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spanish.china.org.cn | 12. 03. 2024 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

Grúas = espías: ¿Un nuevo absurdo de Washington?

Palabras clave: grúas, Estados Unidos
Spanish.china.org.cn | 12. 03. 2024

Un ridículo drama urdido por la opinión pública y políticos estadounidenses contrarios a China ha pasado una vez más de los escenarios a la realidad. En el protagónico tenemos al "Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre la Competencia Estratégica entre Estados Unidos y el Partido Comunista de China", que esta vez tiene como objetivo las grúas fabricadas en China. El guión no puede ser más conocido, pero con un cambio de personajes; afirman que estas máquinas de gran tonelaje producidas por Shanghai Zhenhua Heavy Industries (ZPMC) y de uso de larga data en diversos lugares de Estados Unidos podrían ser "espías" y una herramienta de China “para perturbar los flujos comerciales estadounidenses".

No merece la pena refutar un asunto tan absurdo. A lo largo de los años, las grúas nunca han representado un supuesto "problema de seguridad nacional" en el país norteamericano. No solo son populares en varios de sus puertos, sino que muchos otros en diversos países las utilizan sin ningún temor. Sin embargo, los políticos y los medios estadounidenses anti-China exageran el tema, lo que obligó a ZPMC a demostrar el sábado su inocencia ante acusaciones infundadas.

La empresa subrayó en un comunicado que sus grúas no plantean ningún riesgo de ciberseguridad para ningún puerto, y que esta siempre ha cumplido estrictamente las leyes y reglamentos pertinentes en los países y regiones en los que opera de manera legal. En cuanto a la cuestión expuesta por algunos medios estadounidenses de que las grúas están equipadas con "módems celulares", la nota ofrece explicaciones técnicas y fácticas. Las acciones de ZPMC son abiertas y transparentes, en marcado contraste con las oscuras maquinaciones de los políticos estadounidenses, lo que supone un fuerte contraataque a la atmósfera política estadounidense de armamentismo ciego y de seguridad en todo lo vinculado con China, ayudando a abordar fundamentalmente las trabas que encaran las firmas chinas en el extranjero como ZPMC.

El desarrollo de grúas de gran tonelaje ha llegado a un punto en el que es habitual instalar sensores. No se trata de un dispositivo misterioso o complejo; obedece principalmente al mantenimiento de equipos y seguridad operativa. Los sensores controlan las fluctuaciones en el peso de las mercancías, la frecuencia de elevación, el desgaste mecánico, etcétera. En cuanto a la información sensible sobre la carga, el monitoreo viene por el backend del puerto y la grúa no puede acceder a ella. Las declaraciones de ZPMC han pasado por la verificación de la Asociación Americana de Autoridades Portuarias. Está claro que lo que inquieta a los políticos de Washington no es esto. La mayoría de las veces no es ignorancia, son segundas intenciones.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino cuestionó una vez a Estados Unidos: ¿Por qué son siempre los campeones industriales de China vistos como "amenazas" a la seguridad nacional estadounidense? Desde acusar a los fabricantes chinos de tecnologías de la información de dejar "puertas traseras" en sus productos hasta calificar a las grúas chinas de "caballos de Troya" que recopilan datos de inteligencia, pasando por culpar a los paneles chinos de VE de "contravenir" la seguridad estadounidense, algunos políticos inflan la burbuja de la "amenaza china" y dejan al descubierto su verdadero objetivo de reprimir su desarrollo en nombre de la seguridad nacional.

En julio del año pasado, el mismo Comité Selecto inició una investigación sobre la firma suiza ABB Group, alegando que el programa y los equipos suministrados a ZPMC podrían suponer "riesgos" para Estados Unidos. Ante la intimidante jurisdicción del país, ABB no se atrevió a defender sus legítimos derechos, pero su respuesta fue pragmática y relativamente objetiva. Varios políticos de Washington interfirieron en una actividad empresarial internacional legítima, razonable y de mutuo beneficio. Este tipo de incidentes ya no son aislados, y el resultado inevitable es perjudicial para el país y para otros.

Las grúas de ZPMC representan hoy por hoy el 70 al 80 % del mercado internacional. De las usadas en varios puertos estadounidenses, más de 200 provienen de China, esto es casi el 80 % del total. Son decisiones del mercado. Incluso las autoridades estadounidenses de seguridad nacional y el Departamento de Defensa reconocen que las máquinas de ZPMC están "bien hechas y son baratas". Son conscientes de que las operaciones de varios puertos dan empleo a 31 millones de estadounidenses e inyectan anualmente 5,4 billones de dólares a la economía del país. Ir en contra de la tendencia del mercado para eliminar una imaginaria "amenaza a la seguridad", ¿es una decisión racional y acertada?

La "caza de brujas" iniciada por los políticos de Washington altera el orden comercial normal, vulnera los intereses reales de las comunidades locales y de la población estadounidense, desafía su inteligencia y enfurece a más partidarios de los productos chinos. La asociación portuaria mencionó anteriormente que "retirar precipitadamente las grúas de los puertos estadounidenses sin reemplazarlas de inmediato perjudicaría las cadenas de suministro, elevaría los precios para todos y exacerbaría aún más la inflación". Quizá este dolor no haya aún llegado a Washington, pero creemos que este proceso no durará demasiado. Ante su acoso irrazonable e ilegal, las compañías chinas no pueden callar. Las oscilaciones entre el bien y el mal son evidentes, debe haber un lugar que defienda la justicia ya que esta prevalece en el corazón de la gente.