spanish.china.org.cn | 03. 09. 2024 | Editor:Teresa Zheng | [A A A] |
Esfuerzos conjuntos rumbo a la modernización, un regalo de China y África al mundo
La Cumbre 2024 del Foro de Cooperación China-África (FOCAC) tendrá lugar en Beijing del miércoles al viernes. Líderes chinos y más de 50 africanos, así como representantes de organizaciones regionales e internacionales, se darán cita una vez más en la capital china. Es la cuarta vez que el encuentro toma la forma de cumbre, y es además el mayor acontecimiento diplomático acogido por China en los últimos años, con la mayor asistencia de gobernantes extranjeros, quienes en los últimos días han ido llegando a la ciudad. El presidente chino, Xi Jinping, comenzó el lunes a celebrar actos bilaterales con sus pares presentes en el evento, marcando su inicio oficial.
El lema de esta edición es “Unir las manos para avanzar en la modernización y construir una comunidad China-África de alto nivel con un futuro compartido”. El tema destaca la exploración del camino hacia la modernización como un punto clave de la cita. China y África comparten una ventaja natural en la cooperación, derivada de la empatía mutua. El primero es el mayor país en desarrollo, mientras que África cuenta con la mayor concentración de países en desarrollo. Ambos poseen recuerdos históricos similares en pobreza de larga data, debilidad y sufrimiento por agresión, y ambos aspiran a lograr la independencia, la autodeterminación y la justicia. Además, anhelan la modernización y mejorar el nivel de vida de sus pueblos. China es muy consciente de los retos y dificultades que afrontan los países africanos en su desarrollo. En lo que respecta a la cooperación bilateral, muchos africanos comparten el sentimiento de que China responde con urgencia a las necesidades de la región y aborda sus dificultades.
En la nueva era, el presidente Xi propuso la Iniciativa de Desarrollo Global, la Iniciativa de Seguridad Global y la Iniciativa de Civilización Global, con un amplio apoyo del bloque africano. La rueda histórica de la comunidad de futuro compartido entre China y África avanza firme. La cooperación China-África, que inicialmente se centró en la economía, el comercio, la reducción de la pobreza y el desarrollo, ha ido expandiéndose gradualmente a otras áreas como la gobernanza, los intercambios culturales, la paz y la seguridad y la salud pública, logrando un gran salto. En 2013, el presidente Xi visitó África, su primera gira oficial al exterior tras asumir el cargo. En él subrayó que China y África siempre han sido una comunidad de futuro compartido. En 2018, pronunció el discurso de apertura en la Cumbre de Beijing del FOCAC, enfatizando los esfuerzos conjuntos para construirla de forma más estrecha en la nueva era. La importancia práctica del FOCAC no ha dejado de crecer y evolucionar, demostrando su amplitud y carácter estratégico, lo que lo convierte en una plataforma crucial para la consulta colectiva y la acción coordinada, y en un sello distintivo de la cooperación internacional con el continente africano.
En la actualidad, este pasa por un momento vital en la búsqueda de una vía y un modelo de modernización. Muchos de sus líderes arribaron a China con días de antelación para recorrer varias provincias y ciudades a fin de obtener una comprensión global del proceso de modernización chino y una cooperación específica de alto nivel. La primera parada del presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, fue Shenzhen, mientras que de su par de Mozambique, Filipe Nyusi, fue Shanghai. El presidente de la República Centroafricana, Faustin-Archange Touadera, se decantó por Chongqing, citando “características geográficas similares” entre ambas regiones y expresando su deseo de aprender cómo las ciudades del interior han logrado abrirse al mundo.
En el billete de 20 000 ariary de Madagascar aparece claramente impreso un arroz híbrido chino, como homenaje a los expertos chinos que promovieron este cereal en la zona y mejoraron la autosuficiencia alimentaria del país. Algunos académicos africanos han indicado que un rasgo distintivo de la cooperación es estar “incentivada por las necesidades de África”, lo que también ha llevado a que más países “estén dispuestos a escuchar la voz de África y establecer asociaciones igualitarias”. El FOCAC siempre se ha basado en principios voluntarios e igualitarios, dedicados a tratar problemas prácticos de subsistencia en la región. Esta es una razón de peso por la que la cooperación China-África es realista y vibrante.
Los intercambios entre ambos representan un nuevo fenómeno sin precedentes en el proceso de globalización. Dos economías previamente colonizadas y subdesarrolladas enfrascadas en una gran y profunda colaboración devienen paulatinamente un nuevo motor del desarrollo global, con un significado histórico mundial notable. En cierto sentido, la globalización ya no es un espectáculo de marionetas dominado por Occidente, sino que está evolucionando hacia una dirección más inclusiva y diversa, alineándose con los principales deseos y requerimientos de la comunidad internacional.
Debido al gran éxito del FOCAC, muchos países se han apresurado a establecer mecanismos de cooperación “África+1”. Abogamos por un trabajo conjunto para la modernización de África sobre la base del pleno respeto de la voluntad de sus países. Rechazamos cualquier manipulación geopolítica, acogemos con satisfacción y estamos dispuestos a cooperar con todos de camino a desarrollo. La cooperación de China con África no es exclusiva, sino integradora.
En el pasado, China fue compañera de África en la búsqueda de la libertad; en el futuro, será también compañera en la búsqueda del desarrollo. La Tercera Sesión Plenaria del XX Comité Central del Partido Comunista de China, celebrada en julio de este año, tomó medidas sistemáticas para profundizar aún más la reforma integral y avanzar en la modernización del país. Propuso mantener el compromiso con la política estatal básica de apertura al exterior y desarrollar nuevas instituciones para una economía abierta de más alto nivel, lo que ofrece sólidas garantías para su modernización y fomenta la construcción de una economía mundial abierta. La próxima Cumbre del FOCAC volverá a dejar una huella relevante en la historia de los intercambios entre civilizaciones como China y África, inyectando un nuevo y poderoso impulso a la cooperación bilateral.