share
spanish.china.org.cn | 13. 03. 2024 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

China es un actor clave en la gobernanza mundial del cambio climático

Palabras clave: cambio climático, cooperación
Spanish.china.org.cn | 13. 03. 2024

Por Yang Xiaorong


El término "desarrollo verde y bajo en carbono" se ha mencionado con frecuencia en las Dos sesiones de China este año. Como señaló el primer ministro Li Qiang en el Informe sobre la Labor del Gobierno, el país priorizará la conservación ecológica y fomentará el desarrollo verde y bajo en carbono, lo que incluye tomar medidas integrales para mejorar el medio ambiente e impulsar la economía verde y baja en carbono.

Algunas personas fuera de China están muy preocupadas por los esfuerzos de protección medioambiental del país. Además sienten curiosidad por saber cómo logrará la modernización en medio de desafíos climáticos mundiales cada vez más graves. ¿Cuál es su rol en el giro hacia un desarrollo ecológico y con bajas emisiones de carbono? ¿Qué propuestas y pasos ha tomado en la cooperación internacional? A fin de encontrar respuestas a estas preguntas, es necesario comprender sus iniciativas y prácticas para enfrentar el cambio climático.


Una solución factible en su modernización

Cómo manejar la relación entre el desarrollo económico y la protección del medio ambiente ha sido un reto mundial desde el inicio de la civilización industrial. La modernización occidental pasa por un proceso que va desde la destrucción del entorno hasta su restauración. Impulsados por el materialismo, algunos países occidentales aún no han cambiado sus modelos de consumo, excesivos en recursos naturales. Las emisiones de dióxido de carbono per cápita en Estados Unidos superan las 15 toneladas métricas, mientras que en China rondan las 7. Dado que la mayoría de los países están aún en vías de modernización, las cifras actuales sobrepasarán pronto la capacidad de carga ecológica del planeta de seguir el modelo occidental. Por lo tanto, es necesario encontrar un nuevo camino para que la humanidad avance hacia la modernización y a una coexistencia armoniosa entre el hombre y la naturaleza a escala mundial.

La modernización china subraya la condición de crear una comunidad de vida para el hombre y la naturaleza y se adhiere al principio de que las aguas claras y las montañas exuberantes son bienes inestimables. Asimismo, integra el desarrollo económico con la protección del medio ambiente. Trasciende la visión occidental de la naturaleza durante la modernización occidental, proporcionando una solución más factible para que los seres humanos aborden los problemas medioambientales traídos por la civilización industrial.


Fuerza proactiva en el desarrollo verde y bajo en carbono

A diferencia de algunos países desarrollados que hacen promesas vacías sobre la gobernanza del cambio climático, China ha cumplido sistemáticamente su promesa y ha obtenido resultados tangibles en la construcción de la civilización ecológica.

El país incentiva con determinación las energías renovables y alberga más de la mitad de los vehículos eléctricos en circulación del mundo, lo que supone una contribución significativa a dicha gobernanza. Además, trabaja para alcanzar el punto máximo de emisiones de dióxido de carbono antes de 2030 y la neutralidad antes de 2060 en un periodo de transición de solo 30 años, más corto que los 40 a 70 años de algunos países desarrollados. Estos esfuerzos han conducido a una transformación global en la protección ecológica en China.


Participa, aporta y lidera la construcción de la civilización ecológica mundial

China no solo aboga por la cooperación internacional para encarar el cambio climático, sino también participa activamente. Es uno de los primeros signatarios de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y ha contribuido sustancialmente a la conclusión y aplicación del Acuerdo de París. En comparación con la actitud volátil de Estados Unidos, China ha mantenido una postura coherente y decidida en la cooperación internacional para gestionar el cambio climático, cumpliendo un rol clave en la promoción de su gobernanza mundial.

China impulsa la cooperación Sur-Sur, apoya a otras naciones en desarrollo para que mejoren la manera de abordar el tema. Ha firmado 48 Memorandos de Entendimiento Sur-Sur con decenas de países en desarrollo, ha construido cuatro zonas modelo sobre desarrollo con bajas emisiones de carbono, ha puesto en marcha 75 proyectos sobre mitigación y adaptación al cambio climático, y ha compartido con otros los beneficios del desarrollo ecológico y con bajas emisiones de carbono.

Sin embargo, se observa un extraño fenómeno en la gobernanza mundial del clima: Hay países que hablan de reducir las emisiones mientras practican un proteccionismo verde. Por ejemplo, la industria china de vehículos eléctricos ha avanzado rápidamente en los últimos años y ha ganado popularidad en el mercado mundial. Sin embargo, estas unidades han sido objeto de una investigación antisubvenciones en la Unión Europea (UE).

El rápido crecimiento de sus sectores ecológicos parte de la innovación tecnológica continua y de una cadena industrial completa. China ostenta una ventaja legítima gracias a la competencia leal, que desempeña un papel positivo en la gobernanza mundial del cambio climático y en la transición ecológica de la UE. La construcción de "barreras verdes" no resuelve el problema de la falta de impulso en el bloque europeo en cuanto al avance de rubros verdes. En su lugar, para lograr un beneficio mutuo para ambas partes, la opción correcta es reforzar las ventajas mutuas y esforzarse en fomentar dichos campos y tecnologías limpias.

En general, China es un promotor primordial de la transición energética mundial y de la mitigación del cambio climático gracias a su incansable labor. De cara al futuro, seguirá fortaleciendo la construcción de la civilización ecológica, promoviendo el desarrollo verde y bajo en carbono, participando en la gobernanza global del clima y el medio ambiente, y trabajando con todos los países por un mundo limpio y hermoso para las generaciones por venir.


El autor fue embajador de China en Luxemburgo y Madagascar.