Investigación sobre subvenciones a los VE de la UE tiene trasfondo político

Presentación de “Shenxing”, una batería de litio hierro fosfato de carga rápida del fabricante chino Contemporary Amperex Technology en el Salón Internacional del Automóvil 2023 en Múnich, Alemania, 4 de septiembre de 2023. [Xinhua]

La Comisión Europea advirtió a tres fabricantes chinos de vehículos eléctricos (VE) -BYD, SAIC y Geely- de la presentación de información insuficiente para la investigación en curso sobre subvenciones y, que a falta de subsanación, se utilizarán las pruebas disponibles en otros lugares para el cálculo de aranceles que podrían inflar sustancialmente el precio minorista de sus productos en el mercado europeo, informó Reuters el viernes.

La UE indaga sobre supuestas ayudas públicas a empresas chinas de vehículos eléctricos, con la intención de aumentar los impuestos de concluirse una distorsión del mercado. El proceso, iniciado el 4 de octubre, podría durar hasta 13 meses, con una posible imposición de derechos antisubvención provisionales 9 meses después del inicio de la acción.

Por su parte, Estados Unidos también considera proceder de la misma manera o incluso prohibir las unidades chinas en su mercado alegando un motivo similar, además de la sospecha infundada de que sirven de medios para espiar a los usuarios estadounidenses.

Aunque una alerta de este tipo por la Comisión Europea es habitual y se han emitido otras parecidas en anteriores casos de defensa comercial, con el derecho de respuesta otorgado a las empresas chinas afectadas, la mención de que se harán uso de los “datos disponibles” para llenar ciertas lagunas si las compañías no facilitan la información relevante para completar su investigación suena más a una amenaza, que expone la naturaleza de la acción como una manipulación política que da gato por liebre.

SAIC dijo que había “cooperado plenamente” con la entidad y brindado todos los datos necesarios de acuerdo con las normas de la Organización Mundial del Comercio y de la UE. “Merece la pena señalar que información comercialmente sensible -como la composición de las baterías- no debería pertenecer a esta categoría”.

La respuesta de SAIC muestra claramente que parte de los datos solicitados va más allá de lo que implica la investigación y afecta directamente secretos tecnológicos de la firma. Por eso, la Cámara de Comercio China en la UE dijo que las acusaciones de falta de colaboración eran infundadas y que las empresas han participado en múltiples rondas de preguntas y han facilitado inspecciones in situ.

La competitividad de los vehículos eléctricos chinos se debe a que sus fabricantes dominan tecnologías avanzadas en baterías y otras partes fundamentales de los productos. Esto se debe a sus aportes a largo plazo y a la reñida competencia interna. El sector, junto con los rubros de paneles solares, turbinas eólicas y otros adelantos y equipos ecológicos, también en la mira de la UE y Estados Unidos por motivos injustificados de subvenciones o seguridad nacional, contribuye en realidad a la transición ecológica mundial.

En una conversación con los presidentes de China y Francia, Xi Jinping y Emmanuel Macron, el lunes en París, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que el bloque elogia los esfuerzos y progresos de China en la transición y el desarrollo ecológicos, reconoce su derecho legítimo a avanzar y desea continuar el diálogo sincero con ella y fortalecer su cooperación.

Sin embargo, la UE parece seguir el ejemplo estadounidense, dice una cosa y hace otra en lo que respecta a sus relaciones con China. ¿Cómo puede mantener un diálogo sincero o reforzar la cooperación? Si la UE es lo que realmente afirma que es, una firme defensora del libre comercio, de la competencia leal, de la economía de mercado y de la globalización económica, debería evitar el manual proteccionista de Washington, sobre todo porque este también posee un capítulo dirigido a sus empresas de tecnología verde.