spanish.china.org.cn | 30. 07. 2024 | Editor:Lety Du | [A A A] |
Nuevos horizontes en el mundo tras la III sesión plenaria del XX Comité Central del PCCh
Por Jorge Fernández
El mundo atestiguará un nuevo capítulo donde la mejora, el perfeccionamiento, la continuidad y la sostenibilidad de políticas tanto internas como externas se materializarán.
A la par del vertiginoso ascenso de China, Occidente ha respondido con estrategias que resultan sabotajes contra planes de desarrollo propios. Restricciones irracionales, críticas destructivas, animosidad contra las instituciones y, en los últimos años, guerras económicas que contrarían la lógica y la razón. A China la han castigado de muchas formas, y la razón de esas sanciones, por sorprendente que parezca, ha sido por hacer las cosas bien y por procurar tanto el desarrollo propio como el ajeno. Mucho tendrán que pensar aquellos estrategas de países que se sienten amenazados por el desarrollo chino. Ahora, tras la reciente conclusión de la III sesión plenaria del XX Comité Central del Partido Comunista de China, las cosas se harán mucho mejor.
El mundo desarrollado ha respondido con prácticas desesperadas para frenar el avance chino en terrenos y áreas productivas distintas. Obstinados y cegados por aires de superioridad, han descartado la colaboración orientada al intercambio de conocimiento con China, y han optado por el bloqueo, la coacción y las guerras comerciales. Esta impulsividad irreflexiva, especialmente en el terreno económico, ha generado situaciones críticas en los consumidores de Occidente. Hoy resulta apremiante el despliegue de un enfoque conciliador con China; el gigante asiático está por impulsar un nuevo proceso modernizador de cara a complejas situaciones en donde la política de Reforma y Apertura se llevará a nuevos niveles de profundización.
Esa política de apertura al exterior, que durante más de 40 años ha cambiado las relaciones económicas e internacionales en el planeta, comenzará una nueva etapa en la cual, con nuevos ajustes, se lubricará el engranaje que ha hecho posible el éxito chino. Frente a complejos problemas, retos y situaciones adversas, tanto internas como externas, China afinará la adaptación de relaciones de producción a las fuerzas productivas, de la superestructura a la base económica y de la gobernanza nacional al desarrollo. En la reunión partidista, que tuvo lugar en Beijing del 15 al 18 de julio, la dirigencia comunista puso sobre la mesa más de 300 medidas reformadoras a nivel de sistemas, mecanismos e instituciones.
La reunión plenaria encierra dimensiones que solo se equiparan al inicio mismo de la política de Reforma y Apertura. China y el mundo están en la antesala de un nuevo ímpetu que acelerará la modernización. China dará testimonio de un desarrollo de alta calidad, que servirá a su vez como base para elevar la confianza que tanto los chinos como el mundo tienen en los procesos productivos y creativos gestados en esta parte del mundo. La tercera sesión plenaria no solo es un momento histórico para el Estado chino sino que representa, tanto a nivel regional como global, un abanico de oportunidades para el desarrollo económico. Del grado de vinculación que el mundo establezca con China, llámese cooperación, acuerdos o asociaciones, dependerá el nivel de beneficios que se cosecharán en un futuro próximo.
El mundo revela un escenario de cambios constantes, pero en los últimos años, el carácter súbito y drástico de las transformaciones se adelanta a toda previsión. China no solo se enfrenta a las turbulencias externas sino que, al igual que otros países, debe encarar problemas arraigados en su proceso mismo de desarrollo. Si bien la evolución de China desde finales de la década de los 70 del siglo pasado ha sido milagrosa, lo cierto es que las condiciones han cambiado, que el mundo no es el mismo y que el pueblo chino ha alcanzado ya un estadio superior de desarrollo. China toma al toro por los cuernos y, al tiempo que reconoce los problemas arraigados en la reforma, el desarrollo y la estabilidad, despliega nuevas estrategias que anuncian la apertura de un nuevo capítulo de la modernización de China.
Es esta la razón por la que el mundo, y Occidente en particular, debe leer con precisión el camino que se toma tras la finalización del tercer pleno. China es hoy por hoy una incubadora de transformaciones positivas con impactos que van más allá de la región. Tanto la estabilidad económica y política del mundo, como el crecimiento económico global, tienen profundas raíces en las decisiones que China adopta. La importancia del gigante asiático como las oportunidades que reviste una vinculación estrecha son más que evidentes. Y como bien lo ha dicho el secretario general, Xi Jinping, China está lista para trabajar con todos los países, para elevar a nuevos niveles las relaciones y para crear contextos de paz y armonía que sirvan como elementos para generar beneficios a todos los pueblos. Ignorar los cambios que se están gestando en esta parte del mundo, o peor aún, emprender acciones para frenar los objetivos chinos por materializarse, no solo equivalen metafóricamente a darse un balazo en el pie, sino que atentan contra los derechos del mundo en su conjunto.
La dirigencia comunista ha cerrado con bombos y platillos la tercera sesión plenaria del XX Comité Central del Partido Comunista de China. Hoy ya están disponibles documentos clave del histórico cónclave, entre los que se destaca la Decisión del Comité Central del PCCh sobre una mayor profundización integral de la reforma en impulso de la modernización china, que revela un proceso planificado y estratégico que se extiende con miras a revolucionar distintos campos del desarrollo social en el futuro. El mundo atestiguará un nuevo capítulo donde la mejora, el perfeccionamiento, la continuidad y la sostenibilidad de políticas tanto internas como externas se materializarán. Que el mundo se prepare, puesto que China, a partir de su tercera sesión plenaria, perfeccionará mecanismos e instituciones, hará más eficiente la gobernanza del Estado y promoverá, más y mejor, la construcción de la modernización con peculiaridades chinas.