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spanish.china.org.cn | 23. 05. 2024 | Editor:Eva Yu [A A A]

Más de 3.000 muertos, infecciones por VIH y hepatitis... el escándalo de las transfusiones de sangre contaminada sacude a Reino Unido

Palabras clave: Reino Unido, transfusiones de sangre contaminada
Spanish.china.org.cn | 23. 05. 2024

Reino Unido acaba de confirmar una verdad incómoda, para las autoridades, y escandalosa, para los ciudadanos. Durante décadas, el sistema público de Sanidad y el Gobierno británico "encubrieron" un escándalo de transfusiones de sangre contaminada. Miles de personas fueron expuestas a riesgos "inaceptables" a sabiendas y ahora se sabe que aquellas transfusiones provocaron presuntamente unas 3.000 muertes y más de 30.000 infecciones con VIH y hepatitis C.

Brian Langstaff, un antiguo juez, ha dedicado cinco años a investigar lo ocurrido con estas transfusiones en los años 70 y 80 del siglo pasado. El Informe de la Investigación sobre Sangre Infectada con sus conclusiones se ha divulgado este lunes. "Se trata de una investigación pública independiente establecida por ley para examinar las circunstancias en las que hombres, mujeres y niños tratados por los servicios nacionales de salud del Reino Unido recibieron sangre infectada y productos sanguíneos infectados, en particular desde 1970", explican los autores en la web creada al efecto.

La conclusión es terrible: las infecciones y muertes de pacientes no fueron un accidente y podrían haberse evitado en su mayoría. Se "dañaron y destruyeron vidas" a través del "dolor, la enfermedad y la pérdida", han escrito Langstaff y su equipo. Es el peor desastre sanitario de la historia del Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido.

El desastre continúa

"Lo que he descubierto es que el desastre no fue un accidente. La gente depositó su confianza en los médicos y en el Gobierno para que los mantuvieran a salvo, y esa confianza fue traicionada", se lee en el informe de Langstaff.

"No fue un accidente. La gente depositó su confianza en los médicos y en el Gobierno para que los mantuvieran a salvo, y esa confianza fue traicionada".

Y lo peor es que la catástrofe de la sangre contaminada"sigue ocurriendo". Según el exjuez, cada semana siguen muriendo pacientes que sufrieron infecciones que les "destrozaron la vida".

Más de 3.000 muertos

La investigación calcula que las transfusiones de sangre contaminada causaron más de 3.000 muertes. Unas 1.250 personas con trastornos hemorrágicos se infectaron por el VIH (380 eran niños), y entre 80 y 100 recibieron transfusiones. Hubo, además, infectados por hepatitis C, entre 3.650 y 6.250 en personas con trastornos hemorrágicos, y 26.800 en receptores de transfusiones, de los cuales solo 2.700 seguían vivos en 2019. Muchas de estas personas no estaban diagnosticadas.

"El sistema inepto y fragmentado de donaciones que había en el Reino Unido en aquel momento implicó que hubo fallos a la hora de asegurar un suministro suficiente del llamado Factor VIII de donantes británicos", apunta el documento.

¿Por qué ocurrió?

En los años 70 se introdujo un nuevo tratamiento contra la hemofilia que requería una gran cantidad de reservas sanguíneas. Eso obligó al Reino Unido a importar sangre de Estados Unidos, donde los donantes recibían un pago por su sangre. 

El problema es que muchos de esos donantes estadounidenses eran de grupos de riesgo como drogadictos, trabajadores del sexo y presos. La sangre contaminada con hepatitis C siguió usándose hasta 1991, dos años después de que el virus se identificara formalmente.

Theresa May decidió investigar

El asunto llevaba años coleando, pero las distintas administraciones que pasaban por Downing Street preferían mirar para otro lado. Fue así hasta 2017 cuando la entonces primera ministra Theresa May decidió abrir una investigación sobre las transfusiones.

Jason Evans desempeñó un papel decisivo en la decisión de May, cuenta The Independent. Tenía 4 años cuando su padre murió a los 31, en 1993, tras contraer VIH y hepatitis por un producto de plasma sanguíneo infectado. "Mi padre sabía que se estaba muriendo y grabó muchos vídeos caseros, que he conservado y reproducido una y otra vez mientras crecía, porque era realmente todo lo que tenía", ha explicado.

Ken Clarke, el exministro señalado

En aquel entonces, Ken Clarke era el ministro de Sanidad del Gobierno de Margaret Thatcher. La investigación concluye que Clarke engañó a la gente de forma "indefendible" sobre los riesgos de las transfusiones. Clarke, que hoy es Lord Clarke, dijo en 1983 que "no había pruebas concluyentes" de que el sida pudiera transmitirse a través de la sangre.

El entonces ministro dijo en 1983 que "no había pruebas concluyentes" de que el sida pudiera transmitirse a través de la sangre

Pero Langstaff recuerda que en 1982 había pruebas de que se producían infecciones a través de productos sanguíneos importados, por lo que las afirmaciones de Lord Clarke "daban falsas garantías, carecían de franqueza" y eran engañosas. El informe también reprende al exministro por afirmar que los activistas sólo le criticaban porque era una "celebridad".

Cargos por homicidio imprudente

De momento, las víctimas del escándalo han exigido una disculpa de Clarke y que no siga ocupando un escaño en la Cámara de los Lores. El exministro es Lord desde 2020, cuando le nombró Boris Johnson, con la oposición ya entonces de los activistas de esta causa, entre los que se encontraba la Sociedad de Hemofilia, que pidieron que se pospusiera el nombramiento hasta que la investigación pública diera a conocer sus conclusiones.

Las víctimas adelantan que presentarán cargos por homicidio imprudente contra los hospitales y otras instituciones implicadas en la tragedia. Los funcionarios y los departamentos de Whitehall, el epicentro del Gobierno británico, podrían ser acusados por su participación en el encubrimiento del escándalo.

Críticas a Sunak 

Al actual ministro de Trabajo y Pensiones, Mel Stride, le han preguntado si cree que Lord Clarke tiene preguntas que responder. "Está claro que se están planteando preguntas, preguntas muy serias, y hasta ese punto, de hecho, hay preguntas que deben abordarse", ha declarado a Sky News.

El primer ministro Rishy Sunak se lleva también su parte, porque el informe de Langstaff critica al actual Gobierno por no haber actuado inmediatamente tras las recomendaciones sobre indemnizaciones que ya se hicieron el año pasado.

Indemnización provisional de 245.000 euros

"Recomiendo que se paguen ya las indemnizaciones y he hecho otras varias recomendaciones para ayudar a que el futuro del NHS sea mejor y el tratamiento más seguro", concluye Langstaff en su informe. El Ejecutivo se ha comprometido a pagar "lo que cueste" por las indemnizaciones a las víctimas. Serán miles de millones de libras.

Este martes, el ministro John Glen, ha revelado en la Cámara de los Comunes que las víctimas recibirán indemnizaciones provisionales por valor de 210.000 libras (245.000 euros). Este dinero espera que se empiece a pagar antes de finales de año (un plazo de 90 días, a partir del verano), pero reconoció que "el tiempo es esencial" para algunas víctimas.

"Se efectuarán pagos por valor de 210.000 libras esterlinas a los beneficiarios infectados vivos, a los inscritos en los planes de ayuda a los infectados existentes, así como a los que se inscriban en un plan de ayuda antes de que entre en funcionamiento el plan definitivo, y a las herencias de los que fallezcan de aquí a que se efectúen los pagos", ha asegurado Glen en el Parlamento.

Sunak: "Lo siento de verdad"

El primer ministro ha presentado sus disculpas en nombre de los sucesivos Gobiernos y de todo el Estado británico. "A todos los niveles, las personas y las instituciones en las que depositamos nuestra confianza fallaron de la forma más desgarradora y devastadora", dijo este lunes Sunak en una declaración ante la Cámara de los Comunes.

Las personas y las instituciones en las que depositamos nuestra confianza fallaron de la forma más desgarradora y devastadora"

"Capa y capa sobre capa de dolor, soportado a lo largo de décadas, ésta es una disculpa del Estado a cada una de las personas afectadas por el escándalo", declaró. "No tenía que haber sido así. Nunca debería haber sido así... Y en nombre de éste y de todos los gobiernos que se remontan a la década de 1970, lo siento de verdad", concluyó el jefe del Gobierno.

Amanda Pritchard, actual directora ejecutiva del NHS inglés, también ha pedido perdón. Lo ha hecho "no sólo por las acciones que condujeron a enfermedades que alteraron y limitaron la vida", sino también "por no haber comunicado claramente, investigado y mitigado los riesgos para los pacientes de las transfusiones y los tratamientos; por la falta colectiva de apertura y voluntad de escuchar, que negó a pacientes y familiares las respuestas y el apoyo que necesitaban; y por el estigma que muchos experimentaron en el servicio sanitario cuando más necesitaban apoyo".


Fuente: 20Minutos