Industriales brasileños defienden ante Macron firma de acuerdo entre Mercosur y Unión Europea

SAO PAULO, 27 mar (Xinhua) -- Las dos principales centrales industriales de Brasil reiteraron hoy miércoles su llamado al presidente de Francia, Emmanuel Macron, a superar las diferencias para firmar un acuerdo de libre comercio entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea (UE), que se negocia hace más de dos décadas.

Durante la inauguración del Foro Económico Brasil-Francia, en la sede de la Federación de Industrias del estado de Sao Paulo (Fiesp), a la que asiste Macron, el empresario y presidente de la organización patronal, Josué Gomes da Silva, destacó la importancia de "profundizar aún más" las relaciones comerciales.

"El acuerdo comercial entre el Mercosur y la UE, de concretarse, beneficiará a ambas regiones, que deben beneficiarse enormemente por un acuerdo de este tipo", resaltó.

En tanto, el presidente de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), Ricardo Alban, también llamó a retomar las negociaciones del acuerdo Mercosur-UE, el cual es "otro instrumento que puede fortalecer nuestras relaciones".

"Reconocemos algunos desafíos que enfrentan tanto Brasil como Francia en relación al tratado. Sin embargo, confiamos en que, a largo plazo, los beneficios de la integración de las dos regiones superarán las adversidades iniciales, proporcionando ganancias significativas para Brasil y Francia y para los demás firmantes del acuerdo", dijo.

El líder empresarial expresó que el Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia) y la UE podrán "construir una agenda conjunta para la transición energética y la descarbonización de la economía", un proceso de neoindustrialización iniciado en Brasil por el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

A inicios de este año, Macron había dicho que el acuerdo estaba "mal elaborado" y era "obsoleto" sobre todo en temas ambientales.

Por su parte, Lula da Silva sostuvo, a finales del 2023, su intención de concretar el acuerdo, pero rechazó la posibilidad de que uno de los socios pueda tomar sanciones unilaterales, en caso de considerar que no hubo cumplimiento con exigencias ambientales.

El acuerdo ganó impulso en 2019 cuando se concluyó la primera etapa negociadora, pero volvió a detenerse por los reclamos del sector agrícola francés sobre mantener los subsidios y evitar el ingreso de productos alimenticios del Mercosur que podría perjudicarlos. Fin