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spanish.china.org.cn | 23. 02. 2024 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

El acoso a estudiantes chinos es una vergüenza para Estados Unidos

Palabras clave: Estados Unidos, estudiante
Spanish.china.org.cn | 23. 02. 2024

Por Anthony Moretti


Wang Xiaohong, consejero de Estado y ministro de Seguridad Pública de China, centró su atención en los jóvenes chinos que estudian en Estados Unidos. El domingo envió un mensaje claro a los funcionarios estadounidenses durante una reunión en Austria: “Deben asegurarse de que esos alumnos dejen de sufrir acoso a su llegada a Estados Unidos".

Es algo que los responsables de la enseñanza superior en el país norteamericano también deben tener en cuenta, y un punto sobre el que volveré posteriormente.

Primero, el trasfondo. La ira de China a finales de enero era justificada. Un grupo de estudiantes chinos fueron detenidos a pesar de tener la documentación necesaria para pasar sin problemas los controles de aduanas e inmigración a su llegada al aeropuerto internacional Dulles de Washington. Muchos de ellos, que venían para seguir estudios superiores, fueron interrogados durante horas sobre sus antecedentes e intereses académicos.

Inexplicablemente, los funcionarios les exigieron conocer cualquier información que tuvieran sobre el Gobierno chino. Como era de esperarse, sus respuestas no fueron suficientes para el personal de seguridad, ya que pronto su comportamiento poco profesional escaló al denegar la entrada al país a algunos de ellos, enviándolos de vuelta a casa. A los jóvenes se les dijo que pasarían años antes de que se les volviera a conceder un visado.

No hay forma agradable de decir esto: Lo ocurrido es una vergüenza para Estados Unidos. Quienes nos dedicamos a la enseñanza superior y creemos que los intercambios internacionales con estudiantes de países de todo el mundo hacen avanzar una comunidad global de futuro compartido deberíamos estar muy enfadados. Y yo soy uno de ellos.

Xie Feng, embajador de China en Estados Unidos, demandó saber por qué estudiantes con "visados válidos" y "sin antecedentes penales" no podían regresar a sus universidades "después de viajar a otros países o reunirse con su familia en China". En una notable demostración de ignorancia o arrogancia, el Departamento de Justicia no ofreció explicación alguna en su momento.

Cabe esperar que los funcionarios de mentalidad abierta de las oficinas gubernamentales competentes levanten su voz y digan "basta ya". Por otra parte, el presidente Joe Biden debería haber hecho una declaración pública expresando su disgusto por lo sucedido. Como es costumbre, no hay necesidad de aguantar la respiración; el mandatario no dirá nada parecido a una disculpa.

Recordemos que Biden se reunió con su par chino Xi Jinping a finales del año pasado para comprometerse al desarrollo de programas que condujeran a más intercambios internacionales, especialmente entre los jóvenes de ambas naciones. Xi fue especialmente directo al pedir que 50 000 estudiantes estadounidenses vinieran a China en los próximos 5 años.

El número total de alumnos chinos en Estados Unidos fluctuará de año en año; sin embargo, sigue siendo una porción importante en los campus universitarios. Debido a su estatus internacional, pagan tasas de matrícula más elevadas, lo que resulta en sendos ingresos para estos centros de enseñanza. Además, contribuyen a la economía estadounidense en general.

¿Disfrutan los estudiantes de su estancia en Estados Unidos? ¿Se sienten seguros? Elegir quedarse en el país después de graduarse es una forma de responder estas interrogantes. Y las sirenas de alarma deberían estar sonando en las ciudades estadounidenses grandes y pequeñas, y en los campus universitarios de todo tamaño. Aproximadamente la mitad de ellos declararon recientemente temer por su seguridad debido al aumento del odio dirigido contra los asiáticos, y más de la mitad optó por regresar a China.

Estos informes son una vergüenza para Estados Unidos. Un país que se enorgullece de ser abierto y acogedor con personas de todo el mundo definitivamente no lo parece. Los padres chinos son muy conscientes de que sus hijos e hijas pueden sufrir burlas racistas, o algo peor. Por tanto, ellos y sus hijos se replantean si este país es un lugar adecuado.


Es trágico

Un académico estadounidense escribió recientemente un editorial para The Hill. Rory Truex, profesor asociado de la Universidad de Princeton, detallaba los fallos de la Iniciativa China, un esfuerzo defectuoso iniciado por Donald Trump para descubrir a científicos chinos que trabajaban en secreto para China. ¿El actor principal en esta red de disparates? Un científico estadounidense que mintió a funcionarios públicos sobre sus conexiones con universidades chinas y que presentó declaraciones de impuestos falsas.

El profesor Truex concluyó con esta relevante afirmación: "A menos que cambiemos la narrativa y tratemos a los estudiantes y científicos chinos con respeto, Estados Unidos simplemente los estará alejando, perjudicando nuestros propios intereses y acelerando el desarrollo científico de China".

Detener a jóvenes chinos con permiso para estudiar en Estados Unidos es una mala política. Detener a científicos chinos que trabajan en Estados Unidos es una mala política. Echar por tierra los esfuerzos por traer a Estados Unidos a las mentes más brillantes es una mala política.

Ha llegado el momento de poner fin a todo esto.


El autor es profesor asociado del Departamento de Comunicación y Liderazgo Organizativo de la Universidad Robert Morris de Pensilvania.