Nayib Bukele arrasa en las elecciones de El Salvador

Nayib Bukele declaró su victoria ayer en las elecciones presidenciales de El Salvador, cuando aún no se daban a conocer los resultados oficiales y pese a las dudas por la inconstitucionalidad de la reelección consecutiva.

El gobernante indicó que, según sus cálculos, había superado el 85 % de los votos, garantizándole 58 de los 60 diputados en la Asamblea, clave para mantener el régimen de excepción y su dura política contra las pandillas, señaló en un mensaje en “X”.

Dos horas después llegaron las cifras oficiales que dieron una amplia mayoría al partido del Gobierno Nuevas Ideas. Con 31,49 % del escrutinio, este acumulaba casi 1,3 millones de votos, seguido por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), con 110 244 boletas.

Bukele, quien ya había recibido las felicitaciones de México, China, Guatemala, Panamá y Paraguay, seguirá al mando del país por otros 5 años para continuar con su controversial política de seguridad.

“Gracias. Este día, El Salvador ha roto todos los récords de todas las democracias en toda la historia mundial”, destacó desde el Palacio Nacional por la noche frente a miles de seguidores congregados en la calle.

“El pueblo salvadoreño habló y ‘¿qué dijo?’ Que quiere continuar el camino”, anotó Bukele, quien se define como un “dictador cool”.

La fama de este publicista de 42 años viene de un giro radical en la seguridad, según los sondeos. Antes El Salvador era considerado uno de los países más violentos en el mundo.

El presidente salvadoreño destierra las críticas externas a su modelo de seguridad y defiende que haya dejado de ser la capital mundial de los asesinatos gracias al régimen de excepción.

Más del 80 % de la población cree que la situación es mejor y nadie quiere que regresen las pandillas, según notan las encuestas.

La delegación de observadores de la Organización de Estados Americanos, liderada por la exvicepresidenta panameña, Isabel de Saint Malo, garantizó que los comicios se desarrollaron sin contratiempos.

El país vive bajo un régimen de excepción hace 2 años, el cual se renueva cada mes en el Legislativo a petición de Bukele. Los derechos ciudadanos fundamentales como acceso a un abogado o ser informado de los motivos de la detención quedan suspendidos durante su vigencia.

Más de 76 000 personas han sido apresadas en consecuencia –90 % no tiene sentencia judicial– y aunque la estrategia es rechazada por organizaciones de derechos humanos, esta constituye la base de la política dura de Bukele contra la delincuencia y las pandillas.