Gigantes chinos de VE aceleran expansión internacional en línea con la transición ecológica mundial

Los gigantes chinos de vehículos eléctricos (VE) se preparan para construir fábricas en el extranjero. El lunes, BYD firmó un acuerdo con Turquía en esta línea.

Los expertos chinos señalaron que este plan puede acelerar la internacionalización de las empresas al ampliar su imagen mundial. Además, las plantas tendrán un efecto multiplicador, como llevar tecnología avanzada a los países inversores, crear puestos de trabajo locales y reforzar aún más la transición ecológica mundial.

Según un informe de Bloomberg, el acuerdo de BYD implica invertir unos 1000 millones de dólares en la base que producirá 150 000 VE e híbridos al año e incluirá un centro de investigación y desarrollo.

La fábrica turca empezaría a funcionar a finales de 2026 con hasta 5000 empleos, precisó el informe.

La empresa china también explora otros destinos. El 4 de julio, su planta en Tailandia, la primera del rubro en el sudeste asiático, inició operaciones. El 28 de junio, el primer lote de unidades de su base en Uzbekistán salió de la línea de ensamblaje.

BYD no es el único del sector en acelerar su desarrollo en mercados extranjeros. Según un anuncio oficial de Neta Auto, una de las firmas emergentes de la industria, indica la apertura de su primera tienda insignia en África el 26 de junio, en Nairobi, capital de Kenia.

GAC Aion, filial del Grupo Automotor Guangzhou, comenzó en enero la construcción de su instalación en Tailandia, la primera de la marca en el exterior, con una capacidad anual prevista de 50 000 VE. En abril, esta firmó un acuerdo de cooperación con el grupo indonesio INDOMOBIL para una cooperación estratégica integral en los campos de fabricación, venta y servicios, finanzas y ecología energética.

Analistas del ramo manifestaron que los fabricantes chinos entran en la segunda mitad de su proceso de globalización, tras la salida de sus productos en la primera, para seguir con la de sus fábricas. En el marco de una mayor colaboración en la industria mundial, esta última fase es una tendencia general e irreversible, puntualizaron.

"La construcción de plantas en el exterior puede acelerar la internacionalización de las empresas chinas del rubro y, con el aumento de sus ventas, la influencia internacional de sus marcas también ha mejorado mucho. Además, tras acumular experiencia, pueden establecer plantas en más países", declaró el martes Zhang Xiang, secretario general de la Asociación Internacional de Ingeniería de Vehículos Inteligentes.

Añadió que el freno irracional liderado por Estados Unidos y Europa también ha impulsado a los fabricantes en esta dirección. "Algunos países occidentales no ven con buenos ojos los VE chinos, pero estos gozan de una gran demanda en otros mercados. Esto frustrará el complot occidental para suprimir al ramo, lo que en última instancia le costará caro a estos países", acotó.

Los gobiernos de todo el mundo tienen la obligación de reducir las emisiones de carbono y un calendario para alcanzar el pico de emisiones, y los VE son una manera clave de conseguirlo. Las unidades chinas ayudan a la gente a desplazarse con más fluidez, ahorran energía y recortan emisiones, además los consumidores gastan menos dinero en mejores coches, indicó el experto.