spanish.china.org.cn | 15. 04. 2024 | Editor:Teresa Zheng | [A A A] |
La visita de Scholz demuestra una vez más cuál es la tendencia principal de las relaciones entre China y Alemania
El domingo por la mañana, el canciller alemán, Olaf Scholz, llegó a Chongqing y comenzó su esperada visita a China, la segunda desde que asumió el cargo. Según el itinerario anunciado por la cancillería alemana, Scholz visitará Chongqing, Shanghai y Beijing en tres días. Este es también su viaje más largo como canciller. Desde la vista previa del itinerario, pasando por la feroz competencia entre las empresas alemanas por la "tarjeta de embarque" para unirse a la delegación, hasta la especulación y el debate sobre los temas e impactos del viaje, esta visita ha atraído una gran atención e interpretación por parte de la opinión pública de los dos países y del mundo, lo cual es relativamente raro.
La razón de esto tiene que ver con la posición fundamental de China y Alemania como la segunda y tercera economías más grandes del mundo en la actual situación internacional cambiante, y también con la gran atención del público al impacto que esta visita tendrá en las relaciones entre China y Alemania e incluso entre China y la UE. A juzgar por la "gran" delegación visitante de tres ministros federales y muchos líderes empresariales enviados por Alemania, así como por el itinerario general, la importancia de las relaciones entre China y Alemania para ambas partes está fuera de toda duda. Más importante aún, a través de una serie de interacciones cercanas, China y Alemania demostrarán una vez más que son socios que pueden trabajar juntos para hacer frente a los cambios, y que todavía existe un gran potencial para la cooperación práctica.
Hasta cierto punto, la visita "de alto perfil" de Scholz a China no es más que una vuelta a la normalidad de las relaciones bilaterales. Los intercambios a gran escala y estrechos a nivel gubernamental, así como a nivel local y empresarial entre China y Alemania siempre han sido factores clave en las relaciones bilaterales. La altísima atención y las numerosas interpretaciones de esta visita son un reflejo de la confusión actual sobre China en Alemania y Europa. Algunos medios alemanes describieron la visita como algo que tenía ciertas semejanzas con la "era Merkel". Esto refleja, desde otro punto de vista, que en Alemania todavía se mantiene la tradición de pragmatismo, racionalidad y cooperación de beneficio mutuo con China.
En el actual entorno de la opinión pública europea, la visita de Scholz se ha configurado con algunos "problemas" y "dificultades". En un momento dado, se esperaba que pudiera mostrar más de la actitud "dura" de Europa en temas como el conflicto entre Rusia y Ucrania, el estrecho de Taiwan y los derechos humanos. En otro momento, se sugirió que en este delicado momento en que Estados Unidos y Europa amenazan con tomar medidas enérgicas contra los productos chinos en la disputa por los subsidios, Alemania no debería mantener una actitud "ambigua".
En Alemania, los empresarios y los funcionarios de los Gobiernos locales que vienen a China en busca de cooperación práctica deben tener cuidado de no ser etiquetados como si estuvieran "exponiendo debilidades fatales en China". Esta retórica es coercitiva y mezcla restos ideológicos con el nuevo eslogan del "desacoplamiento" como razones para intimidar la autonomía diplomática de Alemania.
De hecho, las necesidades prácticas de la cooperación entre China y Alemania superan con creces el clamor temporal de la opinión pública. Un detalle importante que merece atención es que después de que Scholz llegara a Chongqing, visitó una planta de producción de motores de hidrógeno de un proveedor de automóviles alemán. Es fácil ver el énfasis de Alemania en el potencial de la cooperación en materia de energía limpia entre los dos países.
Alemania ha sido el mayor socio comercial de China en Europa durante 49 años consecutivos, mientras que China ha sido el mayor socio comercial mundial de Alemania durante ocho años consecutivos. En 2023, según las instituciones alemanas, la inversión alemana en China alcanzó un máximo histórico. Hace apenas unos días, el gigante automovilístico alemán Volkswagen anunció una inversión de 2.500 millones de euros (2.700 millones de dólares) para expandir sus operaciones en China. Los hechos demuestran que la cooperación práctica no es una opción, sino un imperativo.
No hay necesidad de ocultar el hecho de que existe competencia en ciertas industrias entre China y Alemania, lo que ha sido un punto focal para algunos medios de comunicación estadounidenses y europeos empeñados en abrir una brecha en las relaciones entre China y Alemania. Sin embargo, independientemente de las verdaderas observaciones de la visita de Scholz, o de la elección de las empresas alemanas para invertir en China, se puede ver que no se debe subestimar el espacio y el potencial para la cooperación racional y pragmática entre China y Alemania, así como las situaciones de beneficio mutuo y ganancia recíproca. Cuando se enfrenten a cuestiones controvertidas, ambas partes desplegarán suficiente sabiduría y capacidad para encontrar soluciones.
La visita de Scholz se produce en el contexto del décimo aniversario del establecimiento de la asociación estratégica integral China-Alemania, y las interacciones entre las dos principales economías gozan, sin duda, de una gran importancia para las relaciones bilaterales y las relaciones entre China y Europa. Más allá del plano bilateral, la inspiración de la visita de Scholz a China es que el diálogo y la comunicación tienen un valor importante incluso en tiempos de dificultades, desafíos, cambios e incluso caos. El respeto mutuo y la cooperación pragmática deben seguir siendo los principios a seguir en el desarrollo de las relaciones.