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spanish.china.org.cn | 07. 05. 2024 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

Importancia estratégica de las relaciones China-Francia

Palabras clave: China, Francia
Spanish.china.org.cn | 07. 05. 2024

El presidente chino Xi Jinping llegó el domingo a París, Francia, primera escala de su gira europea, y recibió una calurosa bienvenida de la población local. El discurso a su llegada al aeropuerto parisino de Orly, su artículo publicado en el medio francés Le Figaro y la reunión trilateral China-Francia-UE con el presidente francés Emmanuel Macron y la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen siguen suscitando debates en la opinión pública occidental, dejando claro la importancia de su visita a nivel bilateral, europeo y mundial.

Xi indicó en su artículo que traía consigo tres mensajes de China: Trabajar con Francia para impulsar el espíritu que guió el establecimiento de sus lazos diplomáticos, aprovechar los logros pasados y abrir nuevas perspectivas para las relaciones China-Francia; abrir aún más al mundo y profundizará la cooperación con Francia y otros países; y fortalecer la comunicación y la coordinación con Francia para defender la paz y la estabilidad mundiales. Los tres no solo demuestran el concepto chino de desarrollo, seguridad y civilización en la nueva era, sino también la naturaleza estratégica, trascendental y global de los vínculos bilaterales en el contexto de un orden mundial cambiante.

Este año se cumple el 60 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Francia. Hace seis décadas, ambos países rompieron las gélidas barreras de la Guerra Fría, salvaron distancias y construyeron lazos a nivel de embajadores, "abriendo una rendija en la plancha de hierro", empujando al mundo hacia el diálogo y la cooperación. Incluso hoy en día, la admiración por la visión amplia y estratégica de aquella generación de líderes sigue siendo un sentimiento común en ambos países, evidenciando que la dirección estratégica del vínculo logrado en aquel momento fue correcta y resistió la prueba del tiempo. El énfasis del presidente Xi en llevar adelante ese espíritu, el de independencia, comprensión mutua, previsión, beneficio mutuo y resultados en los que todos ganan, muestra que, ante las profundas transformaciones e incertidumbres globales, se espera que los dos países puedan reconducir al mundo por la senda de la cooperación y no de la confrontación, hacia frutos para todos en vez de un juego de suma cero.

Es visible que, desde el conflicto entre Rusia y Ucrania hasta las guerras comerciales, algunos en Occidente han elaborado una "lista de asuntos pendientes" entre China y Francia. Ellos nunca la han evitado. En 60 años, la razón por la que ese nexo se ha mantenido a la vanguardia de otras relaciones de China con países occidentales, pionero en muchos aspectos, no es porque no haya habido altibajos, sino porque siempre se ha enfocado en los intereses fundamentales a largo plazo de sus pueblos, han velado en conjunto por la paz y la estabilidad en el mundo y han promovido el desarrollo y el progreso humanos.

Charles de Gaulle dijo una vez en una rueda de prensa tras el inicio de aquella relación: "Francia simplemente reconoce el mundo tal como es". Creía firmemente en la larga historia de la civilización china y subrayó que el desarrollo mundial no podía prescindir de ella. Hoy, a medida que esta se integra plenamente en la globalización, tal y como lo dijo De Gaulle, China guarda una férrea voluntad y sigue contribuyendo al desarrollo global. La expansión de su apertura de alto nivel y la mayor cooperación con otros países, incluida Francia, no es una elección forzada, sino una conclusión extraída de su propia experiencia de desarrollo, así como el resultado natural de sus necesidades de desarrollo. China ofrece oportunidades y no riesgos, y busca la cooperación y no la disputa. Mientras se sepa captar correctamente el hilo conductor de su desarrollo, todos los problemas serán técnicos y temporales.

Francia es una gran potencia con voz en el mundo occidental y su influencia no radica solo en su poderío, sino también en su larga tradición de independencia y en su perspectiva y visión únicas. La estabilidad y el desarrollo de las relaciones bilaterales será un caso destacado en los lazos de China con Occidente, sirviendo de ayuda a otros pares occidentales en la comprensión de la política exterior china y los principios que defiende en sus vínculos con países de sistemas y orígenes culturales diferentes. La estabilidad de las relaciones China-Francia brinda un mayor impulso a las de China con Europa y también facilita el conocimiento de China de manera racional, pragmática y objetiva para un mejor manejo de sus lazos con ella.

Francia fue la primera potencia occidental en establecer lazos diplomáticos con China, y desde un comienzo estas siempre han influido en las relaciones internacionales y en el orden mundial. Como dijo el presidente Xi, "tanto China como Francia valoran la independencia como dos países importantes, y nuestras interacciones a larga data han liberado una tremenda energía que ha influido en la trayectoria del mundo". Bajo la guía estratégica de ambos líderes, se espera que China y Francia emprendan un nuevo viaje en los próximos 60 años de relaciones bilaterales, con renovados logros para la paz y la estabilidad mundiales, así como para el desarrollo humano.