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spanish.china.org.cn | 03. 07. 2024 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

La OCS fomenta un nuevo tipo de lazos internacionales

Palabras clave: OCS, colaboración, desarrollo
Spanish.china.org.cn | 03. 07. 2024

Por Sun Zhuangzhi

Está previsto que Belarús pase a formar parte de la Organización de Cooperación de Shanghai como décimo miembro de pleno derecho durante su cumbre a celebrarse en Astana (Kazajistán) el miércoles y jueves.

Su ampliación, que abarca la mayor superficie y población de todos los colectivos de su tipo, refleja su atractivo en términos de valores y perspectivas de desarrollo. Además, le permitirá desempeñar un rol más activo en los asuntos internacionales en medio de un contexto mundial en rápida evolución.

La comunidad internacional está en una encrucijada en la que los enfrentamientos y disputas entre países se han agravado debido a la competencia entre potencias, conflictos regionales y la volatilidad de la economía mundial, así como a factores que dificultan el ascenso de países en desarrollo y mercados emergentes. Un buen ejemplo de estos choques es la serie de sanciones que Estados Unidos ha impuesto a Rusia desde el estallido de la crisis de Ucrania, con el fin de mantener su hegemonía mundial.

En tales circunstancias, el desarrollo de organizaciones internacionales y mecanismos multilaterales, incluidas las Naciones Unidas, enfrenta nuevos retos.

La filosofía, las normas y los objetivos son esenciales para establecer la cooperación multilateral y determinar si un mecanismo puede ayudar a mantener la estabilidad regional y mundial y promover el desarrollo. Por ejemplo, los miembros de la OCS llevan adelante el "espíritu de Shanghai", ponen en práctica nuevos conceptos de cooperación, desarrollo, seguridad, civilización y gobernanza global, y trabajan por un nuevo modelo de colaboración regional.

Sin embargo, los cambios en el exterior y el incremento de sus integrantes han creado problemas como una menor eficacia en la toma de decisiones y más contradicciones internas y de funcionamiento. En la cumbre de Astana, los líderes debatirán cómo alcanzar un consenso en materia de cooperación, de modo que haya un nuevo impulso y se aborden las discrepancias.

El máximo dirigente chino propuso la Iniciativa de la Franja y la Ruta en Astana en 2013, a la que se unieron los países asiáticos para coordinar sus políticas de desarrollo. Así nacieron mecanismos como el Corredor Económico China-Pakistán, el Corredor Económico China-Asia Central-Asia Occidental y el Corredor Económico China-Rusia-Mongolia, que han mejorado la conectividad regional cubierta por los Estados miembros de la OCS. Por el contrario, Estados Unidos y otros países occidentales han estado ocupados intentando desvincular sus economías de su par china.

Como plataforma relevante de unión entre la Franja y la Ruta y las políticas de desarrollo de sus Estados parte, la OCS se ha comprometido a abrir nuevas vías para el desarrollo y la cooperación.

La OCS defiende la asociación y no la alianza, rechaza la mentalidad de Guerra Fría y los juegos de suma cero, aboga por la igualdad entre todos los países y construye una amplia red de asociaciones. Es capaz de tener en cuenta el contexto regional y las condiciones nacionales, y de acomodar las diferencias en los sistemas políticos, la fortaleza económica y las tradiciones culturales de sus miembros, así como el de los Estados observadores y los socios en el diálogo.

Los integrantes de la OCS necesitan incentivar el desarrollo nacional y la revitalización económica de forma que la coordinación de sus estrategias fomente la regionalización económica. El avance de la cooperación a través de la Franja y la Ruta beneficiará al desarrollo nacional y a los pueblos de los Estados miembros.

Desde que China la propuso en 2013, la Iniciativa de la Franja y la Ruta ha ganado en experiencia y ha adquirido una visión más clara. Puede aportar la "sabiduría china" para resolver los impedimentos a la cooperación, así como contribuir al establecimiento de un nuevo tipo de relaciones internacionales y un orden regional cooperativo.

Para construir una comunidad regional de futuro compartido, se debe incentivar la confianza política mutua para obtener el respaldo en cuestiones fundamentales y en las vías independientes de desarrollo, facilitación de la inversión y el comercio, promoción del desarrollo digital y ecológico, respuesta colectiva a las amenazas tradicionales y no tradicionales a la seguridad para una estabilidad regional a largo plazo, aumento de los intercambios entre personas para fomentar el aprendizaje mutuo y el fortalecimiento de la amistad, profundización de la cooperación regional y mundial, y defensa de las leyes internacionales a partir de la Carta de las Naciones Unidas.

Se espera que la cumbre de Astana enfatice la necesidad de construir una comunidad de futuro compartido para sus Estados miembros, que mantenga los lazos históricos y las buenas relaciones entre ellos.

Estos seguirán aportando al desarrollo regional y mundial, promoviendo la cooperación multilateral y salvaguardando sus intereses estratégicos comunes en aras de su seguridad nacional. Solo trabajando juntos por el bien común, podrán contribuir a la prosperidad económica y cultural regional, y ayudar a mejorar el sistema de gobernanza mundial haciéndolo más justo y equitativo.


El autor es director del Instituto de Estudios sobre Rusia, Europa Oriental y Asia Central de la Academia China de Ciencias Sociales.