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spanish.china.org.cn | 22. 12. 2023 | Editor:Lety Du [A A A]

Brasil gana competitividad en la necesidad china de seguridad alimentaria

Palabras clave: China, Brasil
Spanish.china.org.cn | 22. 12. 2023

Brasil está arrebatando a Estados Unidos una parte cada vez mayor del comercio agrícola mundial gracias a su acercamiento con China, uno de los mayores importadores de los principales productos básicos del rubro y que además pretende la diversificación de la oferta para garantizar la seguridad alimentaria.

Aunque Estados Unidos seguirá siendo una importante fuente de materias primas agrícolas para China, las tensiones geopolíticas llevarán a este último a redoblar esfuerzos de diversificación para reducir su exposición a los riesgos de no resolverse las restricciones comerciales impuestas por el país norteamericano.

Un informe de Bloomberg señaló el miércoles que Brasil ha superado a Estados Unidos como principal proveedor de maíz a China, con envíos de8,79 millones de toneladas en los primeros 11 meses del año, el 40% de las importaciones totales chinas de maíz, según datos de aduanas.

Las ventas estadounidenses ascendieron a 6,5 millones de toneladas, casi el 30% del total, pero menos en poco más de la mitad respecto al año previo.

El maíz no es el único cultivo en el que Brasil supera a Estados Unidos en sus ventas a China, la soja sigue por la misma senda. En los 11 primeros meses, las importaciones chinas de soja sumaron 89,63 millones de toneladas, un 13,3% más, según un artículo publicado por la Asociación de Soja de Heilongjiang.

Los envíos de soja brasileña sumaron un récord de 64,97 millones de toneladas, un 25% más, mientras que las estadounidenses cayeron un 8%, a los 20,36 millones de toneladas.

El fuerte avance del maíz y la soja de Brasil en China refleja la creciente competitividad del país en el comercio agrícola internacional, especialmente en comparación con Estados Unidos. Sus exportaciones de maíz podrían alcanzar los 55,94 millones de toneladas en 2023, frente a los 44,7 millones de toneladas de 2022, mientras que las de soja se estiman en 101,1 millones de toneladas, frente a los 77,8 millones de 2022, según proyecciones de Anec, un grupo comercial brasileño que representa a los exportadores de cereales.

Los números revelan cosechas abundantes este año y también una tendencia del enorme mercado chino hacia Brasil para reducir la dependencia del maíz y la soja de Estados Unidos.

Dadas las circunstancias actuales, la búsqueda por parte de China de una diversificación de su suministro está totalmente justificada.

Para empezar, los productos agrícolas de Brasil tienen ventajas en los bajos costes, la buena calidad y la oferta estable. Además, no hay grandes fricciones comerciales con China, es más, el presidente brasileño LuizInácio Lula da Silva ha buscado estrechar las relaciones económicas con ella.

Por ejemplo, en octubre, ambos países firmaron por primera vez un acuerdo en sus monedas locales, con transacciones financiadas y liquidadas en yuanes y convertidas directamente en reales brasileños, reportó la agencia de noticias Xinhua. La operación tuvo lugar tras la rúbrica de un memorando de entendimiento en abril para promover el comercio en moneda local.

El aumento de las compras de productos agrícolas brasileños por China favorece la promoción de la cooperación económica y comercial.

En comparación, el comercio de cereales entre China y Estados Unidos enfrenta incertidumbres y desafíos.

Una de las principales razones de las tensiones es que Washington siempre ve las cuestiones comerciales con China desde una perspectiva geopolítica y continuamente intensifica la supresión unilateral y las sanciones a empresas chinas y a la fabricación china, socavando la confianza mutua.

Con este telón de fondo, hay razones de sobra para que China muestre cautela y tenga en cuenta algunos factores geopolíticos a la hora de importar grano en aras de su seguridad alimentaria. Este viraje puede ejercer más presión sobre el comercio agrícola estadounidense, pero es una precaución necesaria para China.

Al fin y al cabo, ella es uno de los mayores compradores de productos agrícolas del mundo. Con su gran población, es esencial elegir fuentes de suministro competitivas, seguras y estables para velar por su seguridad alimentaria.