ESPECIAL: Cubanos siguen la evolución del huracán Beryl en el Caribe

Por Raúl Menchaca

LA HABANA, 2 jul (Xinhua) -- Los cubanos siguen atentos la evolución y trayectoria del huracán Beryl, que marcha hacia el oeste por el sur del Caribe oriental, acompañado de fuertes vientos y mucha lluvia.

De acuerdo con los modelos matemáticos de los pronósticos, Beryl pasaría en los próximos días por el mar al sur de Cuba un poco más debilitado, pero con categoría de huracán, antes de adentrarse en la península de Yucatán, en el sureste de México.

El Instituto de Meteorología (Insmet) de Cuba informó este martes que el fenómeno estaba a unos 500 kilómetros al suroeste de la ciudad de Santo Domingo, capital de República Dominicana, con categoría 5, la máxima de la escala Saffir-Simpson, al registrar vientos de 270 kilómetros por hora.

Beryl es el primer huracán categoría 5 de la presente temporada de huracanes, que como es habitual en el Atlántico va desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre.

En los últimos días, la aproximación del meteoro ha provocado numerosas lluvias en la isla, donde la Defensa Civil activó los planes de prevención para reducir riesgos de desastres por eventos meteorológicos.

"Esperemos que solo nos deje agua y se puedan rellenar las presas", dijo a Xinhua el sexagenario Alberto de la Rosa, quien aseguró mantenerse al tanto de las informaciones emitidas por el Insmet.

De la Rosa apuntó que para los cubanos no resulta "nada nuevo" enfrentar el azote de un ciclón, aunque recomendó "mantenerse preparados y alertas", como dice siempre la Defensa Civil.

El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos informó a través de un noticiero televisivo que las presas cubanas se encuentran en promedio al 55 por ciento de llenado, por lo que tienen suficiente capacidad para almacenar más agua.

Muchos cubanos aún recuerdan los destrozos que han causado otros huracanes que han pasado por Cuba en años anteriores.

Es el caso de Cristina Rodríguez, una mujer de 65 años, al afirmar de manera rotunda tener "terror a los ciclones", ya que aún recuerda los daños ocasionados por Flora, que a su paso por territorio cubano en septiembre de 1963 dejó unos 2.000 muertos.

Rodríguez, quien entonces vivía en el oriente del país, dijo estar traumatizada desde entonces, cuando con apenas ocho años tuvo que ser evacuada al desbordarse el río Yara, en la actual provincia de Granma, a unos 750 kilómetros al oriente de La Habana.

"Ahora me preocupo mucho cada vez que escucho que se acerca un huracán. No lo puedo evitar, aunque estoy consciente de que las condiciones hoy son muy diferentes", señaló la mujer.

El impacto de los huracanes es un fenómeno habitual en la isla caribeña, donde el Gobierno ha desarrollado un mecanismo de Defensa Civil que se encarga de proteger a la población y sus bienes en caso de desastres naturales.

Los meteorólogos cubanos han pronosticado una temporada ciclónica "muy activa", con la eventual formación de 20 ciclones tropicales en la cuenca del Atlántico norte, 11 de los cuales pueden alcanzar la categoría de huracán.

"El peligro de que Cuba sea afectada por al menos un huracán es de un 80 por ciento, pero aún mayor es el peligro para Cuba de que al menos un ciclón tropical la afecte, con una probabilidad del 90 por ciento", indicó un informe recién publicado en la "Revista Cubana de Meteorología".

Durante la anterior temporada ciclónica, el huracán Idalia, en su fase de tormenta tropical, fue el único fenómeno atmosférico que azotó de manera directa a la isla a su paso por el extremo occidental con fuertes vientos y copiosas lluvias.

Irma fue el último huracán de grandes proporciones que azotó a Cuba, en septiembre de 2017, cuando causó 10 muertos, así como 1,7 millones de evacuados, fuertes inundaciones y graves daños en el sistema eléctrico nacional.

Considerado como el mayor huracán formado en el Atlántico, Irma avanzó de forma paralela a la costa norte cubana y dejó pérdidas materiales valoradas de forma oficial en 13.185 millones de dólares. Fin