La pujanza económica de China fortalece la economía mundial

Por Muhammad Zamir Assadi

La Oficina Nacional de Estadística de China anunció que la economía nacional se mantuvo estable en el primer semestre de 2024 a pesar de los crecientes desafíos internos y externos, lo que significa que el producto interior bruto (PIB) creció un 5 % interanual, hasta los 61,68 billones de yuanes (unos 8,65 billones de dólares).

El informe llega con la conclusión de la tercera sesión plenaria del Partido Comunista de China (PCCh) en el tema de la profundización de las reformas y la apertura para el avance de la modernización china.

Asimismo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) también ha variado su pronóstico de avance económico del país para 2024 al 5 %, del 4,6 % previsto en abril en sus Perspectivas de la Economía Mundial.

Estas nuevas estimaciones proporcionan una base sólida para alcanzar los objetivos económicos esperados para el año en curso, enviando una señal clara a la comunidad internacional de que la trayectoria de desarrollo continuará sin cambios a largo plazo de la economía china. El mensaje es claro: China impulsa sus reformas y anuncia una era de resultados positivos. El país acelera sus actividades económicas internas y sus interacciones con otras naciones, relaja e incluso elimina restricciones. Esto contribuye a atraer inversiones extranjeras que ayudan a mantener el impulso económico.

China cuenta con un entorno propicio, capacidad y compromiso para fomentar las actividades económicas a nivel nacional y mundial con un desarrollo y un alcance de alta calidad.

Al inicio del año, todos fueron testigos del aumento de los conflictos políticos geográficos, mientras que el PIB de China tuvo un buen rendimiento en comparación con economías como Estados Unidos, la Zona Euro y Japón, y sigue siendo el motor estable y fuerte del avance económico mundial con su rendimiento en el primer semestre.

Su progreso económico enfatiza el fracaso rotundo de la teoría occidental del colapso económico chino, mientras que ni los aranceles estadounidenses y europeos, ni los ataques geográficos, ni las guerras tecnológicas, ni los conflictos comerciales han podido bloquear su progreso.

Los países occidentales han seguido los pasos de Estados Unidos en la imposición de barreras comerciales adicionales, lo que ha puesto bajo la lupa las actividades comerciales de la UE y ha cernido la sombra sobre la economía de este último.

Por otro lado, China se mantiene como una fuerza resistente en el sistema económico mundial, incluso durante una difícil situación.

En estos momentos, la política internacional y la economía mundial pierden su interconexión y la gobernanza internacional enfrenta intensas divisiones, mientras que la humanidad se encuentra ante la disyuntiva de elegir un sistema económico.

China, con su vibrante economía, incentiva la visión de la globalización para construir un futuro compartido de la humanidad, mientras que otras naciones occidentales, bajo la visión estadounidense, fomentan teorías antiglobalización y  enfoques aislacionistas.

Desde Estados Unidos hasta la OTAN, todos consideran a China como un rival estratégico, por lo que en este contexto, China no necesita demostrar su fortaleza económica, las acciones de los países occidentales son prueba de su brillante economía.

Tras 45 años de reforma y apertura, el país ha conseguido logros económicos que atraen la atención internacional. Su economía creció un 5,2 % en 2023, mucho más que las otras grandes economías. China contribuyó con un tercio al desarrollo económico mundial. El semanario económico Bloomberg también ha pronosticado que la economía china avanzará en los próximos 10 años y se convertirá en la primera del mundo, mientras que el Financial Times también ha destacado que será un motor importante del siglo XXI.

No es difícil comprender que China cuenta con un gran mercado operativo y un sistema industrial completo, y que su economía es resistente y tiene una enorme capacidad. El Gobierno tiene una amplia capacidad de control y regulación de la economía, así como de los riesgos sistemáticos y medios para estabilizarla con diversas medidas políticas. En la actualidad, la economía china pasa por una fase de desarrollo veloz hacia la alta calidad, y su modelo se actualiza continuamente para obtener los mejores resultados.

El nuevo motor de desarrollo está en alza y las nuevas fuerzas productivas calidad en pleno apogeo. La apertura de alto nivel se expande mientras la modernización china se encamina hacia la prosperidad.

Teniendo en cuenta los resultados económicos, las teorías manipuladas por Occidente sobre su colapso no son más que un fallo, mientras que la guerra psicológica occidental no puede detener el continuo desarrollo chino.

China disfruta de las ventajas institucionales de un sistema económico de mercado socialista, mientras que la tendencia de desarrollo económico a largo plazo nunca ha cambiado. Todo ello ha reforzado la confianza y el firme compromiso del país de que su sistema económico es seguro y fuerte.

El autor es redactor de la sección de China de Internews Pakistán y miembro del Centro Internacional de Prensa y Comunicación de China.