spanish.china.org.cn | 22. 02. 2024 | Editor:Teresa Zheng | [A A A] |
¿Qué significa la "teoría de la mesa y el menú" de Blinken?
Durante su participación en la reciente Conferencia de Seguridad de Múnich, el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken hizo una declaración que ofrece un amplio margen de interpretación y merece un análisis a profundidad. Al responder a la pregunta de un moderador sobre que "las tensiones entre Estados Unidos y China conducen a una mayor fragmentación", el alto funcionario utilizó una frase del argot estadounidense, afirmando que "si no estás en la mesa del sistema internacional, estarás en el menú". Traducido al chino, alude a "si no eres el cuchillo y la tabla de cortar, serás el pescado y la carne". Como el más alto diplomático del país norteamericano, el uso de esta frase revela una visión del mundo dura y escalofriante, en el que los fuertes se aprovechan de los débiles.
No es la primera vez que Blinken realiza este tipo de comentarios. El 24 de enero de 2022, durante un foro, recurrió a él para dilucidar la relación entre China y Estados Unidos, subrayando que en la competencia, deben asegurarse estar "en la mesa" y no en el menú. En retrospectiva, el dicho apareció en 1993 en un artículo de una revista estadounidense de asuntos de Oriente Medio, en el que se describía la situación del Líbano en aquel entonces.
Posteriormente, personas de distinta procedencia lo usaron en diversos contextos. Sin embargo, los políticos de Washington descubrieron poco a poco que encapsulaba de forma "clara y precisa" la visión del mundo y la estrategia exterior de Estados Unidos, haciendo que resonara con sus creencias. De ahí que Blinken lo reiterara.
La expresión es bastante directa, incluso contundente, y representa una mentalidad de juego de suma cero. En lenguaje llano, si tienes fuerza, devoras a los demás en la mesa; si te falta, te conviertes en la presa del menú. Además, se alinea plenamente a la ley de la selva en la que el poder y el estatus, y no las normas éticas o legales, dictan las acciones.
Hace más de 200 años, la masacre y la usurpación de tierras contra los pueblos indígenas en Norteamérica fueron manifestaciones de este pensamiento. La Primera Guerra Mundial instigada por los viejos imperios europeos y, en cierta medida, la Guerra Fría también pueden considerarse ejemplos. No obstante, con el progreso de la civilización política y el desarrollo de la globalización económica, esta lógica y este enfoque son cada vez menos populares.
De hecho, incluso dentro de Estados Unidos, el uso de este término está plagado de críticas y reflexiones, porque implica que cuando aparecen los privilegios en la mesa, suele ser a costa del sacrificio de otros. En el sentido chino, es una frase cargada de humillación al quedar a merced de los demás. En sentido estricto, para Blinken, como jefe de la política exterior estadounidense y diplomático de carrera, pronunciar tales palabras puede considerarse un lapsus linguae y una pérdida de compostura. Pero, sus repetidos y categóricos comentarios en foros públicos internacionales también indican el pensamiento hegemónico sin paliativos de la actual diplomacia estadounidense.
La retórica oficial de política exterior de Washington resalta en el llamado "orden internacional basado en normas", pero todo ello se utiliza como herramienta para exigir, restringir y acusar a otros, o para encubrir sus propias intenciones de dominio. Las expresiones de Blinken sobre "mesa y menú" reflejan que la lógica subyacente en la que Washington realmente cree y sigue en su estrategia exterior no ha cambiado en su fundamento. Además, puede tener la intención de crear un efecto sensacionalista de intimidación. En el Congreso estadounidense, se moviliza a la opinión pública en torno a la estrategia de contención de China, mientras que, a escala internacional, el país coacciona a otros para que tomen partido o, de lo contrario, acabarán en el menú.
El expresidente Woodrow Wilson dijo una vez que "los pequeños Estados del mundo tienen derecho a disfrutar del mismo respeto por su soberanía y por su integridad territorial que esperan e insisten en exigir las naciones grandes y poderosas". El principio de igualdad soberana de los Estados establecido por el sistema de Westfalia ha sido durante mucho tiempo una de las bases de las relaciones internacionales y del derecho internacional. Todos los países, especialmente los pequeños, tienen una mayor conciencia de la igualdad soberana e insisten en ella. Sin embargo, siglos después, el jefe de la diplomacia estadounidense parece más convencido en la política de poder y utiliza sin pudor el privilegio de "sentarse a la mesa con un cuchillo y un tenedor occidentales para aprovecharse de los demás", para presionar y seducir a otros. Hay que decir que esta es también la tragedia de la diplomacia del país.
El mundo actual no es un restaurante privado monopolizado y controlado por superpotencias individuales, sino un amplio escenario en el que todos los países deben compartir la prosperidad, asumir responsabilidades y competir lealmente. La gran mayoría tiene el deseo común de la paz sobre la guerra, la justicia sobre la hegemonía y la cooperación sobre el conflicto. Ninguno está destinado a convertirse en el pescado del menú. Ir en contra de esta tendencia histórica está abocado a las críticas y la oposición de la comunidad internacional.