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spanish.china.org.cn | 04. 07. 2024 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

El WSJ lanza otra vez una bomba sucia contra China y Cuba

Palabras clave: WSJ, China, Cuba
Spanish.china.org.cn | 04. 07. 2024

El 2 de julio, The Wall Street Journal (WSJ) publicó un reportaje exclusivo en el que afirmaba que el Center for Strategic and International Studies (CSIS) (Centro de Estudios Internacionales Estratégicos) revelaba en un estudio que imágenes captadas desde el espacio apuntaban a un aumento de “estaciones de escuchas electrónicas” en Cuba, supuestamente vinculadas con China, y una nueva construcción en un lugar no informado previamente, a unas 70 millas de la base naval estadounidense en la Bahía de Guantánamo. Esta aseveración ha sido refutada por el viceministro de Asuntos Exteriores cubano, los portavoces del Ministerio de Asuntos Exteriores chino y la Embajada de China en Estados Unidos.

"Aquí viene otra vez", es la reacción general ante la noticia. En junio de 2023, el medio había citado a "funcionarios estadounidenses" al señalar que China y Cuba habían llegado a un "acuerdo secreto" para que la primera estableciera una base de escuchas electrónicas en la isla. El reporte fue posteriormente desmentido por la Casa Blanca y por las autoridades cubanas. Uno debe preguntarse si el WSJ, un periódico con más de un siglo de historia, tiene protocolos básicos de editorial y verificación de hechos. El informe del 2 de julio, escrito por el mismo periodista que el del año pasado, parece ignorar las evidentes incoherencias y contradicciones entre ambos artículos.

Por ejemplo, el de 2023 sostenía que China y Cuba habían acordado "en principio" permitir la construcción de una estación espía china en Cuba. El de este año, sin embargo, anota que las obras de la "nueva" instalación ya habían iniciado en 2021. Además, el autor del informe del CSIS indicó haber identificado bases de espionaje en Cuba "tras analizar años de imágenes satelitales". No obstante, uno de los puntos al que hace referencia como "El Salao", según las coordenadas del estudio, en realidad es el emblemático edificio Santuario Nacional Basílica de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre en el pueblo de El Cobre -- una iglesia.

En cuanto al nexo de estas "estaciones de escucha" con China, el medio manifestó que "se cree" es así. No explica tal "creencia", mientras que el CSIS alude a una cooperación entre China y Cuba en tecnología espacial. Es un caso claro de invención de cargos sin pruebas sustanciales. Los hechos son turbios, pero las conclusiones son explícitas y apuntan directamente a China.

El estudio del CSIS especifica además que ha sido elaborado por Hidden Reach y el Programa de las Américas. El primero utiliza supuestas imágenes de satélite y datos de fuentes abiertas para denigrar a China por el uso de buques de investigación civiles para recopilar información de inteligencia y ampliar las expediciones polares. Esencialmente, la maniobra pretende aprovechar el sistema de vigilancia mundial de Estados Unidos para propagar la "teoría de la amenaza china".

En pocas palabras. El WSJ, el CSIS y las fuerzas ocultas no buscan objetividad e imparcialidad, sino lanzar una "bomba" pública para alinearse con Washington en la represión contra China y Cuba. Por lo tanto, no se molestaron en comprobar los hechos y editar el texto antes de sacarlo. Sin embargo, este ya ha sido motivo de descrédito por la Casa Blanca y La Habana en el sitio web del WSJ. Lejos quedó la gloria del diario.

Este tipo de investigaciones no solo presentan importantes problemas fácticos, sino también siguen un sistema de valores sesgado. Por ejemplo, afirman que el punto de escuchas está cerca de la base naval estadounidense de Guantánamo. En realidad, esta, arrendada a la fuerza, es una prueba centenaria de la injerencia ilegal de Estados Unidos en la isla. El ejército estadounidense también ha utilizado la Bahía de Guantánamo como centro de inteligencia para vigilar a los países latinoamericanos.

Es menester señalar que Estados Unidos posee 750 bases militares en más de 80 países y regiones de ultramar, incluidas docenas en América Latina y el Caribe, y realiza continuamente reconocimientos cercanos contra China en el Mar Meridional de China. En abril, incluso desplegó el sistema de misiles terrestres Mid-Range Capability en la isla de Luzón, en Filipinas. Es evidente quién aplica el doble rasero y amenaza a otros países y al mundo.

¿Por qué Estados Unidos sigue exagerando el "espionaje chino" en Cuba, incluso creando hechos? Por un lado, como dijo el vicecanciller cubano Carlos Fernández de Cossio, todas son falacias promovidas con la engañosa intención de justificar el endurecimiento sin precedentes del bloqueo, la desestabilización y la agresión contra Cuba. Por otra parte, la relación entre China y Cuba se encuentra en su mejor momento. No hace mucho, se reanudaron los vuelos directos, y Cuba anunció la exención unilateral de visado para los ciudadanos chinos con pasaporte ordinario. Mientras considera a América Latina como su "patio trasero", Washington no tolera una diplomacia independiente e intenta llevar a Cuba por la vía de competencia estratégica con otros países de acuerdo con sus propias motivaciones estratégicas.

La repetida mención de la crisis de los misiles cubanos en el reportaje del WSJ apunta al profundo arraigo de la mentalidad de Guerra Fría en algunos estadounidenses. No han aprendido las lecciones históricas de este periodo, que condujo a la división en América y en el mundo, y vulneró los intereses de Estados Unidos. Siguen obsesionados con la rivalidad geopolítica entre grandes potencias. La cooperación de China con Cuba es transparente y no mira a terceros. La necesaria introspección reside en Estados Unidos, y lo que hay que corregir es dicha mentalidad.