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spanish.china.org.cn | 22. 01. 2024 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

Interesantes opiniones de expertos de EE.UU. sobre la Franja y la Ruta

Palabras clave: la Franja y la Ruta, Estados Unidos, Occidente
Spanish.china.org.cn | 22. 01. 2024

Ilustración: Tang Tengfei/Global Times


"La crisis del Mar Rojo demuestra que China se adelantó a los acontecimientos", reza un titular de la Foreign Policy el sábado. El artículo, que dice: "La Iniciativa de la Franja y la Ruta no era un complot siniestro. Era un plan que toda nación necesita en una era de incertidumbre y perturbación", está escrito por un académico estadounidense. Esto indica que hay cierta reflexión en Estados Unidos y Occidente sobre el actual contexto mundial y la relación con China, ya que la disputa en el Mar Rojo ha provocado el aumento de precios en el transporte marítimo entre Asia y Europa. Esto da mucho que pensar.

Es bien sabido que la actitud general de Washington y Occidente hacia la iniciativa es poco amistosa y empeora con el avance de la estrategia estadounidense de contener a China. En un ambiente así, es raro y nada fácil que la revista publique algo objetivo y racional, reconociendo y afirmando su importancia. Aunque no representa un cambio en su opinión pública, al menos indica que los hechos y la verdad sobre ella no pueden ocultarse ni distorsionarse por completo.

El punto de vista es muy claro, al señalar que no es un ardid, sino un proyecto que toda nación necesita en una época de dudas y cambios. Al tomar el ejemplo de la crisis del Mar Rojo, el artículo señala que existe precisamente una vía para que un mundo plagado de desconfianza y problemas impredecibles emprenda una acción colectiva en aras del interés mundial, y es construir más vías para que la oferta satisfaga la demanda. Esto es exactamente lo que intenta la Franja y la Ruta. El estudio apunta a que China es el único país que ha sabido esto -y ha actuado - durante años.

Casualmente, la revista estadounidense The Diplomat también publicó hace poco un artículo en el que se planteaba la posibilidad de complementariedad entre la iniciativa y los programas de ayuda en infraestructura de países occidentales, en lugar de ser competidores directos. Señala que debería prestarse más atención a cómo "las propuestas pueden potenciar los resultados positivos de un determinado mecanismo en beneficio de su creador y el país receptor", y que "un encuadre puramente competitivo de iniciativas económicas es poco probable que resulte destacado". La redacción es sutil, pero el punto que quiere expresar es claro: el pensamiento de confrontación no es factible en la tendencia de conectividad global de infraestructuras.

Estos dos trabajos simplemente exponen la realidad a simple vista. Sin embargo, esperamos que puedan tener un efecto positivo en el mundo occidental. La turbulenta situación, las recurrentes crisis regionales y los diversos problemas globales a los que se enfrenta el mundo están ahí. La Franja y la Ruta pretende promover la conectividad y la cooperación entre Asia, Europa, África y América Latina, ofreciendo una solución fundamental. En marcado contraste, Estados Unidos y sus aliados se centran en dividir el mundo en los ámbitos militar, diplomático y económico, fomentando el choque y creando crisis continuamente. China y el mundo occidental tienen formas y medios distintos de afrontar estos ciclones, con fines diferentes y, por supuesto, resultados muy disímiles. Aparte de la crisis del Mar Rojo, hubo muchos casos en este sentido.

La cooperación de la Franja y la Ruta ha demostrado el poder de la conectividad y ha creado mayores oportunidades de desarrollo para muchos países, sirviendo objetivamente de cobertura frente a los riesgos. Cada vez más personas se dan cuenta de su valor y relevancia mundial. Frente a las perturbaciones del sistema de gobernanza mundial, la propuesta surgió y devino uno de los bienes públicos mundiales más importantes. Es históricamente inevitable que China asuma el liderazgo en la provisión de un producto de tal envergadura cuando Estados Unidos se muestra indiferente y Europa impotente.

Algunas personas que intentan sabotear su construcción se sirven de una mentalidad de juego de suma cero, ganar o perder, para movilizar la opinión pública e instigar políticamente a ciertos países occidentales. El artículo del  Foreign Policy deja claro que sus acciones socavan el mundo y sus intereses.  Más personas, incluidas las élites de Occidente, se irán dando cuenta de que solo trabajando juntos y logrando un desarrollo común a través de la conectividad, se puede responder a los retos y mantener la paz y la prosperidad mundiales.