Científicos chinos desarrollan arroz para su cultivo en el desierto de Xinjiang

Arroz de reproducción rápida en un invernadero en el desierto de la prefectura de Hotan, en la región autónoma uigur de Xinjiang, en el noroeste de China, durante un periodo de prueba. Foto: Cortesía del Instituto de Agricultura Urbana de la Academia China de Ciencias Agrícolas

Científicos chinos han desarrollado un arroz de cultivo rápido para invernaderos del desierto en la prefectura de Hotan, en la región autónoma Uigur de Xinjiang, en el noroeste de China, por primera vez en periodo de prueba, para un crecimiento de solo 75 días entre la siembra y la cosecha.

Según el Instituto de Agricultura Urbana de la Academia China de Ciencias Agrícolas, la tecnología facilitará el cultivo durante todo el año con cosechas rápidas en zonas desérticas.

Su responsable fue el científico jefe del centro, Yang Qichang, y su equipo de investigación tras 5 años de arduo trabajo. El grupo aprovechó los ricos recursos solares del desierto y aplicó medidas como el cultivo vertical sin suelo en varias capas y el control de la fuente de luz artificial, lo que hace que el arroz crezca desde la siembra hasta la cosecha en solo 75 días. La técnica reduce el ciclo en torno a un 40 % en comparación con el campo tradicional, indicó el instituto con sede en Chengdu.

“Para esta siembra usamos el nuevo arroz local con tecnología de cultivo rápido. El cultivo de las plántulas duró 15 días. En febrero, las plantamos en los tanques sin suelo. El ciclo completo de producción es como máximo de 60 días", declaró el lunes Wang Sen, investigador del centro y miembro del equipo.

El rápido crecimiento en los invernaderos de Hotan adopta la tecnología de cultivo vertical sin suelo, que proporciona buenas condiciones de producción, como luz, temperatura, agua, aire y fertilizante, con luz suplementaria LED inteligente de fuentes artificiales”, precisó Wang.

Dentro de la instalación, la temperatura, la humedad, la intensidad de la luz y otros factores pueden controlarse siempre con exactitud. Sin embargo, los costes de energía, funcionamiento y construcción son más elevados. Por ello, el experimento utiliza abundantes recursos de luz y calor del desierto de Taklimakan para establecer un invernadero que reduzca significativamente los costes.

Es importante “inspirar más estudios científicos” en este campo, animar a los especialistas a explorar diversas soluciones para “garantizar la producción nacional y la seguridad alimentaria”, apuntó Wang.

El equipo ha explorado otras tecnologías clave para la obtención rápida de cultivos básicos como la soja, el maíz y el trigo, así como de semillas oleaginosas y algodón en los invernaderos desérticos de Hotan.

Durante los últimos años, la institución se ha esforzado en la investigación de técnicas de construcción de invernaderos verticales sin personal. En diciembre de 2023, edificó en Chengdu, provincia suroccidental de Sichuan, uno de 10 metros de altura, el más alto del mundo en su género. Sus procedimientos de cultivo son totalmente automatizados, incluida la siembra, el aclareo, la cosecha y el envasado, según reportaron los medios.