Cuba y EE. UU. pueden tener relación de nuevo tipo, considera vicecanciller cubana

LA HABANA, 26 mar (Xinhua) -- La Habana y Washington pueden tener "una relación de nuevo tipo", declaró hoy la viceministra de Relaciones Exteriores de Cuba, Josefina Vidal, en un foro académico.

"Quedó demostrado que Cuba y Estados Unidos pueden intentar construir una relación de nuevo tipo, basada en el respeto y que, a la vez, reconozca las diferencias existentes", dijo Vidal al impartir la conferencia "El proceso de acercamiento entre Cuba y Estados Unidas bajo el gobierno del presidente Barack Obama. Lecciones aprendidas".

La disertación de Vidal inauguró el XV Seminario de Relaciones Internacionales ISRI-2024, que durante tres días sesiona en la sede del Instituto Superior de Relaciones Internacionales, la universidad de la diplomacia de la isla.

Al referirse al proceso de aproximación entre La Habana y Washington, que se extendió desde diciembre de 2014 hasta enero de 2017, la funcionaria estimó que dejó "un modelo de lo que pudiera ser una relación de convivencia entre los dos países".

No obstante, aclaró que ese modelo enfrenta grandes retos por la persistencia de profundas diferencias como la contradicción fundamental resultante de la pretensión de dominación de Estados Unidos y la determinación de Cuba a defender su soberanía.

La diplomática afirmó que entonces Estados Unidos reconoció a Cuba como un interlocutor legítimo, a diferencia de anteriores intentos de acercamiento, en los que la actitud de Washington consistió en negar la legitimidad del gobierno cubano y su liderazgo histórico.

"Cuba fue tratada en condiciones de igualdad y ambas partes asumieron las negociaciones con espíritu constructivo y bajo la disposición de encontrar áreas comunes con vistas a la cooperación", apuntó Vidal, que participó del acercamiento.

Detalló que ambas partes lograron avances como el restablecimiento del diálogo, la reapertura de las embajadas de ambos países, la devolución de tres de los cinco prisioneros cubanos que, según Cuba, habían sido condenados injustamente en Estados Unidos y la exclusión de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo.

"Dos países que no habían tenido relaciones y apenas interactuaron y dialogaron durante más de cinco décadas, no fue irrelevante lo logrado en solo dos años", sostuvo.

Vidal calificó ese acercamiento como inédito y al mismo tiempo efímero, porque con el mandato de Donald Trump regresó "la confrontación abierta que ha predominado a lo largo de estos 65 años, haciéndolo parecer, con toda razón, excepcional e irrepetible".

La embajadora apuntó que quedaron importantes asuntos sin resolver, como el desmantelamiento de una parte de las medidas del bloqueo que Washington aplica contra la isla desde hace más de seis décadas y la devolución del territorio ocupado por la base naval estadounidense de Guantánamo, al este de Cuba.

En otro orden de ideas, señaló que aunque hay un retroceso en las relaciones bilaterales y los acuerdos del período de Obama no tuvieron efectos prácticos o bien se incumplieron bajo la Administración Trump, todos sobrevivieron y han servido de base para retomar ciertos niveles de cooperación.

"Hay un camino posible para, incluso dentro de las profundas diferencias, avanzar en la construcción de vínculos que permitan solucionar problemas y reporten beneficios", aseveró.

En ese sentido, Vidal aseguró que los dos países pueden establecer compromisos para zanjar conflictos, pese al diferendo iniciado hace décadas.

En diciembre de 2014, el entonces presidente cubano Raúl Castro y Obama anunciaron el inicio de un proceso de normalización de las relaciones diplomáticas, que se rompieron en 1961.

Tras ese anuncio, las dos naciones realizaron varias rondas de negociaciones en Washington y La Habana cuyo primer resultado, en abril de 2015, fue la eliminación de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, lo que allanó el camino para la reanudación de lazos diplomáticos.

El 20 de julio de ese año, los dos países restablecieron relaciones diplomáticas de manera oficial y, unos días después, abrieron sus respectivas embajadas en Washington y La Habana.

Esas nuevas relaciones tuvieron además como saldo positivo la creación de la comisión bilateral Cuba-Estados Unidos, veinticinco visitas de alto nivel en ambas direcciones y tres reuniones entre los presidentes. Fin