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spanish.china.org.cn | 20. 12. 2023 | Editor:Teresa Zheng [A A A]

La prensa occidental y sus tácticas de mala fe hacia China pierden respaldo

Palabras clave: prensa, occidental
Spanish.china.org.cn | 20. 12. 2023

Una "guerra cognitiva" contra China es una herramienta importante de ataque y descrédito para las fuerzas occidentales antichinas en 2023. Algunos políticos y medios de comunicación han difamado públicamente su imagen con narrativas como la "teoría del colapso de la economía china" a fin de incitar el descontento hacia él. El artículo forma parte de una serie que repasa la labor económica de China este año y revela las intrigas de esta "guerra cognitiva" de Occidente dirigida por Estados Unidos.


Cuando la economía china atravesó momentos difíciles en junio y julio, y los principales indicadores cayeron por debajo de las expectativas, un coro que impulsaba la teoría del "colapso de China" en los medios de comunicación occidentales alcanzó un ritmo frenético con las historias más sensacionalistas y absurdas del año en una guerra cognitiva contra China.

Varias publicaciones occidentales de prestigio sacaron una retahíla de falsedades con 4 técnicas frecuentes a la hora de difamar y desacreditar la economía china. Según los analistas, estas informaciones irresponsables han sido desmentidas por los hechos y rechazadas por un público perspicaz.


Tácticas sucias

A lo largo del año, la prensa occidental ha recurrido al doble rasero, la selección de datos, la manipulación de estadísticas y las expectativas engañosas, mientras la economía china experimenta altibajos en su arduo camino hacia la recuperación.

Cuando esta atraviesa problemas temporales de cara al desarrollo, estos medios lanzan un grito de alarma afirmando “su hundimiento” y cuando la misma supera en algo los pronósticos en ciertos sectores, rápidamente la etiquetan como una amenaza para la economía mundial.

Culpan a China de ser un lastre para la recuperación económica mundial y omiten convenientemente a Estados Unidos, país que causa estragos en el mercado internacional con su "desacoplamiento" y su impulso a la "reducción de riesgos", más una intervención que obstaculiza el comercio mundial. Además, recalcan en la elección arbitraria de información para "explicar" los resultados económicos de China y exagerar expectativas injustificadas.

El ejemplo típico apareció en septiembre, cuando acentuaron una cafetería vacía y calles desiertas en el centro financiero Lujiazui en Shanghai como señal de un declive irreversible.

Los observadores señalaron la ausencia de lógica en este enfoque dado que aniquila la esencia del periodismo y que tal ignorancia y negligencia reflejaban un deseo profundo de los medios y el establishment occidentales de ir con todo para hablar mal del crecimiento y desarrollo del país.

John Ross, profesor del Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad Renmin de China, declaró el martes que "llevan más de 30 años escribiendo este [tipo de historias]".

"Siempre es el año que viene, ya que nunca ocurre. Y luego, cuando no se da, te dicen que la economía china caerá el próximo”, dijo.

Añadió que, naturalmente, habrá diversas fluctuaciones a corto plazo cuando los países salgan de los bloqueos... pero un caso aislado no demuestra nada.

"Si tomamos los 4 años desde el inicio de la pandemia de COVID-19 hasta el tercer trimestre de 2023, los últimos datos disponibles, la economía china creció un 20 %, mientras que la de Estados Unidos lo hizo un 8 %. Esto significa que la primera avanzó 2,5 veces más rápido que la estadounidense y seis veces más que la de la zona euro", afirmó Ross.

"Es absolutamente absurdo pintar la 'teoría de la crisis china' cuando su economía sube a tal velocidad. Esto demuestra que dichos informes carecen de objetividad, son solo propaganda", aseveró.

Sin embargo, el que tales afirmaciones falsas encuentren resistencia en los hechos no ha impedido que los medios occidentales se aferren a la creencia de que su modelo económico es el único viable y se nieguen simplemente a reconocer el éxito del sistema económico chino, continuaron los analistas.

Lamentablemente, esos reportes tienen audiencia en Occidente ya que corresponden con la falta de información real sobre China, acotaron.

"Se juega deliberadamente con esta [falta de comprensión]", apuntó Ross. "No hay economía en la que no haya problemas. Pero la diferencia es que los de China no afectan a su crecimiento global".

Se espera que en 2024 haya condiciones más favorables y más oportunidades que desafíos, dijo el fin de semana la Oficina del Comité Central de Asuntos Financieros y Económicos.


Intenciones maliciosas

Los analistas sostuvieron que, fuera de las ilusiones y los prejuicios ideológicos, los informes periodísticos occidentales sobre China siempre llevan oculta la motivación de apartar el capital y los inversores internacionales de su mercado, ya que la fuga de esos valiosos recursos mermará su esfuerzo por ponerse al día tecnológicamente y cultivar nuevos rubros estratégicos.

Algunos expertos advirtieron incluso de una confluencia por parte de algunos medios de comunicación e instituciones financieras occidentales.

A principios de diciembre, la agencia de calificación estadounidense Moody's recortó su estimación crediticia del Gobierno chino de estable a negativa. Los expertos chinos señalaron que la medida es "políticamente tendenciosa" y podría formar parte de una campaña liderada por Estados Unidos para echar por tierra la economía china, lo que resultará inútil, ya que esta siempre prospera tras superar los desafíos.

Su gran potencial está fuera de toda duda y la contención y la represión de Estados Unidos no han frenado ni lo harán su crecimiento económico, señaló Tian Yun, economista en Beijing.


Periodismo deshonesto

El periodismo sin escrúpulos de los medios occidentales, que a menudo se describen a sí mismos como imparciales y veraces, no ha pasado desapercibido para quienes tienen una visión más profunda entre su audiencia.

"Creo que nunca han tenido esos valores. Proclaman que los tienen, pero no es así. El hecho es que informan favorablemente y mezclan economía y política", manifestó Ross. "Y ese tipo de tonterías inexactas se han prolongado por décadas, incluso siglos".

Ross, que pasó gran parte de su vida asesorando a grandes empresas, dijo que es probable que cualquier firma que sea tan imprudente como para seguir esos informes pierda dinero, puesto que son "simple propaganda, pero de costo muy elevado para quienes se dejen atrapar por ella”.