacífico en lugar de dividido y volátil", dijo Xi, informó la Agencia de Noticias Xinhua.

Construir una comunidad de futuro compartido para la humanidad no consiste en reemplazar un sistema por otro o una civilización por otra, sino de que países con diferentes sistemas sociales, ideologías, contextos históricos y niveles de desarrollo logren beneficios mutuos, compartan derechos y asuman responsabilidades en los asuntos internacionales, acotaron.

"A diferencia de los enfoques de confrontación o competitivos que a menudo dominan las relaciones internacionales, este concepto aboga por la inclusión y el multilateralismo", dijo Hamad Al Hosani, investigador principal de TRENDS Research and Advisory, un grupo de expertos de los Emiratos Árabes Unidos. "Además refleja un giro de la postura tradicional a una que adopta una perspectiva global holística e interconectada".

Hosani agregó que esta noción ayuda a encararretos globales al centrarse en las responsabilidades compartidas, como la distribución equitativa de los recursos, la gestión ambiental y las medidas de seguridad colectiva. Alienta a los países a promover la solidaridad y la cooperación en el manejo de amenazas transnacionales.

Un camino diferente

La visión de China, plasmada en la Iniciativa de la Franja y la Ruta, prioriza la inversión en infraestructura, la conectividad comercial y el desarrollo mutuo sin imponer condiciones políticas, dijo Hosani, y añadió que "esto refleja un enfoque más pragmático y cooperativo que respeta el caminode cada país".

Sin embargo, muchas ideologías de desarrollo occidentales, en particular las arraigadas en el neoliberalismo, a menudo defienden reformas y estructuras de gobernanza basadas en normas occidentales. Estos programas han estado históricamente vinculados a imposiciones a las naciones en desarrollo, señaló.

Por lo tanto, la alternativa china ofrece a los países en desarrollo un nuevo modelo de compromiso, que valora la asociación igualitaria y el beneficio mutuo en lugar de los lazos jerárquicos o condicionales. "Esto ha atraído a muchos países, en particular en el Sur Global, al enfoque de China, que consideran menos intrusivo y más respetuoso de sus necesidades y opciones de desarrollo", anotó.

Jeffrey Sachs, profesor de economía en la Universidad de Columbia, y asesor especial de tres secretarios generales de la ONU, declaró a los medios chinos hace poso que cree que hay dos miradas opuestas del mundo. La primera  implica que un país o región lidera al resto, una creencia sostenida por las élites en el mundo liderado por Occidente desde 1800. La segunda consiste en que todas las partes comparten una verdadera prosperidad: en la jerga de la ONU, "nadie se queda atrás".

Li Haidong, profesor de la Universidad de Asuntos Exteriores de China, dijo que China ha brindado una ayuda sustancial al Sur Global durante la última década y ha establecido varias organizaciones como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), que reflejan los principios chinos de igualdad, inclusión, cooperación y sostenibilidad.

"En contraste, Estados Unidos exhibe una mentalidad hegemónica, ilustrada más claramente por el concepto estratégico de la OTAN, que enfatiza un orden donde las alianzas dominan los asuntos internacionales y los países fuera de ellas siguen dictados estadounidenses.

La expansión de la OTAN en los últimos años, incluso en la región de Asia y el Pacífico, representa un acuerdo destinado a dividir el mundo en bandos", acotó.

El daño principal causado por este sistema de valores occidental es el debilitamiento del principio de seguridad indivisible y la interrupción de la tendencia global hacia la integración económica. Li explicó que la puesta en peligro de la seguridad indivisible se refleja en la incitación de divisiones por parte de Estados Unidos en Europa y Asia-Pacífico, mientras que la integración económica se ve perturbada por la construcción estadounidense de "patios pequeños, cercas altas" y la promoción de "cercanías" y "amigos", lo cual es irresponsable.

Por un mundo mejor

Durante los 11 años desde que se propuso el concepto de construir una comunidad de destino compartido para la humanidad, China ha sido tanto defensora como practicante. A través de esfuerzos conjuntos, la Iniciativa de la Franja y la Ruta ha pasado de una propuesta china a una práctica internacional, de una idea a acciones concretas. No solo ha otorgado beneficios tangibles a los países participantes, sino que también ha incentivado una globalización saludable, ha encarado los desafíos de desarrollo global y ha mejorado la gobernanza global.

Proyectos como el Corredor Económico China-Pakistán, el Ferrocarril Expreso China-Europa, el Ferrocarril China-Laos, el Ferrocarril de Alta Velocidad Yakarta-Bandung y el Puerto del Pireo han beneficiado a la población local. A finales de junio de 2023, China había firmado más de 200 pactos de cooperación con más de 150 países de los cinco continentes y más de 30 organizaciones internacionales en el marco de la Franja y la Ruta, con innumerables proyectos emblemáticos, así como otros más pequeños con énfasis en las personas.

Bojan Lalic, director del Instituto de la Franja y la Ruta en Belgrado, dijo que, a diferencia de las alianzas selectivas de Occidente, China ha optado por un camino de multilateralismo inclusivo, abogando por una cooperación más amplia y fomentando marcos inclusivos como la Franja y la Ruta para facilitar el desarrollo en varias naciones.

"A medida que los países en desarrollo se relacionen cada vez más con China, puede producirse un ajuste en la dinámica del poder mundial, lo que posibilitaría un mundo multipolar en el que coexistan varios modelos de desarrollo", apuntó.

Con la visión de construir una comunidad de destino para la humanidad, el presidente Xi propuso la Iniciativa para el Desarrollo Global, la Iniciativa para la Seguridad Global y la Iniciativa de Civilización Global, implementadas sucesivamente de 2021 a 2023. Las tres priorizan contrarrestar los desafíos globales de desarrollo, eliminar los obstáculos de seguridad global e impulsar los intercambios y el aprendizaje mutuo entre civilizaciones.

Hasta el momento, más de 100 países y organizaciones internacionales han expresado su apoyo a la Iniciativa para el Desarrollo Global, y más de 70 países se han unido a este "Grupo de Amigos". Más de 200 planes de cooperación para el desarrollo han dado resultados, según la edición de ultramar del Diario del Pueblo.

El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, elogió Iniciativa para el Desarrollo Global como un "valioso aporte para abordar los retos comunes y acelerar la transición hacia un futuro más sostenible e inclusivo".