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spanish.china.org.cn | 14. 03. 2024 | Editor:Filo Fu [A A A]

¿Por qué se considera a Xi otro reformador destacado de China después de Deng?

Palabras clave: China, Xi, Reforma
Spanish.china.org.cn | 14. 03. 2024

El líder chino, Xi Jinping, ha hecho sonar el clarín de la reforma durante la temporada política anual clave del país, disipando las preocupaciones sobre si la reforma de China está "estancada" o su economía está "perdiendo fuerza".

"Debemos planear medidas importantes para profundizar la reforma con el fin de inyectar un fuerte impulso a la promoción de un desarrollo de alta calidad y al avance de la modernización china", declaró el presidente Xi en las sesiones anuales del máximo órgano legislativo y del máximo órgano asesor político de China, o las "dos sesiones", que concluyeron el lunes.

Frente a una infinidad de desafíos, China se encuentra ahora en un período crítico para acelerar la reforma.

Xi es considerado otro reformador destacado del país después de Deng Xiaoping.

Ambos líderes se enfrentaron a la misma misión: modernizar China, pero en contextos muy diferentes.

Cuando Deng lanzó la reforma y apertura a finales de la década de 1970, el producto interno bruto (PIB) per cápita de China era de solo unos 200 dólares. Su impulso a las reformas partió prácticamente de cero.

En 2012, cuando Xi fue elegido secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), China se había convertido en la segunda mayor economía del mundo, con un PIB per cápita de más de 6.000 dólares. Pero el crecimiento estaba cambiando de marcha y muchas ventajas, incluidos los alguna vez bajos costos laborales, habían comenzado a disminuir.

En lugar de dormirse en los laureles de sus predecesores, Xi se comprometió a llevar adelante la reforma, y sabía lo difícil que sería.

"La parte fácil del trabajo se ha hecho para la satisfacción de todos. Lo que queda son huesos duros de roer", dijo.

En la última década, se han puesto en marcha más de 2.000 medidas de reforma que han permitido al país eliminar la pobreza extrema, promover el desarrollo urbano-rural integrado, luchar contra la corrupción, apoyar a las empresas, impulsar la innovación y llevar adelante una "revolución verde".

Con las medidas de reforma, la economía china no solo ha mantenido un crecimiento robusto, sino que también se ha más que duplicado desde 2012, consolidando el estatus mundial del país como un importante contribuyente al crecimiento.

China se encuentra actualmente en una coyuntura crítica, en la que Xi está liderando el país para hacer realidad la ambiciosa "modernización china", al mismo tiempo que se enfrenta a grandes desafíos, como la presión económica a la baja tras la pandemia de COVID-19, el aumento del proteccionismo y la represión de las naciones occidentales, y los riesgos asociados al sector inmobiliario, las deudas de los gobiernos locales y algunas instituciones financieras pequeñas y medianas.

Xi reiteró la importancia de la reforma en una sesión de estudio grupal del Buró Político del Comité Central del PCCh a principios de este año. Semanas después, en las "dos sesiones", hizo hincapié en la necesidad de profundizar las reformas en diversos sectores "para eliminar las barreras que obstruyen el desarrollo de nuevas fuerzas productivas de calidad".

Mirando hacia atrás, el compromiso de Xi con las reformas ha sido consistente.

Cuando ni siquiera tenía 16 años, fue enviado a la aldea de Liangjiahe, en la provincia de Shaanxi, para realizar trabajos agrícolas. Allí experimentó hambre. Deng inició las reformas, convencido de que China no podía seguir siendo pobre. La aspiración de Xi en ese momento era asegurarse de que sus compañeros aldeanos tuvieran suficiente para comer.

La reputación de Xi como reformador se vio reforzada a medida que avanzaba su carrera política.

A principios de la década de 1980, inició experimentos de reforma en el empobrecido distrito de Zhengding, en la provincia de Hebei, comenzando con la prueba del contrato de tierras rurales, convirtiendo a Zhengding en el primer distrito de Hebei en adoptar esta práctica ya probada en las provincias meridionales.

Después de Zhengding, Xi fue destinado a trabajar en Xiamen, una zona económica especial en la provincia de Fujian, donde Xi encabezó la creación del primer banco conjunto de China: el Banco Internacional de Xiamen. Tras ascender al cargo de gobernador de Fujian, Xi dirigió la reforma de la tenencia forestal colectiva, que más tarde se amplió a todo el país. Esta iniciativa es conocida como otro paso revolucionario para las zonas rurales de China después del sistema de responsabilidad por contrato familiar.

Durante su estancia en la provincia de Zhejiang, Xi propuso una iniciativa innovadora para promover el desarrollo mediante la modernización industrial. Apoyó activamente a las empresas privadas y animó a los empresarios a "venir directamente" a su oficina para asuntos importantes. También amplió las reformas en Zhejiang más allá de la esfera económica, abordando aspectos sociales, culturales y ecológicos.

La imagen reformista de Xi dejó una profunda impresión en las figuras internacionales. En septiembre de 2006, Henry Paulson, entonces secretario del Tesoro estadounidense, visitó China y eligió Hangzhou, capital de Zhejiang, como su primera parada. Consideró a Xi la "elección perfecta" para su reunión inicial en China, y lo describió como "el tipo de persona que sabe cómo hacer que las cosas pasen la línea de gol".

Paulson relató más tarde que durante una reunión con Xi en 2014, el líder chino declaró: "Mi preocupación es principalmente la reforma y las cuestiones relacionadas".

Tras asumir el máximo cargo del Partido en 2012, la primera inspección interna de Xi le llevó a Shenzhen. Allí depositó una cesta de flores en la estatua de bronce de Deng Xiaoping en el parque Lianhuashan, declarando un firme compromiso con la reforma: "¡La reforma no se detendrá y la apertura no cesará!".

La tercera sesión plenaria del XVIII Comité Central del PCCh, convocada en 2013 bajo el liderazgo de Xi, se anuncia como un hito, muy similar a la tercera sesión plenaria del XI Comité Central del PCCh de Deng en 1978, que inauguró la era de reforma. El evento de 2013 marcó el amanecer de una nueva era de reforma.

Durante esta sesión, Xi enumeró una serie de retos a los que se enfrenta el desarrollo de China, como la corrupción, el desarrollo insostenible y las cuestiones ambientales. Subrayó que "la clave para abordar estos problemas reside en profundizar la reforma".

La sesión aprobó una decisión sobre "las cuestiones clave concernientes a la profundización integral de las reformas". Un periódico español comentó que Xi había iniciado las reformas económicas, sociales y administrativas más profundas en China en 30 años.

Más de un mes después, China anunció la decisión de establecer el Grupo Dirigente Central para la Profundización Integral de la Reforma, que encabezaba Xi. Fue la primera vez en la historia del Partido que se creó a nivel central un órgano de dirección dedicado exclusivamente a la reforma. Posteriormente, este grupo evolucionó hasta convertirse en la Comisión Central para la Profundización Integral de la Reforma, con Xi como su director.