Cooperación agrícola entre China y Asia Central contribuye a la seguridad de los cereales

Múltiples aspectos destacados contribuyen a la seguridad regional y mundial de los cereales y a la estabilidad de la cadena de suministro

La cooperación agrícola de China con Asia Central, una región clave de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), ha avanzado de manera constante e integral en los últimos años, según expertos agrícolas chinos y representantes de la base modelo de la OCS.

Los analistas enumeraron múltiples aspectos destacados de la colaboración, desde el comercio agrícola tradicional, la innovación en tecnología de semillas, el desarrollo de tierras salino-alcalinas y zonas áridas y semiáridas, hasta el riego con ahorro de agua y el cultivo conjunto de talentos.

Los comentarios llegaron antes de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai en Astana (Kazajstán) a principios de julio.

Dado que la agricultura es uno de los primeros campos en los que los miembros establecieron un mecanismo de cooperación, los fructíferos resultados indican el rol constructivo que la organización podría cumplir en la estabilización de los mercados agrícolas y en la garantía de la seguridad regional y mundial de los cereales, así como en el mantenimiento de la fluidez de las cadenas de suministro, apuntaron observadores del sector. Asimismo, alude al enorme potencial para profundizar la cooperación, que según los analistas parte de un alto nivel de confianza mutua y de una visión conjunta de construir una comunidad China-Asia Central más estrecha y de futuro compartido.

En el marco de la OCS, empresas y universidades chinas han establecido una docena de bases agrícolas modelo con pares en toda Asia Central, por ejemplo en la producción de cereales y oleaginosas, así como en la mejora de tierras salino-alcalinas en Kazajstán, declaró Ma Jing, sub director ejecutivo de la Oficina de Intercambio de Tecnología Agrícola y Base de Demostración de Formación de la OCS.

En concreto, la Zona Modelo Industrial de Alta Tecnología Agrícola de la OCS de Yangling, la primera de su clase en el lugar, en la provincia noroccidental china de Shaanxi, con ventajas tecnológicas en zonas áridas y semiáridas, ha completado hasta la fecha un total de 115 ensayos comparativos de variedades de cultivo superiores y técnicas eficientes en Asia Central,  precisó Ma.

Zhang Zhengmao, experto agrícola de la Universidad A&F del Noroeste que coordina el programa de cooperación con Asia Central desde 2017, ha sido testigo de los importantes avances logrados en el marco del mecanismo. El centro de estudios trabaja en la base de Yangling.

En Kazajistán, con vastas tierras fértiles, pero donde el rendimiento del trigo por unidad de superficie es moderado, ya que las variedades locales carecen de suficiente resistencia a las plagas, una siembra de prueba de trigo chino en el norte del país ahora rinde cerca de un 60 % más que los tipos locales, informó Zhang.

En Kirguizistán, el rendimiento de la variedad china también se ha duplicado con respecto a las oriundas, hasta las 4 toneladas por hectárea, mientras que el sistema integrado de riego con agua y fertilizantes aplicado en una zona modelo chino-uzbeka es capaz de ahorrar un 50 % de recursos hídricos en comparación con la técnica local.

Los observadores del rubro destacaron la naturaleza complementaria de la cooperación, de suma importancia para fomentar resultados de mutuo beneficio y facilitar el desarrollo regional integrado.

"Los países de Asia Central cuentan con abundantes recursos de tierras y, debido al entorno natural local, poseen una enorme demanda de mecanización y riego con ahorro de agua. Mientras tanto, China es líder en tecnologías agrícolas modernas y producción de maquinaria",  anotó Zhang.

Ma añadió que la futura dirección de colaboración bilateral es aprovechar el impulso actual y promover en conjunto la cooperación en agricultura inteligente y ecológica, así como en prevención de la desertificación, entre otras áreas, para hacer de China "una fuerza activa" en la modernización agrícola de Asia Central.

Además, China tiene un enorme mercado de consumo y busca diversificar las importaciones agrícolas de alta calidad para garantizar la seguridad alimentaria nacional, acotó Zhang, que también tomó nota del deseo de la región de Asia Central de expandirse hacia nuevos mercados internacionales para su oferta agrícola.

Se espera que el comercio en este ámbito sea una de las categorías comerciales en alza entre China y Asia Central con un rápido crecimiento este año.

Zhang sostuvo que Kazajistán exporta en promedio entre 6 y 8 millones de toneladas de trigo al año y que sus ventas a China son solo de 800 000 toneladas anuales, lo que indica un gran espacio de avance. Como la mayoría de los países de Asia Central son bases de producción y exportadores de ganado, China también podría aumentar sus compras de carne de vacuno y cordero de la región, sugirió.

Desde mayo del año pasado, productos agrícolas como las cerezas y la miel de cinco países centroasiáticos han vuelto a entrar en el mercado chino.

En Uzbekistán y Kazajistán, la base de Yangling también ha creado un centro de comercio agrícola y almacenes, adelantó Ma. La instalación ha comprado una gran cantidad de alimentos de Asia Central, como harina de trigo y cebada, mientras que manzanas de Shaanxi y un té especial han llegado a los mercados centroasiáticos.

El comercio bidireccional entre China y los cinco países centroasiáticos ha alcanzado nuevas cotas, con un volumen comercial del 17,9 % en los cuatro primeros meses de este año, según datos oficiales.

"China y Asia Central son buenos vecinos y gozan de confianza mutua, con estrategias de desarrollo alineadas entre sí. Las dos partes tienen una visión conjunta de una comunidad China-Asia Central de futuro compartido. Todo ello sienta las bases para unas relaciones económicas más estrechas e integrales", concluyó Zhang.