Declaraciones de un legislador británico sobre Xinjiang “perjudican intereses del Reino Unido”

Un legislador del Reino Unido intenta resaltar los problemas creados sobre “trabajos forzados” en la región autónoma china Uigur de Xinjiang, reiterando su petición de un mayor escrutinio de la posible cotización en Londres del gigante chino del comercio electrónico Shein, que los analistas chinos desacreditaron por politizar e instrumentalizar los derechos humanos.

Estos últimos instaron al gobierno laborista, dirigido desde julio por el primer ministro Keir Starmer, a no seguir ciegamente los mismos planteamientos de conflicto y actitud poco amistosa hacia China de su predecesor, puesto que de lo contrario perjudicaría los intereses del Reino Unido.

Según informó Reuters el lunes, Liam Byrne, exministro laborista que preside el influyente Comité de Comercio y Negocios, dijo que quería ver una versión británica de la “Ley de Prevención del Trabajo Forzado Uigur” que Estados Unidos presentó en 2021.

En los últimos años, el Reino Unido ha estado a la vanguardia de la estigmatización de China en cuestiones de derechos humanos. “El Reino Unido trata de extender su influencia en la escena mundial exagerando sobre el tema y alentando a aliados clave como Estados Unidos a intensificar sus esfuerzos contra China”, dijo el martes Li Guanjie, investigador de la Academia de Gobernanza Global y Estudios de Área de Shanghai, dependiente de la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghai.

Los hechos han demostrado que el complot político de algunos países como el Reino Unido y Estados Unidos para desestabilizar la región y frenar a China es visible hace tiempo para todos y ha fracasado por completo”.

Li estima que es probable que el Gobierno laborista mantenga las políticas básicas hacia China establecidas por los conservadores.

Aunque resta por ver qué medidas adoptará el nuevo gobierno, los expertos señalaron que, dado que el Reino Unido enfrenta una situación económica caótica, necesita comprometerse con China para abordar sus retos internos, y sigue habiendo un enorme potencial para una cooperación pragmática y beneficiosa para ambas partes en una amplia gama de ámbitos, como desarrollo ecológico, sector digital y cambio climático.