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spanish.china.org.cn | 31. 07. 2024 | Editor:Lety Du [A A A]

La estabilidad social de China la convierte en la fábrica insustituible del mundo

Palabras clave: China, estabilidad social
Spanish.china.org.cn | 31. 07. 2024

A pesar de los esfuerzos de Washington por deslocalizar las cadenas industriales manufactureras de China a India y algunos otros países asiáticos mediante la coerción y la inducción, los problemas de aplicación han revelado que el proceso es más complicado y espinoso de lo previsto.

En comparación con China, el mayor problema de los países que Estados Unidos y Europa consideran sustitutos de la industria manufacturera china es la estabilidad social. China puede ser la fábrica del mundo por sus políticas nacionales y sus niveles de mano de obra. Pero es que además, su entorno laboral y social estable resulta insustituible.

Foxconn anunció la semana pasada que había firmado un acuerdo de cooperación estratégica con el Gobierno de la provincia de Henan, en la parte central de China, para invertir unos 1.000 millones de yuanes (137,4 millones de dólares) en la ciudad de Zhengzhou.

Además, debido a los problemas surgidos durante el ensamblaje del iPhone 15 en la India, Apple ha trasladado parte de su producción de nuevo a China según los informes.

Como gigantes de renombre mundial, tanto Apple como Foxconn tienen fuertes efectos representativos y demostrativos en la cadena industrial mundial. Sus acuerdos y ajustes de producción muestran su capacidad de respuesta al entorno del mercado y a las condiciones de producción, y también subrayan el papel indispensable de China en la industria manufacturera mundial.

Los retos a los que se enfrentan otros países que intentan emprender transferencias de la cadena industrial reflejan la compleja naturaleza de la reestructuración de la cadena industrial mundial. Aunque la estrategia estadounidense puede impulsar inicialmente los traslados industriales, el éxito final de tales esfuerzos depende de una multitud de fuerzas del mercado y factores económicos.

En los últimos años, bajo la presión de la diversificación de la cadena de suministro y los factores geopolíticos impulsados por EE. UU., algunas industrias chinas con gran intensidad de mano de obra empezaron a trasladarse a países con mano de obra más barata. India, Vietnam y otras naciones del Sudeste Asiático y del Sur de Asia surgieron como opciones preferidas. Pero el cambio no ha estado exento de dificultades e incertidumbre. Muchos traslados se encontraron con problemas, uno de los más importantes es la inestabilidad política.

Algunos países pueden experimentar agitación política o malestar social, lo que afecta directamente a la producción de las empresas y puede provocar daños materiales e interrupciones en las cadenas de suministro. Por ejemplo, la industria textil de Bangladés ha experimentado una importante afluencia de inversión extranjera en los últimos años, pero los recientes disturbios sociales y la imposición de toques de queda provocaron pérdidas sustanciales para las empresas. Los frecuentes cambios de política y la opacidad del entorno jurídico en algunos países también exponen a los fabricantes extranjeros a una mayor incertidumbre y a riesgos potenciales.

El coste de la mano de obra es otro factor crítico. Aunque algunos países puedan tener costes laborales aparentemente más bajos que China, presentan diversas deficiencias en cuanto a infraestructuras, logística, apoyo industrial y conocimientos técnicos, lo que se traduce en una menor productividad laboral y cadenas de suministro poco fiables. Esto puede dar lugar a costes globales que incluso superen los de China.

La diversificación de la demanda mundial también importa. Dada la constante evolución de las preferencias de los consumidores, las empresas deben ser capaces de adaptarse rápidamente a los cambios del mercado y emprender una producción flexible. China destaca por sus claras ventajas: un vasto mercado nacional, una cadena de suministro bien establecida y una logística eficiente para satisfacer las diversas necesidades de las empresas.

Y lo que es más importante, no hay sustituto fácil para el papel indispensable de China en la cadena de suministro mundial. China cuenta con una infraestructura industrial bien desarrollada, sistemas maduros de cadena de suministro, trabajadores técnicos cualificados y una red logística eficiente. La integridad de su cadena industrial eleva la competitividad de las empresas al mejorar la eficiencia de la producción y reducir los costes. Estas ventajas únicas son difíciles de obtener a corto plazo para otras naciones.

Por ello, algunas empresas que intentaron trasladar sus operaciones fuera de China están optando por regresar. Esta decisión pone de relieve la resistencia de la fabricación china e indica la necesidad de reevaluar la toma de decisiones que subyace a las estrategias de la cadena industrial global entre las multinacionales.

Aunque las consideraciones políticas pueden afectar a las empresas a corto plazo, la distribución de las cadenas industriales debe atenerse en última instancia a los principios del mercado para garantizar una asignación óptima de los recursos y la rentabilidad a largo plazo de las empresas.