El detalle de la visita de Yellen a China bien vale la pena una reflexión

La secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen, pronuncia un discurso durante la charla informal de AmCham China en el Centro de Conferencias Internacional Baiyun, en la ciudad del sur de China, Guangzhou, el 5 de abril de 2024.

La visita de la Secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen, a China ha atraído una amplia atención. Este es el último paso para implementar el importante consenso alcanzado por los líderes de ambos países durante su llamada telefónica del martes. El propósito de la visita de Yellen es "fortalecer el diálogo y la comunicación, evitar cálculos erróneos y promover la cooperación, para avanzar en la relación por un camino estable y responder conjuntamente a los desafíos globales". En medio de la elección general en los Estados Unidos y de más incertidumbres e incluso factores negativos en las relaciones entre Estados Unidos y China, esta visita se considera una señal importante de que los dos países avanzan hacia una relación estable y en proceso de recuperación.

Muchas personas han notado que la visita de Yellen a China esta vez durará seis días, lo cual es raro para un funcionario de alto rango de Estados Unidos tener un viaje tan largo en otro país. La revista con sede en Estados Unidos, Politico, considera que esto es un "desarrollo significativo" en las relaciones entre Estados Unidos y China. El periódico con sede en Singapur, Lianhe Zaobao, también describe que tanto China como Estados Unidos han mostrado una fuerte "resiliencia política”.

El optimismo, hasta cierto punto, es un reflejo de la realidad de las relaciones entre Estados Unidos y China: en comparación con el mismo período del año pasado, este año no ha habido ningún evento disruptivo importante en las relaciones bilaterales, y los intercambios entre los dos países en diversos campos muestran signos de recuperación.

Sin embargo, es difícil afirmar que Washington tenga mucha sinceridad para reparar las relaciones entre Estados Unidos y China. Existen dudas sobre si este impulso positivo puede continuar en el futuro. Aunque no ha habido ningún evento disruptivo importante este año, Estados Unidos no ha detenido sus acciones negativas hacia China, con una serie de acciones de contención económica, comercial y tecnológica contra China, y una lista cada vez mayor de sanciones contra empresas chinas.

A pesar del viaje de Yellen a China, la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, y la representante de Comercio, Katherine Tai, estaban en Europa instando a tomar "medidas necesarias" contra la industria de chips de China. Las acciones inconsistentes de Estados Unidos están enviando mensajes complejos a China y a otros países, lo que dificulta creer que Estados Unidos haya abandonado su impulso estratégico de contener a China como rival.

Un detalle de la visita de Yellen a China puede ser particularmente digno de reflexión por parte de las élites políticas de Washington. Ya sea cenando en público, usando hábilmente palillos, o mostrando un gesto amigable, Estados Unidos espera crear una imagen amistosa ante el pueblo chino.

Sin embargo, muchos internautas chinos no aceptan este gesto, y la crítica hacia Washington sigue siendo fuerte. Esta es la verdadera actitud de la opinión pública china, ya que los dobles estándares de Estados Unidos han perdido en gran medida la confianza del pueblo chino. En otras palabras, muestra que los chinos tienen una "mejor comprensión" de Estados Unidos ahora. Si Estados Unidos realmente quiere recibir "señales positivas" de China, vale la pena reflexionar sobre este tipo de opinión pública.

Sin embargo, la opinión pública mundial, incluidos los medios de comunicación estadounidenses, casi unánimemente se inclina hacia el lado positivo de la comunicación y el diálogo entre Estados Unidos y China. La mayoría de las preocupaciones surgen de la esperanza por la estabilización y mejora de las relaciones entre ambos países. Muchos de los mecanismos de diálogo entre China y Estados Unidos son promovidos y restaurados activamente por Estados Unidos. Esto demuestra que Estados Unidos también se da cuenta de que un "desacoplamiento" completo de China no es posible, y que Estados Unidos no puede permitirse el costo de un conflicto total con China.

China y Estados Unidos tienen mucho que ganar con la cooperación y mucho que perder con la confrontación. Estas no son palabras vacías. La cooperación es necesaria, no una elección, para ambas partes. Aumentar el costo para Estados Unidos de suprimir a China no es nuestro objetivo de desarrollo, sino un resultado objetivo. Esto incluye tanto los intereses entrelazados de China y Estados Unidos, como los intereses entrelazados de China y otros países.

En la llamada con el presidente de Estados Unidos, Biden, el presidente chino Xi Jinping señaló varios principios generales que deberían guiar las relaciones entre China y Estados Unidos este año: la paz debe ser valorada, la estabilidad debe ser priorizada y la credibilidad debe ser mantenida. Entre ellos, la credibilidad no solo es la expectativa para las relaciones entre China y Estados Unidos, sino también un requisito para que Estados Unidos cumpla con sus compromisos.

Es necesario recordar a Washington que si la política actual de Estados Unidos hacia China es meramente utilitaria y oportunista, el daño a la confianza mutua será duradero. Después de la visita de Yellen a China, esperemos que haya acciones concretas por parte de Estados Unidos para mantener el principio de credibilidad.