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spanish.china.org.cn | 06. 06. 2024 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

El salto lunar chino y la ansiedad estadounidense

Palabras clave: Chang'e-6, Estados Unidos, NASA
Spanish.china.org.cn | 06. 06. 2024

En una fresca mañana de domingo, la Administración Nacional Espacial de China anunció un acontecimiento que habría hecho sonreír de orgullo a Chang'e, la diosa lunar de la mitología china: El Chang'e-6 aterrizó sin problemas en la cara oculta de la Luna, acercando un poco más a la humanidad a desentrañar sus misterios.

Más que un logro de China, es una declaración audaz en la saga inventada por los medios occidentales de la carrera espacial con Estados Unidos.

La prensa se apresuró a presentar al Chang'e-6 como un capítulo más de una antigua rivalidad, con un trasfondo de guerra fría que produce escalofríos.

Siempre escéptico, Washington advierte que las ambiciones espaciales de China son una cortina de humo para el “dominio militar”. Pero retrocedamos y veamos el panorama general. Tenemos dos modelos diferentes de desarrollo, cada uno compitiendo por la influencia global y la supremacía tecnológica.

Ars Technica, un sitio web de noticias tecnológicas, indicó que el argumento de la hegemonía espacial para lo que queda de esta década es la competición entre ambos países. China, con su estabilidad y planificación a largo plazo, contrasta con la susceptibilidad de la NASA a los caprichos de la cambiante arena política.

Estas afirmaciones parecen ser más de lo mismo con un nuevo empaque. Parecen inspirarse en la carrera espacial de los años sesenta con la Unión Soviética, equiparando la exploración espacial a una lucha de vida o muerte entre dos grandes bloques militares.

Con dos gigantes y sistemas políticos distintos, fortalezas y vulnerabilidades, ¿cómo se presenta el futuro del mundo?

Hace unos años, Francis Fukuyama, profesor de Stanford, escribió sobre esta rivalidad histórica en su obra “Exporting the Chinese Model”: “Al asomar el 2016, está en marcha una contienda histórica sobre modelos de desarrollo en competencia... Aunque esta lucha permanece oculta en gran medida a la opinión pública, el resultado determinará el destino de gran parte de Eurasia en las próximas décadas”.

Los políticos estadounidenses centrados en esta disputa ideológica y sistémica están cada vez más preocupados por las ventajas percibidas de China. Este temor es justificado: China progresa no solo en el espacio, sino también en otros ámbitos. Mirarla a través del prisma de la competencia constante conduce a una frustración y ansiedad interminables, e incluso a la locura.

Pero, ¿y si diéramos un paso atrás y adoptáramos una perspectiva más amplia? La modernización de China tiene como objetivo la felicidad y el desarrollo de su pueblo. El alunizaje es un testimonio del éxito de su sistema y vía de desarrollo. No se trata de superar a Estados Unidos, sino de aportar más caminos para el avance de la humanidad.

No nos quedemos atrapados en este ciclo de ansiedad y lucha. Como dice un viejo refrán chino: “Un paso atrás y el mar es ancho y el cielo vasto”. El salto lunar de China es una victoria para la humanidad y ofrece nuevos horizontes y posibilidades.

El programa chino de exploración lunar no se limita a seguir ciegamente las misiones Apolo de Estados Unidos. Como cualquier avance tecnológico e industrial, labra su propia senda a partir de su herencia cultural y principios de desarrollo. Al igual que el término Chang'e proviene de la grácil diosa de la luna de la antigua mitología china, no se trata de amenazas, sino de la curiosidad y el anhelo de la humanidad por lo desconocido.

Es hora de reconocer que no es una carrera; es un viaje, y en este nuevo camino hay sitio para todos.


El autor es redactor jefe del Diario del Pueblo y, en la actualidad, investigador del Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad Renmin de China.