spanish.china.org.cn | 02. 04. 2024 | Editor:Teresa Zheng | [A A A] |
¿Se tambalea la resolución de reducción de emisiones de la UE por las ventas chinas de vehículos eléctricos?
Según informes de los medios europeos, el jefe del grupo del Partido Popular Europeo (PPE) en el Parlamento Europeo, Manfred Weber, dijo recientemente en una entrevista que China se está beneficiando de la política climática de la Unión Europea (UE). Afirmó que la "prohibición del motor de combustión por parte de Europa fue un grave error de política industrial del que China se está beneficiando" y que el Pacto Verde, que abarca las medidas de política climática de la UE, no debería convertirse en un "Acuerdo con China". Weber rechazó previamente la prohibición de los motores de combustión interna para 2035 en el Parlamento Europeo. Su declaración esta vez no es sorprendente. Sin embargo, su vinculación de esta cuestión con China "beneficiándose" de Europa revela algunos acontecimientos alarmantes en la parte europea.
La UE ha adoptado una actitud relativamente activa a la hora de abordar el cambio climático y promover la transición ecológica. El bloque lanzó el "Pacto Verde" de la UE, con el objetivo de convertirse en el primer continente "climáticamente neutro" del mundo para 2050. Sin embargo, en vísperas de las elecciones al Parlamento Europeo de junio, existe una creciente preocupación entre la opinión pública de que las ambiciones climáticas de Europa se están reduciendo y que el Pacto Verde de la UE "choca con la realidad geopolítica y económica".
Es un problema realista para Europa averiguar cómo se ajustará el Pacto Verde en la próxima etapa y hacia dónde conducirá finalmente la transición ecológica. El mundo está prestando atención a estos acontecimientos. Sin embargo, las palabras de Weber representan la dirección más absurda y peligrosa. Weber parecía estar discutiendo la prohibición de los motores de combustión; pero, de hecho, estaba representando una fuerza detrás de él para proporcionar una excusa dirigida a justificar el proteccionismo de la UE en el sector de los vehículos eléctricos (VE), mientras encontraba un chivo expiatorio para la difícil situación en la que se encuentra el Pacto Verde del bloque. Esto no resiste el escrutinio.
Europa es el continente con el clima que más rápido se calienta, y las encuestas muestran que el 77 por ciento de los europeos están muy preocupados por el cambio climático. Informes recientes de la UE también ponen de relieve la urgencia de seguir promoviendo la transformación ecológica. Por ello, la UE siempre ha establecido objetivos elevados de reducción de emisiones. Independientemente de los problemas que puedan surgir durante el proceso de aplicación real, la UE debería buscar razones dentro de sí misma en lugar de culpar a China. Por el contrario, los compromisos y las leyes escritas de la UE, si se vieran sacudidos solo porque China vendió algunos vehículos eléctricos más, parecerían un poco baratos, ¿no?
La UE, que incluye el mayor número de países desarrollados del mundo, tiene la responsabilidad de asumir más cargas en la lucha contra el cambio climático y dar algunos pasos adelante. La comunidad internacional también tiene expectativas para la UE. Sin embargo, siempre se ha dicho en la opinión pública internacional que la reducción de emisiones es una "conspiración" diseñada por Occidente para frenar la industrialización de los países en desarrollo. Para contrarrestar la influencia de esta afirmación, Occidente debería mostrar la mayor sinceridad y tomar medidas primero para asumir la responsabilidad y proporcionar toda la asistencia posible a los países en desarrollo. Esta es la forma más directa y convincente.
Sin embargo, lo que realmente ve la sociedad internacional es que Estados Unidos y Europa han "dado la vuelta a la tortilla" o "han dado pequeños pasos atrás" en los compromisos que habían asumido anteriormente. El desarrollo de la tecnología y la industria de energía limpia en China ofrece enormes posibilidades para una transformación verde propia y global. En lugar de alegrarse de que este avance pertenezca a toda la humanidad, Occidente está tratando de limitarlo con varias difamaciones y barreras políticas. La comunidad internacional no puede dejar de dudar: ¿Está Occidente simplemente "haciendo promesas vacías" en la reducción de emisiones? Esta sospecha es en realidad causada por el propio Occidente, y su impacto negativo en los esfuerzos conjuntos globales destinados a abordar el cambio climático es significativo, con repercusiones aún mayores en la propia reputación de Occidente.
Es normal que la UE se encuentre con algunas dificultades prácticas a la hora de alcanzar los objetivos de reducción de emisiones. Mientras mantenga una mentalidad sana, es fácil ver que China es una ayuda y no un obstáculo para la UE en términos de tecnología e industria de energía limpia. La UE tiene objetivos y necesidades, mientras que China posee tecnología y productos, lo que podría conducir a un resultado beneficioso para todos. Los funcionarios de la UE han expresado su "sorpresa" por la velocidad del desarrollo de la capacidad de generación de energía solar y eólica de China. ¿No se pueden obtener valiosos conocimientos de esta experiencia tanto para China como para la UE? El suministro de productos de China a la UE está lejos de ser "excesivo". Las predicciones de los think-tanks occidentales sugieren que para 2030, los planes actuales de los países de la UE no serán suficientes para satisfacer las necesidades de energía renovable de toda su población. Al alejarse de una perspectiva geopolítica estrecha, el espacio de cooperación entre China y la UE es vasto y extenso.
En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP28 del año pasado, los países alcanzaron una vez más el objetivo de mantener el límite de temperatura global de 1,5 °C al alcance de la mano y pasar de los combustibles fósiles a las energías renovables. La práctica de este consenso es una responsabilidad compartida de los ciudadanos de la aldea global. El desarrollo verde es un maratón continuo. Esperamos que la UE pueda trabajar codo con codo con China para la cooperación mutua y por una situación en la que todos salgan ganando en la causa verde común de la humanidad.