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spanish.china.org.cn | 30. 04. 2024 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

EE.UU. enarbola el "exceso de capacidad" en China mientras pierde competitividad

Palabras clave: EE.UU., capacidad
Spanish.china.org.cn | 30. 04. 2024

La campaña estadounidense acerca de la “sobrecapacidad” económica de China, sobre todo en tecnologías verdes, es absurda: El país nunca la aplica a sus propias compañías y viola todo lo conocido en economía.

Estados Unidos es un gran exportador de aviones civiles, productos agrícolas, bienes de alta tecnología, armamento y otros sectores. Su producción supera con creces el consumo interno. Pero no declara que sufre de “exceso de capacidad”, ni insiste en que los agricultores planten menos, Boeing construya menos aviones, haya menos bancos, porque en 2023 las instituciones financieras tuvieron un superávit comercial de 113 000 millones de dólares, o que la I+D debe ser menor por un excedente internacional de 82 000 millones de dólares en ingresos de propiedad intelectual.

Estados Unidos tiene una ventaja comparativa de eficiencia en estos rubros que envía al exterior, y a cambio importa productos que otros países fabrican de forma más eficiente, esto resultó en un déficit global de su balanza de pagos del 3,0 % del PIB en 2023.

Del mismo modo, China se ha convertido en un gran exportador de paneles solares, baterías, turbinas eólicas y vehículos eléctricos, entre otros. Además, es un gran importador en sectores en los que otros tienen ventajas. En términos de servicios, China tiene una posición competitiva más débil en comparación con su par norteamericano: en 2023, su superávit comercial de servicios fue de más de 280 000 millones de dólares, mientras que China tuvo un déficit de 171 000 millones de dólares.

Washington argumenta que China debería reducir sus industrias de éxito cuando este no hace lo mismo. Es claro que su discurso sobre “abundancia de capacidad” no es una política económica objetiva, sino un intento mal disimulado de debilitar a China en ámbitos en los que Estados Unidos no compite bien.

Consideremos la cuestión desde un punto de vista más esencial. Adam Smith creó la economía moderna hace 250 años, en “La riqueza de las naciones”, precisamente analizando este tipo de temas. Smith señaló que un país es menos eficiente si busca la autosuficiencia a través del proteccionismo, porque ninguno es tan eficiente para producirlo todo. Por lo tanto, ganan en desarrollo y prosperidad quienes tengan una división internacional del trabajo en la que se fabrica bienes donde son más eficientes e importan de otros productos en los que lo son menos. Esta separación de la labor crea la base del comercio internacional.

De ello se deriva precisamente que el intercambio comercial de un país no sea equilibrado en cada sector. Tendrá abundancia en aquellos en los que posea una eficiencia relativa y déficit en los que otros países sean más eficientes -precisamente, Estados Unidos y China -.

La exigencia razonable de las organizaciones internacionales es que el comercio de un país sea relativamente equilibrado, es decir, que no registre grandes excedentes o carencias en la balanza de pagos. Este es en buena cuenta el caso de China. En 2023, su superávit fue del 1,5 % del PIB, dentro de un margen razonable según los criterios internacionales.

Lo que preocupa a Estados Unidos es verse superado por la competencia en nuevos sectores clave, especialmente los ecológicos, que China ha promovido. Pero se está quedando atrás porque decide gastar recursos en otras cosas.

Su gasto militar en 2023 era del 3,6 % del PIB, frente al 2 % exigido para otros miembros de la OTAN. El presupuesto sanitario en 2019, incluso antes del aumento por la covid, fue del 16,7 % del PIB en comparación con el 11,7 % de Alemania. Pero este es increíblemente ineficiente: la esperanza de vida en Estados Unidos era de 78,8 años, frente a los 81,3 de los europeos.

Reducir el gasto militar incluso a niveles medios, o adoptar sistemas sanitarios públicos de otros países, liberaría cientos de miles de millones de dólares para incrementar su inversión en nuevos rubros, superando su retraso competitivo: Estados Unidos pierde en la competencia de estos campos simplemente porque elige destinar sus recursos a otros aspectos.

Cuando dice: “Elegimos gastar dinero en armas en vez de en productos verdes, por ello, no somos competitivos, es así que ustedes deben bajar su presupuestos en ese sector”, el resto del mundo puede y debe responder simplemente: “No, eso nos perjudicaría”.

En las industrias verdes, el mundo no se enfrenta a un “exceso de oferta”, sino al peligro de una insuficiente. La Agencia Internacional de la Energía advierte de que el uso actual de combustibles fósiles en lugar de energía verde es “enorme” si se quiere evitar un cambio climático desastroso. China es el productor de tecnología verde más eficiente del mundo. Sin embargo, ni siquiera ella puede satisfacer todas las necesidades del planeta. Sería un paso adelante si Estados Unidos desviara capital de los usos actuales para aumentar su eficiencia y su producción ecológica.

Por lo tanto, su argumento sobre “exceso de capacidad” debe desterrarse como una pretensión interesada que no se aplica a sí misma, porque va en contra de los principios básicos de la economía y de los intereses del mundo.


El autor es investigador principal del Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad Renmin de China.