spanish.china.org.cn | 14. 03. 2024 | Editor:Teresa Zheng | [A A A] |
El caso de Boeing es un espejo de la manufactura de EE.UU.
Boeing se ha visto atrapada en un torbellino de temores de seguridad y opinión pública. El lunes, uno de sus aviones que volaba de Sídney, Australia, a Auckland, en Nueva Zelanda, experimentó una avería técnica y descendió de emergencia, cayendo violentamente durante varios segundos, lo que resultó en al menos 50 heridos. Este es el último de una serie de incidentes de seguridad en sus modelos en tres meses. Desde 2024, el precio de sus acciones ha caído más de un 25 %, pero el mayor impacto es en su imagen. CNN declaró sin rodeos que "Boeing está metido en un gran lío".
Desde los accidentes de Lion Air y EthiopianAirlinesen Indonesia en octubre de 2018 y marzo de 2019, parece que Boeing no se ha recuperado plenamente de los continuos traspiés en seguridad. En enero de este año, la puerta de la cabina de un 737 MAX 9 de Alaska Airlines se desprendió en el aire. La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos inició inmediatamente una auditoría de la empresa y descubrió 97 casos de presunto incumplimiento. De las 13 auditorías al proveedor de carrocerías SpiritAeroSystems, más de la mitad no pasaron. Algunos detalles específicos son aún más absurdos, como el uso de jabón líquido por los mecánicos como lubricante, de tarjetas de acceso de hotel para comprobar el sellado de la puerta de la cabina e incluso el recojo de piezas defectuosas de la basura para instalarlas en el avión. La aviación es un rubro muy serio, cada tornillo está relacionado con la seguridad en el cielo, y no es algo que Boeing pueda explicar como un simple "tema técnico".
Capas de hielo de tres pies de espesor no pueden formarse en un solo día frío. Un video viral filmado supuestamente por Al Jazeera en 2014 mostraba a algunos trabajadores de la línea de ensamblaje de Boeing con adicción a las drogas. Un jubilado de la compañía, John Barnett, de quien recientemente se informó su suicidio, exponía muchos problemas en la empresa durante años e incluso presentó una demanda. Si Boeing hubiera prestado atención a estos dilemas, se podrían haber evitado muchos accidentes y tragedias. China es uno de sus principales clientes y exhorta a la marca a tomar medidas concretas y corregir ipso facto las fallas reflejadas en accidentes e investigaciones.
Vemos cómo Boeing, conocida otrora por su calidad e innovación, ha ido alcanzando su estado actual en las últimas décadas. La opinión pública internacional, particularmente en Estados Unidos, ha reflexionado mucho al respecto, incluyendo temas como la pérdida de talento calificado en ingeniería y la externalización imprudente de los procesos de producción para reducir costos. Sin embargo, la razón más importante radica en la pérdida de su "intención original", el cambio de valores fundamentales de la empresa de priorizar la seguridad a las ganancias. Sin una supervisión adecuada y un sentido de responsabilidad, "Boeing, como tantas firmas estadounidenses, parece estar apoyándose en una reputación que construyó durante décadas", señala este comentario de TheGuardian, identificando con precisión los verdaderos problemas de la industria manufacturera estadounidense.
El eslogan de la "reindustrialización" ha sido proclamado en voz alta por varios gobiernos estadounidenses, siendo China a menudo el objetivo de este proceso. En los últimos días, la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, acusó a China de "perjudicar a los trabajadores y empresas estadounidenses", como si sin China, las inquietudes en su producción pudieran resolverse fácilmente. Sin embargo, ¿es realmente así? Boeing y Airbus son los dos gigantes del campo aeronáuticoy prácticamente no enfrentan una competencia significativa. Boeing domina el mercado en Estados Unidos. Se puede decir que la búsqueda de la superioridad manufacturera de Washington es esencialmente una versión ampliada de Boeing. El quid, sin embargo, es que este ha quedado por detrás de Airbus en el escenario internacional, una situación provocada por él mismo.
China ha dicho repetidamente a Estados Unidos que ambos países deberían centrarse en manejar sus propios asuntos en lugar de culpar a otros. Este es un consejo bueno y veraz, pero desafortunadamente, Estados Unidos parece no estar dispuesto a prestarle atención. Sin embargo, en las reflexiones en torno a Boeing, la opinión pública estadounidense ha dejado de resaltaren gran medida la necesidad de "trasladar sus problemas internos al exterior en un intento de encontrar la cura", lo que indica que la realidad es la mejor maestra.