| spanish.china.org.cn | 25. 01. 2024 | Editor:Lety Du | ![]() |
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Evolución del dragón chino refleja una civilización diversa y unida
Símbolo que perdura en el tiempo
Con la pronta llegada de la Fiesta de la Primavera, el mundo espera un Año del Dragón muy especial, asociado a este símbolo auspicioso. De los 12 animales del zodíaco chino, el dragón es el único mítico, lo que le confiere un lugar particular en la cultura tradicional.
Los chinos adoran este tótem de 10 000 años de antigüedad y desde hace tiempo se autodenominan con orgullo "descendientes del dragón". Sin embargo, fuera del contexto asiático, este dista de ser positivo, lo que convierte al dragón chino en un caso ideal de "demonización en la traducción". Una campaña tiene como objetivo limpiar su nombre.

Un grupo de personas baila la Danza del Dragón de Fuego en el municipio de Chongqing, en el suroeste de China. VCG
En las fiestas tradicionales más importantes de China, el grupo de danza del dragón del distrito de Fengshun, en la provincia sureña de Guangdong, toma la palestra en la ciudad.
Con dragones artesanales, o long en chino, grupos de 10 personas bailan entre el crepitar de los fuegos artificiales y los rezos por un Año Nuevo próspero y pacífico.
La veneración al dragón chino se extiende por todo el mundo. En las comunidades chinas dentro y fuera del país viven la evolución de este particular símbolo. Este amuleto milenario podría ser el más típico del pueblo chino. Cornamenta de ciervo, cabeza de buey, cuerpo de serpiente y escamas de pez: esta figura excepcional ha salido a la luz gracias a la labor de arqueólogos en profundas tumbas de nobles en China central, tallada por obreros de la construcción en los tejados de la Ciudad Prohibida hace siglos y empleada con creatividad por pasteleros modernos de dim sum.
No obstante, el término long fue traducido como "dragón" por los especialistas occidentales para compartir el nombre con los dragones occidentales, lo que llevó a eruditos de ambos hemisferios a dedicar décadas a explicar sus diferencias.
Durante el Cristianismo, los dragones malignos de Occidente cayeron en manos de San Jorge. En China, por décadas, los expertos han mantenido opiniones diversas sobre su aparición como reflejo de fortuna en el país.
Muchos folcloristas e historiadores creen que su surgimiento en su forma inicial estuvo estrechamente relacionado con el culto a seres celestiales y la supervivencia en sociedades agrícolas. Los últimos descubrimientos arqueológicos lo sitúan hace casi 10 000 años.
"Para nuestros antepasados chinos, el dragón podía traer la lluvia, nutrir la tierra y asegurar abundante cosecha en las comunidades agrícolas. Podía elevarse a través de las nubes; era un medio mágico de transporte entre el cielo y la tierra. Su poder y majestuosidad alude además el mantenimiento del orden en el reino humano", declaró el profesor Xiao Fang, director del Departamento de Antropología y Estudios Folclóricos de la Universidad Normal de Beijing.
Ya sea el dragón chino de piedra de Hebei o el de jade que sentó las bases para futuras caracterizaciones, la representación tangible de tótems en diversas formas a lo largo de los últimos milenios se erige como un poderoso símbolo de unidad y diversidad en la cultura china.
Traducción tergiversada
Con el tiempo, long se ha traducido comúnmente al inglés como "dragón". Sin embargo, "dragon" suele referirse a un animal alado y maligno, muy disímil de la imagen benévola y poderosa ligada al dragón en la antigua cultura china.
Los especialistas han debatido por largo tiempo la traducción apropiada. Huang Ji, académico de la Universidad Normal del Este de China, señaló que el dragón occidental original es demoníaco y que es necesario reevaluar su equivalencia con long. En un esfuerzo por disipar las ideas erróneas sobre este emblema chino derivadas de su vinculación con el concepto occidental de “dragón”, Huang propuso la palabra inglesa "Loong", pero gran parte de los expertos chinos rechaza la propuesta, calificándola de cambio innecesario que provocaría más malentendidos entre los extranjeros.
"La gente de otros países con mínimos conocimientos de la cultura china puede distinguir la diferencia entre el dragón chino y el occidental", aseveró Huang Youyi, ex vice presidente del Grupo de Publicaciones Internacionales de China y vice presidente ejecutivo de la Asociación de Traductores de China.
El sinólogo francés Rémi Mathieu sostuvo que el dragón chino y el europeo no tienen nada en común. El primero representa el poder y suele presentarse como una criatura de fuerza formidable. Posee atributos positivos y destierra el mal. Posee cualidades casi simpáticas, explicó.
"En cambio, el dragón occidental raya con el mal absoluto. Desde el nacimiento del Cristianismo, ha reflejado la malevolencia, llegando a relacionarse con el diablo. En la iconografía cristiana, a menudo aparece abatido y muerto por héroes cristianos, como el guardián San Jorge o San Miguel, normalmente con una lanza o flechas", añadió.
El verdadero origen arqueológico
Según los hallazgos arqueológicos, el Neolítico fue un periodo crucial para la formación y el desarrollo del culto chino al dragón. Se han desenterrado varias piezas y restos del mismo en distintas regiones chinas, lo que indica su prevalencia.
Un dragón de piedra, fragmentos de cerámica adornados con dragones y una vasija con una serpiente abrazando a un sapo en el yacimiento de Chahai, en la cuenca del río Liaohe, son las primeras imágenes maduras de dragones chinos. Estos artefactos ya muestran sus características básicas, como la cabeza, el cuello, el cuerpo, las escamas, la cola y las garras; por tanto son caracterizaciones del origen de su veneración. Al examinar varias de ellas descubiertas en diferentes regiones más adelante en el tiempo, se puede observar que su culto en el Neolítico estaba asociado a la producción agrícola.
El origen del dragón chino se remonta al año 8000 a.C. aproximadamente. Sus primeras imágenes utilizaban técnicas de apilamiento, como lo ejemplifican los objetos hallados en Chahai, actual provincia nororiental de Liaoning.
Desde Chahai, la adoración al dragón ha estado entrelazada con la cultura china durante miles de años, convirtiéndose en un emblema del nacimiento de su civilización.
Se han desenterrado dragones de jade que datan de unos 5000 años, desde la cultura Hongshan tardía hasta la de Liangzhu temprana, siendo la primera la que presenta más de ellos, así como de arcilla pintados y moldeados.
La pieza hallada en Hongshan influyó profundamente en la evolución de los dragones en las dinastías posteriores, convirtiéndose en la columna vertebral de su origen.
En las famosas ruinas de Sanxingdui también se han encontrado diversos artefactos de hace 3000 años. Estos incluyen vasijas en forma de dragón con patrones distintivos, tapas enroscadas, así como decoraciones en bronce en el Árbol Sagrado, figurillas con cabezas de tigre y cuerpos de dragón y diversos utensilios.
Evolución que no se detiene
De símbolo de la autoridad imperial a personaje de cuentos populares, el dragón chino ha evolucionado e innovado continuamente en el tiempo.
En la sociedad popular, a medida que la gente se familiarizaba con este tótem, empezó a personalizarlo en la literatura y el arte folclóricos a lo largo de los siglos, asignándole características humanas. Por ejemplo, como guardianes de las fuentes de agua, los dragones marinos chinos aparecen benévolos y poderosos en mitos y novelas, como las del siglo XVI “Investidura de los dioses” y “Viaje al Oeste”, así como en algunas obras teatrales como “Liu Yi y la princesa dragón”, de la dinastía Yuan (1279-1368).
En general, su imagen tomó un rumbo positivo después de que las figuras en jade de la cultura Hongshan, hace 5000 años, sentaran las bases de la posterior dinastía Shang (1600 a.C.-1046 a.C.). Esta criatura evolucionó más tarde para aludir la buena suerte en la literatura, la arquitectura, el arte e incluso en los nombres. Por ejemplo, es notable su uso extenso en la Ciudad Prohibida, con datos que revelan la asombrosa cifra de 14 986 tallados dentro y fuera del Salón Taihe. En la vida cotidiana, el apellido Long también ocupó el puesto 85 de más de 10 000 en el censo poblacional de China en 2016, con más de 2,8 millones de personas.
"Los chinos lo veneran desde hace mucho tiempo, creen y hablan de él. Los primeros mitos dieron paso a las creencias culturales, convirtiendo al dragón chino en el objeto de culto más sagrado para ellos", señaló Xiao.
"Desde su reverencia en una época tan temprana como la dinastía Shang, el pueblo chino se fue denominando descendiente de dragones chinos. A lo largo de su desarrollo, el tótem ha pasado de ser un antiguo símbolo tribal a uno del poder nacional y político; la imagen de su cultura actual con atributos de belleza, bondad y fortuna”, precisó Xiao.














