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spanish.china.org.cn | 23. 04. 2024 | Editor:Eva Yu [A A A]

China y Europa: impulsores de una agenda global con futuro compartido para la humanidad

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Spanish.china.org.cn | 23. 04. 2024


China y Europa están en una posición privilegiada para liderar en temas como el cambio climático y el desarrollo desigual.


Por Jorge Fernández


Las relaciones internacionales hoy testimonian un entorno inédito por la volatilidad y el cambio. Pese a una inclinación errática hacia la anarquía y el concepto de justicia impuesto por el más fuerte, la colaboración construida sobre la confianza, la independencia y el beneficio mutuo también han marcado parte de los fenómenos que ocurren en el complejo seno de las relaciones entre Estados. Es el caso de las relaciones entre China y Europa, que a lo largo de décadas, han logrado cosechar éxitos que redundan en los intereses no solo de ambas partes sino de todo el mundo.

Entre los hechos que hay que destacar como parte de las acciones para fortalecer estas vinculaciones está el ocurrido a principios de abril. En un contexto de desequilibrios causados por guerras en regiones del planeta y ataques contra la globalización y el multilateralismo, el presidente de China, Xi Jinping, celebró una reunión en Beijing con el canciller de Alemania, Olaf Scholz. Temas urgentes en la agenda de la comunidad de naciones, a saber, las crisis climáticas, los efectos colaterales dejados por la pandemia o la rivalidad versus cooperación entre naciones cobran vital importancia por las capacidades que tienen tanto China como Alemania para generar giros positivos. Las declaraciones emitidas por estos líderes, cabezas de poderosos motores económicos e influyentes figuras en las relaciones internacionales, evidencian la trascendental importancia que hay cuando Estados con entornos de asociación, cooperación y desarrollo sanos cooperan en temas internacionales.

Entre los temas que han llamado la atención de la comunidad internacional está el multilateralismo. Ambas naciones conceden gran importante al pleno despliegue de un sistema que descanse en el mulitalteralismo y que esté marcado por el desarrollo abierto e inclusivo. Alemania como un miembro influyente en Europa y Europa misma, como un importante mercado con miembros prestigiosos y de gran influencia internacionales, tienen la responsabilidad y deber, compartidos por China, de trabajar por defender, construir y mejorar un orden internacional que tenga como pilar fundamental normas y principios. China y Europa cuentan con elementos suficientes para edificar un entorno equitativo y sostenible donde prevalezca la competencia justa, la cooperación abierta y la inexistencia de actos discriminatorios.

Europa debe permanecer como un continente libre de presiones externas que le permitan vinculaciones de mejor calidad con el resto de países. En voz del mandatario chino, China y Alemania necesitan llevar a cabo colaboraciones de forma independiente en el ámbito multilateral, impulsar a la comunidad internacional a tomar acciones concretas para abordar de mejor manera desafíos globales como el cambio climático, el desarrollo desequilibrado y los conflictos regionales, y realizar una mayor contribución al equilibrio y la estabilidad del mundo.

Las conexiones de China con Europa en el campo industrial o el de suministro de bienes y servicios es cuasi simbiótica y, en consecuencia, las oportunidad para profundizar la cooperación son incontables. Campos como el automotriz, el de la inteligencia artificial o el de la energía verde podrían llegar a niveles insospechados con un enfoque honesto y comprometido con el beneficio compartido y con la construcción de entornos justos y transparentes. China y Europa tienen frente a ellos la oportunidad de dar rienda suelta a sus potencialidades y encausar sus fuerzas en dirección a un crecimiento perenne de naturaleza inclusiva y sostenible. Tal y como señaló el primer ministro Li Qiang con el canciller alemán, China está decidida a seguir abriéndose más y está dispuesta a optimizar el entorno empresarial para que las empresas alemanas y de otros países europeos o de otras partes puedan invertir y hacer negocios en China

Una relación con coincidencias notables en sus intereses redunda en la escena internacional. De cara a terceros, China y Europa, defensores del multilateralismo y de una gobernanza mundial más eficiente y efectiva, pueden ser puntas de lanza en temas espinosos de la agenda internacional, entre estos el cambio climático, el desarrollo desigual y los lacerantes conflictos bélicos en diferentes lugares del planeta. China y Europa están en una posición privilegiada para desplegar su potencial como líderes y contribuir a la construcción de un entorno de paz, estabilidad y confianza en el mundo.

El compromiso de enfilar sus baterías para encausar el desarrollo verde y la transición hacia sistemas económicos bajos en carbono genera esperanza y aliento entre países del Sur Global. Tómese como ejemplo la exportación emprendida por China de vehículos eléctricos, equipados con baterías de litio y productos fotovoltaicos, la cual ha hecho más amplia la oferta global y ha aliviado la presión inflacionaria, sino que además ha demostrado compromiso y seriedad en la lucha contra el cambio climático y el desarrollo sostenible. La dedicación demostrada por China, complementada por las capacidades de una región como Europa, pueden allanar el camino para construir un futuro más limpio y sostenible, que podamos dejar a las generaciones posteriores.

La relación entre China y Europa tiene una proyección que rebasa las vinculaciones bilaterales. Los intercambios entre estos dos titanes, de cara al futuro y tomando como base la equidad, compartición y beneficio compartido, sientan las bases para un mundo más próspero y con mayores intervalos de paz. La relación que parta de aquí servirá para inspirar a más naciones a unirse y trabajar por un futuro esperanzador y lleno de oportunidades.