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spanish.china.org.cn | 26. 09. 2024 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

La Iniciativa de la Franja y la Ruta en América Latina es una tendencia inevitable

Palabras clave: la Franja y la Ruta, América Latina
Spanish.china.org.cn | 26. 09. 2024

Brasil ha creado un grupo de trabajo interministerial para analizar en los próximos días su entrada en la Iniciativa de la Franja y la Ruta, propuesta por China, informó el martes el South China Morning Post. No es la primera vez que el gigante sudamericano muestra interés en unirse. Siendo una de las pocas naciones de la región que aún no participa en ella, Brasil es cada vez más consciente de sus propias necesidades de desarrollo y se inclina por el modelo de cooperación chino. Esto refleja el creciente atractivo de las alternativas chinas en América Latina y los sutiles cambios en el actual panorama político internacional. Este giro no solo resalta la búsqueda de independencia en política exterior por parte de Brasil, sino también el fuerte contrapunto a la hegemonía estadounidense en la región.

Si Brasil se adhiere, el mecanismo le proporcionará sin duda una nueva vía, permitiéndole obtener apoyo para la construcción de infraestructura, la modernización industrial y el adelanto tecnológico. Este tipo de cooperación se alinea con los objetivos económicos de Brasilia.

Sin embargo, desde que comenzó a circular la noticia, Estados Unidos ha puesto trabas a su posible participación. Se sabe que un enviado estadounidense a Brasil declaró en una ocasión que cualquiera que ponderara unirse a la Franja y la Ruta debía pensárselo dos veces y comprender los alcances de su acción para su soberanía.

Esta no se ha visto socavada en ningún país miembro, sino que, durante años, ha sido Estados Unidos quien ha tratado a América Latina como su patio trasero y ha aplicado la Doctrina Monroe en su territorio. Esta es la verdadera falta de respeto a la soberanía.

La historia de las relaciones entre Estados Unidos y Latinoamérica en los últimos 200 años es una de «control y contra-control». Al entrar en el nuevo siglo, la conciencia de autonomía estratégica en la región se ha fortalecido sin precedentes. A Washington le resulta cada vez más difícil «controlarla», y lanza miradas cada vez más suspicaces a la cooperación igualitaria y de mutuo beneficio que pueda tener con otros países, China en particular.

Washington percibe la iniciativa bajo una lente moldeada por el pensamiento de la Guerra Fría, la ve no solo como un proyecto de desarrollo económico, sino como una estrategia geopolítica destinada a aumentar la influencia y el poder de China en el mundo, en desmedro potencial de su dominio en los asuntos internacionales. No obstante, a pesar del calificativo estadounidense de «herramienta geopolítica», los países de la región la consideran en general un valioso bien público internacional y una eficaz plataforma de cooperación, que representa una oportunidad de desarrollo que no pueden desaprovechar.

Estos han aumentado sus demandas de cooperación diversificada, incluido este mecanismo. Su actitud positiva frente a él revela un cambio de mentalidad más profundo: Buscan un nuevo modelo de cooperación que rompa con el pasado. Con las voces de las naciones en desarrollo cada vez más en alto, los países latinoamericanos aspiran a asociaciones basadas en la igualdad y el respeto, en lugar de posicionarse como vasallos de una única potencia.

Liberarse del control estadounidense e ir a por una cooperación independiente y autónoma que beneficie su propio desarrollo y necesidades es una tendencia predominante en Latinoamérica. Wu Hongying, director de la oficina latinoamericana del Instituto Chino de Relaciones Internacionales Contemporáneas, cree que esta cooperación es complementaria y que los intentos de Estados Unidos de obstaculizar el compromiso de los países de la región con la iniciativa, si los hubiera, tienen pocas probabilidades de éxito.

Washington debe reflexionar sobre sus políticas históricas y actuales en América Latina y hacer los ajustes pertinentes, en lugar de interferir sin justificación y obstruir la cooperación de mutuo beneficio entre América Latina y otros países, en especial China.